AUTONOMIA OBRERA O BARBARIE
(entrevista de AJOBLANCO nº31 de 3-78 a un colectivo
autónomo)
Los partidos de izquierda son la izquierda del Capital, y los
de extrema Izquierda la extrema izquierda del Capital. Los sindicatos,
todos los sindicatos, no son sino una forma del Capital». Estas frases,
que son una de las banalidades de base del actual movimiento revolucionario,
pronunciadas en una reciente reunión (Salón Diana, Barcelona
¡8/12/1977) y subrayadas, debidamente en el Ajo anterior, han puesto
en guardia a nuestros queridos progres, que ahora descubren la existencia
aquí de corrientes que se reclaman de la autonomía obrera.
LOS CAMINOS ACTUALES DE LA AUTONOMíA
Hemos entrado en contacto con uno de los colectivos que sitúan
en la línea de la autonomía de clase. Con ellos hemos hablado
y discutido sobre los más diversos temas. la coyuntura actual, la
importancia de las luchas de los grupos marginados, la crisis del Capital,
el reflujo actual de las luchas obreras, la represión, la vida cotidiana,
la complicada relación de los par-tidarios de la autonomía
con algunos cenetistas,.. finalmente, tras dar muchas vueltas a papeles
y cintas magnetofónicas, hemos optado por reproducir el fragmento
que sigue, pese a lo obrerista y un poco paliza que ha salido (¡ese
argot del militante de izquierdas!), Si acaso, ya volveremos en otra ocasión
sobre alguno de los temas que aquí no se tratan.
Pregunta: ¿Qué es la autonomía Obrera?.
Colectivo: Es una práctica histórica de la clase obrera,
y una corriente dentro del movimiento obrero. En momentos revolucionarios
ambas se extienden y generalizan hasta ser hegemónicas. Ejemplos
claros han sido los consejos obreros (Rusia 1905, 1917), la comuna de parís,
los comités de fábrica (España, 1936), los consejos
en Alemania, 1918, Polonia 1956, 1970... En general, esta práctica
adopta el nombre de organización de la clase. Se basa en la no-delegación
de funciones, la no-división dirigentes-ejecutantes, la no división
entre lucha económica y lucha política, en resumen la democracia
directa. Los trabajadores se organizan al margen e incluso en contra de
los partidos autodenominados vanguardia o dirección política
y sus sindicatos correa de transmisión.
La autogestión generalizada y centralizada en la Organización
de la Clase es el pilar del derrocamiento de la sociedad capitalista, y
al mismo tiempo la organización, económica, política
y social, de la nueva sociedad.
En momentos no revolucionarios, la Autonomía Obrera como corriente
dentro del movimiento obrero y como práctica de clase, es minoritaria
y adopta formas alienadas:
De forma alienada porque esta práctica no cristaliza en una expresión
organizada permanente. Son ejemplo las coordinadoras de fábricas
en lucha (período 75-76) que fueron un momento cumbre de la autonomía
obrera. Pero por el carácter desigual e inestable de la lucha, en
estos momentos donde la correlación de fuerzas es favorable al capital,
estas formas desaparecen porque es materialmente imposible ver que no sólo
se trata de luchar contra el capital, sino que hay que luchar también
por la abolición del salario, y por tanto de la propia figura del
asalariado. La organización autónoma de forma permanente
queda reducida a colectivos de militantes dispersos, organizados localmente
algunos, organizados en toda España otros. paralela mente adopta
hoy una estructura de afiliación (CNT).
P. - Un inciso: ¿Por qué en CNT, si la CNT tiende a definirse
como sindicato o anarcosindicato?
C. - Porque del análisis del momento histórico, se prende
que la clase obrera, a pesar del extraordinario ciclo de luchas que desarrolló
bajo el franquismo, hoy no ha superado la etapa sindical. Por eso, creemos
que gran parte de la militancia que defiende la Autonomía Obrera
se puede aglutinar en CNT.
