ESTO NO ES MAS QUE UN PRINCIPIO...

Algunos querrían someter el movimiento de paradas/ados, precarias/arios y otras categorías al ritmo impuesto por medias, gobierno o sindicatos. El entierro de nuestra cólera debiendo llevarse a cabo en diferentes etapas:
1) Los discursos sucesivos de Aubry y Jospin jugando una vez más al palo y a la zanahoria: <<os hemos comprendido, volved a vuestras casas>>, <<tened, ahí van mil millones>>; expulsiones y/o bloqueo de los lugares ocupados, rechazo del aumento de los "mínima sociales", etc.
2) Orientación del movimiento hacia la reducción del tiempo de trabajo y apoyo al proyecto de ley gubernamental en pro de las 35 h. Así, haciendo de modo que se lleven a cabo varias pequeñas manifestaciones para el 27 de Enero y programando la próxima gran manifestación para el inicio del mes... ¡de Marzo!, los jefes de la CGT y de las asociaciones recogen y participan de los buenos propósitos del gobierno: <<debe saberse parar un movimiento>>.
3) El black-out de los medias después de que estos hayan llenado columnas y emisiones con las acciones de paradas/ados y de los retratos de estas/estos.
¿Qué podemos decir de todo ello, realmente?
No tenemos ninguna razón para parar la lucha, para volver cada uno a su rincón. ¿Por qué? Porque no hemos obtenido nada, porque nuestras vidas están, hoy como ayer, igual de sometidas al control social, a la miseria, porque todavía hay millones de personas aisladas, porque tenemos muchas cosas interesantes que hacer juntos: ocupaciones, discusiones, requisiciones, manifestaciones... seamos paradas/ados, precarias/arios, estudiantes, asalariadas/ados, o cualquier otra cosa.
La amplitud creciente del movimiento de parados y precarios nos ha traído las lacrimógenas dispensas de los medias y el "reconocimiento" como miembros de pleno derecho del cuerpo social por parte de los diferentes aparatos políticos.
¿Debe tratarse para nosotros de esperar la limosna de un gobierno (los mil millones desbloqueados por Jospin no se corresponden con nada si se consideran los 10 millones de personas afectadas por el paro y la precariedad; apenas 100 F -2500 ptas.- por persona), de participar en la elaboración de leyes contra la exclusión que no serán,, en el mejor de los casos,  nada más que humanitarismo a precio de saldo regado de "policiarismo" social, o de participar a un enésimo plan en favor del empleo? ¿No es tiempo ya de romper, de una vez por todas, con el mito del pleno empleo, que no significa otra cosa que una esclavitud reforzada, condiciones de vida que se deterioran y un mayor beneficio para empresas de cualquier pelo?
Porque hasta aquí, la figura alarmante del parado, ha sido instrumentalizada en terrorismo social por el sistema capitalista con el fin de forzar la aceptación de no importa que trabajo, por más absurdo que sea, bajo no importa que condiciones. Siguiendo esta lógica, ¿por qué no crear puestos de trabajo de limpiabotas, 16 horas/día, 7 días/semana, a 2 F -45 ptas.- la hora?
¿No es tiempo ya de interrogarse sobre el sentido de aquello que se produce, poniendo en el centro estas cuestiones esenciales: ¿producir qué?, ¿para quién?, ¿por qué?, ¿cómo?, ¿a que coste ecológico y social?
¿No es tiempo ya de negarse a aceptar como criterios los indicadores económicos -crecimiento, Producto Nacional Bruto (PNB), Producto Interior Bruto (PIB)- que pasan por ser indicadores de la riqueza producida cuando no significan nada?
Ejemplo: el PNB aumenta con la polución. Esta es contabilizada tres veces en el PNB: cuando es producida por la empresa en el marco de la producción de bienes, cuando se emprenden medidas para luchar contra ella, y a través de las medidas sanitarias adoptadas con aquellos que caen enfermos por su culpa.
¿Dónde está la riqueza en todo esto?
Que se nos deje pues de dar la lata con el rollo del reconocimiento social por el trabajo. ¿No debe ser reconocido uno en tanto que útil? ¿No debe ser uno poco más que el señor que aprieta los botones, la señora que hace funcionar la máquina, etc.?
Estamos aquí y vivimos. Queremos poder  hacerlo del mejor modo posible. Reencontrémonos en todos los lugares que seamos capaces de reapropiarnos para discutir, debatir, organizarnos, luchar.
Acabemos con el remitirnos a esos especialistas de la mentira de cartón piedra que pretenden hablar en nuestro nombre.
Queremos poder decidir lo que es posible, lo que queremos y los medios para conseguirlo.
Queremos poder retomar nuestra vida individual y colectiva por nuestra cuenta.
Queremos poder reapropiarnos de los medios materiales que los propietarios de los poderes políticos, financieros y mediáticos nos han robado: ¡retomémoslo todo!

Trabajadoras/dores, Paradas/ados, Precarias/arios en cólera