“Al fascismo no se le combate por el camino de la autoridad, sino por el de la libertad. 
No se le combate conquistando el poder político, ni con discusiones parlamentarias, 
ni con leyes, ni quejándose de que los jueces dejan a los y las fascistas impunes, 
ni con la policía (aunque sea roja). Así se le refuerza, o se le cambia de color. 
Son la autoorganización al margen de intereses políticos (o lo que es lo mismo: 
intereses de dominación) , la denuncia pública del fascismo y de las y los fascistas, 
la educación en valores libertarios, la prevención de las agresiones y la autodefensa 
consciente y solidaria, quienes harán que el fascismo no sea un obstáculo que nos impida 
construir la anarquía.“
(Grupo revolución social- Juventudes Libertarias de Miranda de Ebro).