EL TRABAJO, ¿ES SALUD?
Dice Lionel Jospin: "Para nosotros, en nuestra
sociedad, el trabajo está en el corazón de los lazos sociales.
No queremos una sociedad asistida, sino una sociedad basada en el trabajo
y la actividad productiva."
Con esta cita de "nuestro" Primer Ministro, el
problema del movimiento actual se ve claramente puesto sobre la mesa: ¿cuál
es el rol desarrollado por el trabajo en nuestra sociedad?
Está considerado como la actividad principal,
más necesaria y más valorada. Se supone que todos los parados,
hombres y mujeres, deben tener una sola obsesión: encontrar un curro
(sea el que sea), escapar del infierno del paro y de la precaridad, para
(re)descubrir los placeres de la explotación, el buen humor del
jefe y las alegrías de la competición entre colegas de trabajo,
y todo ello ocho horas al día (o más, si apetece) o menos,
pero ¡ojo!: el tiempo "parcial" es precaridad.
A pesar de lo que se anda diciendo por ahí
de que no hay tiempo que perder y visto que perdemos la vida ganándola
para ellos, quizás ganaríamos algo si nos parásemos
un poco, reflexionásemos y nos hiciésemos algunas preguntas
sobre nuestra vida. Acaso ¿no es esto lo más urgente?
Trabajar y producir: ¿eso es lo que propone
esta sociedad, lo que quiere de nosotros? Nada más, nada menos.
Esta sociedad de la abundancia rebosa de "riquezas" y "producciones" de
las que siempre se aprovechan los mismos.
YA NO QUEREMOS una sociedad basada en el trabajo
y en la producción. Tampoco queremos una sociedad asistida, sino
una sociedad basada en la ayuda mutua y en la autogestión. QUEREMOS
tener el control sobre nuestras vidas.
Enero de 1998. Zanzara atea.
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