En Jussieu, nos atrevemos a tomar la palabra!

Aprovechando las manifestaciones de parados, varias decenas de personas llegaron poco a poco a encontrarse en un anfiteatro de Jussieu. Al filo de las asambleas generales, el lugar se convirtió en el punto de reunión de toda una población en ruptura con las organizaciones representativas, personas para quienes el movimiento no pertenece a nadie, sino al conjunto de la población. Mas allá de las reivindicaciones de los más desfavorecidos, estos encuentros responden a una necesidad real de expresarse. Aquí todo el mundo puede tomar la palabra, intercambiar, con otros, su visión del mundo, sus problemas de cada día, sus esperanzas respecto a este movimiento generalizado de harto descontento.
No hay censura, salvo aquella que el hablante se impone a si mismo. Y ¡bien hecho! Porque, atreverse, ahí está el objetivo de estos encuentros. Atreverse a tomar la palabra, atreverse a expresarse por todos los medios (octavillas, periódicos, fanzines, pintura, tags, música, etc.).
Atrevámonos a gritar a la sociedad que nos tilda de parados, sin-empleo, precarios, RMIstas, que antes que nada, somos seres humanos que piensan, ríen, lloran, gozan y también sufren.

¿Vamos a dejar que las instituciones nos reduzcan a un número de Assédic o de la Seguridad Social? ¡La respuesta es nuestra!