Desde fines del pasado mes de marzo
el inspector José Sande Lima es el nuevo director del Penal de «Libertad» (o mejor
dicho de lo que quedó después del Motín). Este oficial policial tiene un amplio
currículum, signado por su participación en los organismos de represión de la
dictadura. Se encuentra acusado por el poeta argentino Juan Gelmán ante el juez español
Baltasar Garzón por tener conocimiento de la desaparición de su nuera, María Claudia, y
de su nieta, ubicada en Uruguay en el año 2000, y callarlo.
Integrante de los cuadros de Inteligencia policial en los años de dictadura, operaba
junto con otros policías que también se encuentran denunciados: el fallecido Hugo Campos
Hermida, los comisarios Boris Torres, Ricardo Zabala y Washington dos Santos, y el
capitán Ricardo Medina.
De acuerdo a diversas investigaciones y denuncias, estos funcionarios del Ministerio del
Interior, junto con el entonces agente Sande, eran parte de los aparatos represivos
uruguayos que funcionaban en el marco de la Operación Cóndor. Sande coordinaba acciones
con los grupos de la OCOA y, por tanto, posee conocimiento sobre la desaparición de la
maestra Elena Quinteros, entre otros.
Desde que se encuentra al frente de los escombros del Penal de «Libertad», la represión
a los presos sociales y el desprecio por los derechos más elementales del ser humano han
tomado una magnitud sin precedentes. Ante el riesgo sanitario denunciado por los mismos
médicos penitenciarios no se hace absolutamente nada. Muchos presos se encuentran muy
enfermos de diversas enfermedades y siguen sobreviviendo en las ruinas. Siguen las
denuncias de torturas, palizas y baleamientos de presos al tiempo que una macabra lista se
ha ido engrosando y ya son 5 las personas que aparecen ahorcadas en el celdario sin que
Sande Lima haga nada por impedirlo. |