A pesar de que la autonomía se teoriza desde un marxismo crítico,
su práctica histórica, en España, proviene movimiento
libertario concretado en CNT, y tuvo su expresión más genuina
en el comunismo libertario (1936-38), Precisamente CNT, por apartarse del
Sindicalismo clásico (planificador del capital), por su organización
interna, que á pesar de su apoliticismo no separa lucha económica
de lucha política, porque apoya otros frentes como presos, homosexuales,
etc., recoge gran parte de las posiciones la Autonomía Obrera como
movimiento libertario, es que lucha por la libertad sin restricciones,
sintonizandc todo movimiento subversivo que intente acabar con sociedad
de mierda.
P. - Volvamos a lo que ibais explicando.
C. - Sigamos: La Autonomía Obrera, además, es línea
política, y vamos a explicar porque: El capital, en transcurso de
la lucha de clases, actúa frente a la clase trabajadora con una
línea política global determinada, tiene su base en su política
económica, pero que abarca 1 totalidad de los aspectos sociales
(política social, política económica, política
educativa, sexual, etc.) Además la burguesía intenta elegir
el terreno de lucha en todo momento Hoy se concreta en la transición
a la democracia (pues lucha obrera hizo inservible la dictadura) con todos
aparatos: parlamento, sindicatos, partidos, pacto social, etc.
Lógicamente esta dislocación entre lucha económica
y lucha política, totalmente ficticia, la extienden a todas las
formas organizativas de la clase obrera: por un lado sindicatos para la
lucha económica, por otro partidos para la lucha política,
olvidando que lucha económica y lucha política son un mismo
momento de la lucha, y por tanto les corresponde una única organización.
La lucha de clases está en las relaciones de producción
y en las relaciones sociales en general. La lucha en el parlamento es mera
politiquería.
Desde el punto de vista de la autonomía el programa sólo
se puede entender en momentos revolucionarios: el programa para el comunismo.
La autonomía obrera como línea política de clase,
o sea como conjunto de líneas de intervención en los diferentes
frentes de lucha, no puede ser la invención de un grupo de militantes.
Tiene que ser necesariamente una síntesis colectiva que recoja las
más avanzadas experiencias de lucha de la clase. En este sentido
está por hacer, si bien existen ya elementos válidos como
punto de partida. Un punto de arranque esencial es hoy la interpretación
de la crisis capitalista.
P. - ¿Cómo interpretáis, pues, la tan cacareada
crisis del Capital?
C - Estamos asistiendo a un ataque masivo del capital contra la clase
obrera. La crisis en forma de reestructuración (huelga de inversiones,
expedientes de crisis, paro, congelación salarial) es un intento
de destruir la fuerza estructural de la clase obrera que el mismo capital
creó con el modelo de acumulación de los años 30 a
60 (sociedad de consumo)...
P. - ¿Fuerza estructural de la clase obrera?
C - Sí, nos explicaremos con un ejemplo: en una cadena de producción
bastaba que un obrero parase para que pa-rase toda la cadena. Esta fuerza
estructural a nivel mundial, hace que en todo este período la clase
obrera pueda enfrentarse al capital de forma unificada y que la lucha sea
principalmente contra la organización capitalista del trabajo (huelgas,
insubordinación, absentismo, lucha contra los cronometrajes, por
la reducción de jornada laboral, etc.) produciendo así la
caída tendencial de la tasa de ganancias, esto es reduciendo sensiblemente
los beneficios del capital. Por este motivo hoy el capital se plantea la
reestructuración del modelo productivo anterior para pasar a otro
que le garantice mejor los beneficios y por tanto el nivel de productividad.
Para ello le es indispensable destruir a la actual composición de
la clase obrera como contrapoder unificado. Por aquí irá
el nuevo tipo de inversión en empresas y ramas de producción
(centrales nucleares, cibernética, electrónica) que no precisan
necesariamente del obrero-masa como un motor fundamental. En la nueva etapa
las industrias motrices pasarían a manos de una minoría de
técnicos especialistas (los bata blanca) y el obrero-masa estaría
desplazado a ramas de la producción más marginales. Esto,
produce hoy por una parte una fuerte masa de parados, eventuales, temporeros,
en definitiva el trabajo. negro. Por otra, una militarización creciente
de las relaciones de producción y las relaciones sociales en general.
Todo un estado-policía bajo la careta de la democracia. Ejemplo:Alemania.
