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Continua la campaña por la regularización de inmigrantes en Barcelona

CGT Reus.Barcelona.4/9/01. Sigue en Barcelona la campaña de apoyo al centenar de inmigrantes sin papeles desalojados de dos plazas (primero la de Catalunya y luego de la plaza André Malraux) y que fueron detenidos por la policía en una brutal redada. Mientras hay 303 inmigrantes sin papeles acogidos precariamente en locales de 7 asociaciones.

El domingo 2 de septiembre se tuvo lugar una concentración frente a la delegación del Gobierno de Barcelona para exigir la libertad para todos los detenidos de la plaza André Malraux, que no sean expulsados y que se regularice su situación. En la concentración, convocada por la Coordinadora d'Entitats de Solidaritat amb els Immigrants, participaron un millar de personas. En días anteriores, se habían desarrollado una concentración de protesta frente al Centro de Internamiento de la Verneda y otra concentración en la Plaça Sant Jaume con asistencia de unas 300 personas.

L@s inmigrantes sin papeles que han estado ocho meses, durmiendo al raso en la Plaza Catalunya esperando que las administraciones, sobre todo la delegación del Gobierno, los acogiera y estudiase su situación para iniciar los trámites de la regularización, tuvieron como única respuesta primero la indiferencia y luego la represión, los golpes y el encarcelamiento.

El pasado 25 de Agosto, los grupos de immigrantes magrebís y subsaharianos, perseguidos, apaleados, expulsados y detenidos de la Plaza Andrè Malraux, aceptaron la oferta de "acogida" del ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat de Catalunya, priorizando la paralización de las expulsiones y la libertad de sus 68 compañeros detenidos que todavía están en el Centro de Internamiento de la Verneda y los otro 20 que fueron desplazados a los CIE de Murcia y Valencia. Desde la Plataforma de apoyo a los inmigrantes se respetó la voluntad de estos, pero se remarcaron diversos puntos negativos:

- la falta de compromiso de las administraciones sobre la puesta en libertad de los inmigrantes que todavía estaban detenidos;
- la insuficiencia de las plazas disponibles para acoger a todos los inmigrantes;
- la dispersión de los inmigrantes por toda la provincia de Barcelona;
- la falta de concreción sobre la duración del alojamiento.

Es evidente la falta de voluntad política de ninguna de las Administraciones para frenar la aplicación brutal de la más represiva interpretación de la Ley de Extrangería, por todo ello se hace un llamamiento a la sociedad catalana a que tome conciencia discutiendo y debatiendo en su entorno sobre los derechos básicos de las personas: libre circulación, trabajo, vivienda... y se movilicen para exigirlos.

La Plataforma de apoyo a los inmigrantes denuncia asimismo que tras el acuerdo de acogida de inmigrantes alcanzado por los colectivos de inmigrantes con la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona se ha producido el incumplimiento del acuerdo alcanzado entre la Plataforma y las Administraciones, Cruz Roja y Cáritas. Estás últimas niegan la asistencia a parte de los inmigrantes acogidos en las asociaciones, alegando criterios que no estaban en el acuerdo. Cruz Roja además, ha retirado la asistencia y expulsado a 25 de los 69 acogidos inicialmente, alegando que no cumplían los requisitos (Recurso previo al 1 de Agosto y no tener decretada orden de expulsión). El acuerdo entre Plataforma y Administraciones era claro: las administraciones se comprometían a acoger a todos los inmigrantes alojados en las asociaciones, sin discriminaciones de ningún tipo.

La Plataforma de apoyo a los inmigrantes recuerda también que mientras, continuan 303 inmigrantes acogidos precariamente en locales de 7 asociaciones.

La Plataforma de apoyo a los inmigrantes de Barcelona nació ante el rechazo por las actuaciones policiales y judiciales contra los inmigrantes desalojados de la Plaza Catalunya. La Plataforma es sólo un eslabón en el proceso de denuncia generado ya por la sociedad catalana a través de diferentes organizaciones sociales, políticas y sindicales, ante la injusticia, la exclusión social y la represión policial llevados a término por el gobierno español y su ley de extrangería.

