La voluntad política de este gobierno, como de los precedentes, es la de mantener vetado el RMI a los 16 / 25 años. La señora Aubry, ex-empleada de Gandois  (presidente de la Patronal) en reconocimiento a sus servicios (en 1992, fué ella quien suprimió el acceso de los jóvenes a la renta de inserción), sigue defendiendo los intereses de la patronal: se trata, una vez más, de educar para la precariedad al máximo de recién llegados al mercado de trabajo. Los gobernantes y todos aquellos que esperan llegar a serlo algún día, rechazan otorgar un derecho a una renta para cualquier trabajador independientemente de su edad.
Así, en la cuarta potencia económica mundial, en este país en el que la Constitución estipula que la sociedad debe a cada uno de sus miembros "medios correctos de existenci"a existen, como mínimo; 650.000 asalariados/parados menores de 25 años que no tienen derecho a ningún tipo de ayuda, 650.000 personas que, por su edad, tienen vetado el acceso al miserable RMI (1.940F de media para una persona sola). Este veto del RMI a los menores de 25 años está avalado para el conjunto de la clase política (con la excepción de los Verdes y del PCF) en base a un argumento caritativo: los jóvenes serían conducidos a la desesperación si percibieran una renta mínima. Tal medida, los relegaría a la condición de asistidos. La solución pasa por un retorno al pleno empleo, para ellos, lo único que puede restaurar la dignidad del asalariado joven. Detrás de estos argumentos melodramáticos, se esconde la cruda realidad. En el departamento Seine Saint-Denis, por ejemplo, una cuarta parte de los alumnos de secundaria de más de 16 años tiene empleos precarios. Pero, más allá, es toda la juventud que, de empleos precarios a "cursillos" de formación y períodos de paro, pasa por una fase de inserción que dura varios años. Esta mano de obra se encuentra hiper-disponible debido a la prohibición de renta que pesa sobre ella. Los sectores industriales y terciarios usan y abusan de esta ganga. He aquí porque los gobiernos tienen como misión esencial el bloquear el acceso de los jóvenes a la renta. He aquí porque la abolición de este veto es una consigna central del movimiento.