UNOS PARADOS, PRECARIOS Y SUS COMPAÑEROS SE INVITAN A COMER EN LA CANTINA DEL PARISIEN

Hace ahora más de un mes que en Francia, varios colectivos o asambleas conforman un movimiento que quiere plantear la cuestión del trabajo y del paro en esta sociedad. Muy rico y multiforme, este movimiento se manifestó a través de numerosas ocupaciones, debates, acciones, octavillas, etc. Mientras que en su conjunto, los medias han guardado silencio con respecto a este movimiento, de repente, el jueves 12 de febrero, Le Parisien dedicó la mitad de una de sus páginas a una acción que se llevó a cabo el día anterior.
El miércoles 11 de febrero, respondiendo a la llamada de diferentes asambleas parisinas, entre ellas AC, se llevo a cabo una acción agrupando un centenar de parados, precarios y sus compañeros frente a la tienda CASH CONVERTER, calle de la Roquette, en París. Se pretendía denunciar estas siniestras oficinas de encubridores que se nutren de la miseria de la gente, revendiendo a los pobres objetos de primera necesidad que otros pobres se han visto obligados a vender a precios ridículos.
El artículo del Parisien lleva como encabezamiento de la noticia: "Incidentes: primer patinazo serio desde que empezó el movimiento". Y como título: «Una tienda saqueada por "parados". Se ve en seguida la atracción mórbida que ejerce lo espectacular sobre los periodistas, lo violento, mientras que las manifestaciones realizadas desde hace semanas por este movimiento, que son originales, con mucha inventiva, lúdicas, inteligentes, críticas, han sido, cómo no, ignoradas por estos mismos periodistas.
También se ve el conocido gusto de esta gente por la falsedad y la calumnia: lo cierto es que de ningún modo la tienda Cash converter ha sido "saqueada". Teníamos en mente decir "Son ellos los ladrones de verdad", con una pequeña actuación: montar una cadena de mudanzas de mercancías en la calle. Nada ha sido robado, no era ese nuestro propósito.
En cuanto a las comillas que añadieron a "parados", ¿querían sembrar alguna ambigüedad sobre los participantes en la acción dejando sobreentender que pudiera tratarse de "falsos parados"? Esta categoría sirve a los encargados políticos y mediáticos de la represión para oponer "buenos" y "malos" parados. Para esta gente, un "buen" parado es aquel que ficha y calla. El que abre la boca pasa a la categoría de los "malos".
De todas maneras en muchas ocasiones, el actual movimiento ha superado el marco inicial de un movimiento de parados para convertirse en un movimiento social  donde los participantes buscan poner en común sus preocupaciones. Socialmente, muchas categorías se han mezclado en él: parados, asalariados, precarios, estudiantes, alumnos de institutos, RMIistas , inclasificables, etc. Pero se han mezclado precisamente para encontrarse más allá de dichas categorías. Nos volvemos a descubrir como seres enteros, sujetos sociales cuyas insatisfacciones, necesidades y deseos, superan con creces cualquier marco. La riqueza de este movimiento reside en expresar la riqueza de cada uno, intentar comunicarla entre nosotros y en el seno de la sociedad.
Un último comentario a propósito del artículo de Patrice Machuret, ¡sobre la versión que da de los hechos! Mientras que los participantes a la manifestación repartieron masivamente una octavilla explicando sus razones, este periodista construyó su relato exclusivamente a partir de las palabras de Cash converter, utilizando asimismo las declaraciones de "un permanente de AC" que criticó esta acción. Aparte del hecho que AC! ¡no tiene permanentes, la organización tomó posición públicamente la misma tarde en favor de las personas detenidas en esta ocasión! ¿Quién es entonces este "permanente" que Patrice Machuret  ha entrevistado? Y si sólo era un miembro entre otros de AC, ¿por qué dio a entender que era la postura oficial de la organización?
Fuese lo que fuese, lo que tenía todo la pinta de ser una maniobra para dividir un movimiento ha fracasado. Al contrario, estas mentiras así como la actitud represiva de los tribunales (que mandó a la cárcel a cuatro parados como consecuencia de la acción de denuncia de Cash Converter), han cosechado una reprobación general en el movimiento.
Más tarde, este movimiento siguió con las manifestaciones, con su publicidad, desarrollando una campaña de protesta (en París y provincia) contra las tiendas del tipo Cash Converter. Los medias (¿ no había más imágenes espectaculares que explotar?) guardaron silencio.
Hasta el miércoles 18 de febrero, cuando otra vez el Parisien dedicó dos páginas enteras (pág. 8 y 9) de la rubrica "Vivir mejor" a las ¡tiendas Cash Converter! Con artículos, el conocido "Voix Express" del Parisien, ejemplos de tarifas, etc. ¡Uno piensa estar soñando! ¡Vaya regalo que le hace Le Parisien a este negocio! ¿Cuánto le habrían costado a Cash Converter dos páginas enteras de publicidad? La competencia apreciaría el gesto.
La fecha de publicación de este anuncio disfrazado de artículo sociológico, exactamente una semana después de los hechos, nos no parece una casualidad: Cash Converter intenta contestar a la campaña extremadamente popular que los parados han lanzado en contra de sus tiendas. Sin embargo, en los artículos de Bruno Mazurier y sus colegas, ni una sola línea recuerda nuestra acción, nuestra campaña, el encarcelamiento de cuatro parados. Parece evidente incluso al más novato de los periodistas que un papel escrito en aquella fecha sobre Cash Converter, no podía ignorar esos hechos. Aquí tenemos algo que nos aclara por completo la postura del Parisien tanto en relación a Cash Converter como en relación al movimiento de parados.
Este movimiento que intenta, partiendo de las insatisfacciones particulares de sus participantes, encontrar las causas comunes, ya ha empezado a cuestionar el trabajo asalariado y la economía que está asociada con él. Los comercios al estilo Cash Converter, estos Montes de Piedad del chantaje ultraliberal, prosperan basándose en un principio sencillo: cuanto más miseria, más se enriquecen ellos. Es la metáfora exacta de nuestra sociedad, una sociedad que finge ignorar que crece a costa de la infelicidad, salvo cuando autoriza lagrimas de cocodrilo sobre los horrores mediatizados de la explotación arcaica del "Tercer Mundo" tan, tan, tan lejos.
Denunciando en particular el negocio de la miseria, pretendemos denunciar más globalmente esta economía que, situando el dinero por encima de cualquier otra cosa, transforma al ser humano en mercancía, el trabajo asalariado que fija un precio a la mercancía humana y el paro que la transforma en mercancía averiada.
Nunca hemos pedido nada al Parisien. Hemos venido a ver de qué están hechos los pensamientos de aquellos hombres y aquellas mujeres que llevan tan lejos el cinismo. Invitamos a los asalariados del Parisien a charlar con nosotros, convencidos de que no todos comparten la línea oficial del periódico.
 

Invitamos a todos y cada uno a la asamblea que se hace cada día (excepto fines de semana) a las 18 horas, en la Universidad de Jussieu, en un anfiteatro indicado a la entrada.

El comité de balade del viernes 20 de febrero de 1998.