Para más información:
http: //www.prouexpulsions.cjb.net

Transcribimos a continuación el manifiesto leído en concentración del 2 de septiembre:

"Durante las últimas cuatro semanas la ciudad de Barcelona ha sido escenario de unos acontecimientos que resultan tremendamente bochornosos, por injustos e inmorales. Hemos sido testigos de un trato inhumano hacia unas personas cuyo delito ha sido ser pobres y no pertenecer al selecto club de los países llamados desarrollados, que huyen de la miseria, de la pobreza y de la guerra, y que merecen, por encima de cualquier consideración política, social o económica el respeto absoluto a su dignidad como seres humanos.

Paradójicamente, en un mes en el que grupos de turistas visitan Barcelona atraídos por lemas que proclaman su carácter hospitalario y abierto, y que algunos reclaman como modelo de civismo y urbanidad, pretendiendo para ella la capitalidad de la Mediterránea, otras personas han sido tratadas de forma brutal.

Después de meses de vivir al raso en la Plaza Cataluña, impedidos de trabajar porque la Ley de Extranjería les obliga a una miserable invisibilidad social, fueron desalojados por orden del Ayuntamiento y condenados a vagar por plazas y calles, acosados, perseguidos y por último internados algunos, deportados otros y escondidos muchos de ellos en locales sociales. Todo ello en aplicación de unas leyes y reglamentos cuya dimensión restrictiva poco ayuda a soluciones dignas.

Su problema, por desgracia, no ha terminado. Persiste la angustia ante la posibilidad de las deportaciones que la Delegación de Gobierno no está dispuesta a parar y el maltrato por unas leyes que no por ser legales nos resultan justas. Las negociaciones con las Administraciones han puesto de relieve su irresponsabilidad y falta de capacidad para resolver esta situación. Por ello exigimos al Ayuntamiento, a la Generalitat y al Estado Central que asuman sus responsabilidades y que no ofrezcan más el triste espectáculo de estos días. Reclamamos una salida humanitaria y sobre todo digna para las personas afectadas por el actual problema y que esta ciudad esté a la altura del grado de tolerancia y solidaridad que sus responsables dicen tener.

Por desgracia, muchos de nosotros y nosotras no podremos olvidar algunas imágenes que han sido un golpe moral para nuestras conciencias. Pero más aún quisiéramos que nunca se olvidara que cuando hablamos de personas, lo hacemos en referencia a hombres y mujeres que están entre nosotros, los hemos conocido esto días, y que cuando las Instituciones hablan de derechos, lo hacen refiriéndose a gentes con nombre y apellidos, a personas tan reales como los que conocemos en nuestra cotidianidad más cercana, con virtudes y defectos, pero profundamente humanas, como nosotros mismos o nuestros vecinos.

No podemos permitir que las palabras empleadas por las administraciones pierdan su sentido y que cuando se hable de Barcelona como capital de la interculturalidad o de Cataluña como tierra de acogida se haga como meros lemas vacíos de significado y objeto de una propaganda que olvida lo esencial: que las personas son lo primero y el sujeto de toda actividad política, social, económica o cultural. La libertad, los derechos individuales y colectivos, la convivencia, la solidaridad, el bienestar, el desarrollo personal y social no son meros decorados en pomposas declaraciones políticas o en complejos preceptos vigentes, sino que son elementos vitales para nosotros y nosotras, cualesquiera que sea nuestro origen, nuestro nombre, nuestra raza, nuestra lengua, nuestra condición.

No queremos una hermosa ciudad de diseño donde no quepan las personas ni un país grandioso donde la gente sea lo de menos. Creemos, como dice el lema que llenó nuestras calles al principio del verano, que otro mundo es posible, un mundo de personas libres y sin exclusiones. Por eso no podemos permitir que lo vivido en este mes de Agosto se mantenga por más tiempo ni que vuelva a repetirse. Por eso tenemos que exigir que las prioridades políticas, para que sean justas, se hagan a medida de las personas, con criterios humanos y no mercantiles. Por eso hemos de seguir diciendo no a hechos como los actuales. Porque su dignidad es la nuestra y su derrota significaría una derrota para todos y todas como sociedad.

Plataforma de Apoyo a los Inmigrantes
Barcelona, 2 de Septiembre de 2001"

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