PRIMERA
PLANA
25 de setiembre de 2000
Sentencia desata tormenta internacional:
Suecia y Amnistía piden liberación de dos jóvenes encarcelados en Uruguay |
Acusan
a un juez de "legalizar la tortura"
Fueron acusados de rapiña, pero aseguran que son inocentes: habrían sido sometidos a
apremios por la Policía |
Campaña internacional para liberar a dos
jóvenes suecos
Luis Giménez, padre de dos jóvenes de nacionalidad sueca que hace un año se
encuentran presos por una rapiña que afirman no cometieron, acusó al juez William Corujo
-un juez muy respetado- de "prestarse a la legalización de la tortura" al
condenar a sus hijos sin tener pruebas y basándose en una declaración arrancada gracias
a supuestos apremios físicos infrigidos en la Seccional 17a.
Los jóvenes Gerardo y Miguel Giménez, de 19 y 20 años, fueron detenidos el 27 de
setiembre del pasado año junto a otros tres amigos (Alexander Montero, Alexis Tourné y
un menor) en la intersección de Paso del Andaluz y Belloni, a dos cuadras de donde fuera
robado un almacén.
El grupo de chicos fue llevado a la Seccional 17a. Allí, según cuenta Giménez,
"fueron golpeados durante toda la noche hasta que firmaron una declaración en la que
admitían esa rapiña, además de otra sucedida días antes (23 de setiembre)".
Según Giménez, al momento de ser apresados no se les encuentra nada a los jóvenes;
además ninguno de los dos comerciantes los reconocen como autores del hecho. "Los
reconocen como muchachos del barrio, pero no atestiguan que fueran ellos los ladrones,
incluso uno de los comerciantes al querer retirar la denuncia es retenido durante seis
horas en la Seccional".
Según el padre de los dos ciudadanos suecos, el 28 de setiembre son llevados al juzgado,
donde son presionados y amenazados constantemente para que no cambien su declaración.
La condena de los cuatro jóvenes (siete años y un mes para Gerardo Giménez y siete
años y cuatro meses para los restantes) fue dictada, sin tener ninguna prueba que los
implique en el hecho y se apela a fundamentaciones teóricas poco claras, indicó el
denunciante.
El padre de los jóvenes acusa al juez Corujo de no interesarse por las circunstancias en
las que hicieron su declaración, "es decir torturados, además de hacer caso omiso
de las declaraciones de nueve testigos sin antecedentes que afirman que los chicos no
fueron".
"Se que Corujo es un juez muy respetado, casi sin cuestionamientos, pero en el caso
que se le cuestiona laudó a favor de la política de tortura de la Policía",
afirmó Giménez.
Los abogados de los hijos de Giménez, ya presentaron la apelación del caso y existe una
intensa campaña a nivel internacional apoyada por Amnistía Internacional para lograr la
libertad de estos jóvenes.
Según sus declaraciones, la Embajada sueca está colaborando con el reclamo de Giménez.
Incluso existe un gran movimiento en Suecia, donde el 24 de agosto se realizó una marcha
para pedir la liberación de los jóvenes. "Estamos intensificando la campaña para
lograr la libertad de mis hijos y voy a hacer lo necesario para que así sea, porque ellos
son inocentes", sostuvo Giménez.
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