P. - Entonces las no menos cacareadas «salidas de la crisis»...
C - Desde la perspectiva que señalábamos en la respuesta
anterior, se prestan dos alternativas que definen claramente dos líneas
políticas. Primero, una salida capitalista de la crisis: superarla.
El reformismo obrero en España, Italia, Francia, etc., se ofrece
a la burguesía para planificar la superación de esta crisis:
Compromiso Histórico en Italia, Programa Común en Francia,
Pacto de la Moncloa en España, son variantes de un mismo intento:
el pacto político-económico interclasista, verdadero plan
represivo contra los trabajadores para encadenar su autonomía y
someterlos a las necesidades de superación de la crisis.
Segundo, una salida proletaria: la línea política autónoma
se basa en la profundización de la crisis, en negarse a administrarla.
Esto quiere decir hoy bloquear el desarrollo capitalista; mantener abierta
la crisis del Capital, aunque sin forzar hoy un enfrentamiento total en
el que la clase obrera saldría perdiendo.
P. - ¿Cómo se concreta, aquí y ahora, esta segunda
línea?
C - Para ello es necesario un eje de lucha basado en mantener unificada
la clase obrera, mantener su fuerza estructural, rechazar la sumisión
de las leyes de la economía que la burguesía presenta como
algo natural. Esto significa luchar contra la reestructuración,
los expedientes de crisis:puesto de trabajo y salario garantizados. No
perdernos en rollos de autogestionar hoy empresas en crisis.
Rechazo al mito del trabajo: utilización de la Seguridad Social,
absentismo, insubordinación colectiva, y cuando no hay fuerza, sabotaje.
Mantener niveles crecientes de autoorganización y contrapoder
obrero: asambleas decisorias y comités revocables elegidos por ellas.
Desarrollar estos ejes de lucha en otros frentes como barrios, enseñanza,
marginados, etc.
P. - O sea que...
C- O sea que en definitiva las dos alternativas que hoy se nos presentan
son: eurocomunismo y eurosocialismo (diferenciados en la forma, pero no
en el fondo) como gestión del capital, con todas sus alternativas
satélites (PT, MC, ORT, LCR, etc.) o autonomía obrera como
una línea política altamente subversiva enfrentada al actual
capitalismo y su crisis estructural, línea política en cuyo
eje de elaboración teórico-práctica están,
como únicos protagonistas, los trabajadores como clase, y, en general,
los oprimidos.
PEQUEÑA HISTORIA DE LA AUTONOMíA OBRERA EN ESPAÑA
La primera expresión relativamente permanente de autonomía
obrera, se remonta hacia principios de la década de los 60, cuando
en Asturias se dan los primeros gérmenes de autoorganización,
con el nombre de Comisiones Obreras. No vamos a hacer aquí la historia
de CC.OO. (1). Ya sabemos el final: de organización autónoma
de todos los obreros ha pasado a ser un sindicato más. Sólo
nos interesa señalar que será de dichas CCOO de donde surgirá
la autonomía de clase, entendida tanto como práctica que
como teoría. Concretmente en Barcelona, punta avanzada del movimiento
obrero español, cuando hacia 1968-69 un PCE-PSUC débil está
obsesio-nado por el control de las CC.OO., y un FOC (Front Obrer de Catalunya),
segunda fuerza política de izquierdas, se descompo-ne lentamente,
se da un proceso de reagrupamiento de militantes independientes junto con
algunos salidos del FOC. En Marzo de 1969 publican el primer número
de una revista llamada ¿qué hacer?, en la que formulan una
crítica apasionada contra el politiqueo y maniobrerismo de los partidos
políticos en el interior de las CC.OO. La corriente autónoma
irá precisando sus objetivos; hacia septiembre de ¡969, con
el número 6 del ¿Qué hacer?, la tendencia se autodisuelve,
consciente de haber alcanzado su finalidad esencial: Lo que hace 8 meses
no parecía factible. ahora lo es:el nacimiento de un movimiento
obrero de clase, autónomo, está a punto de ser un hecho.
(1) Quien esté interesado en ampliar in-formación sobre
el tema, o paliar las lagu-nas de este texto, debe consultar:
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