¡EL CAFÉ DE LA IRA!
Cuando uno es parado, RMIsta , precario, a menudo
tiene la sensación de ser tratado como un Don Nadie. No tenemos
pasta, no tenemos situación, no tenemos medios para defendernos,
mientras que para las administraciones, los políticos, los propietarios
y los patronos, ¡no "pesamos" nada! No se les escapa ni una sola
ocasión para hacerlo notar y aprovecharse de ello.
Sin embargo, pertenecemos a la categoría
social más numerosa, y de lejos: es muy probable que seamos una
decena de millones de personas que conocemos la mierda bajo una forma u
otra. Se supone que podríamos llegar a tener peso si utilizáramos
esta superioridad. Ahora bien, ocurre exactamente lo contrario: estamos
divididos, atomizados, ensimismados. Nada más normal: contrariamente
a los asalariados, no tenemos un lugar donde encontrarnos con regularidad,
donde tejer lazos. No obstante, encontrarnos es para nosotros más
que una necesidad: no hay absolutamente nada que esperar de este sistema
económico, tampoco de los partidos políticos, sólo
podemos contar con nosotros mismos.
De modo que algunos decidimos auto-organizarnos.
En primer lugar, es fácil constatar que si las administraciones
se muestran obtusas y puntillosas cuando uno está sólo, ¡lo
son mucho menos cuando vamos en grupo!
Para poder defendernos hace falta ir más
lejos y para ello empezar por romper el aislamiento de todos los parados
y precarios. Las ANPE , las ASSEDIC , las CAF , se volverían lugares
de conversación y de encuentro si quisiésemos.
ASÍ QUE PROPONEMOS ENCONTRARNOS ALREDEDOR
DE UN CAFÉ CALIENTE, CERCA DE LA SALIDA DE LA CAF. ¡FIJAOS
EN LOS TERMOS!
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