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Especulaciónes sobre la alta tensión. Reflexiones sobre una movilización de barrio

Orcasitas. Radio Elo 12\12\01. Las movilizaciones que desde el verano se han venido desarrollando en Orcasitas para exigir una solución al problema de los cables de alta tensión comenzaron este verano cuando un grupo de vecinos se sublevó contra un hecho flagrante: Las torretas de cables estaban siendo aproximadas a las casas de los vecinos para evitarle perjuicios estéticos a una promoción de viviendas que el grupo PRASA está poniendo a la venta en las inmediaciones.

Sin entrar a valorar las forma en que esta empresa a conseguido los terrenos (habría que preguntar al concejal más ultraderechista del PP, Alberto López Viejo), el hecho suponía un absoluto desprecio a los vecinos de Orcasitas, que habían pedido el enterramiento de los cables históricamente. El PP no dudó en defender los intereses de la inmobiliaria frente a los vecinos de Orcasitas, que tradicionalmente se han mostrado díscolos y poco proclives a votarles en las elecciones.

La movilización rápidamente fue asumida por la Asociación de Vecinos del barrio que puso sus medios a disposición de los vecinos para dar cohesión a la movilización que se iniciaba.

Los acontecimientos posteriores son conocidos: asambleas, manifestaciones, carteles, grupos de trabajo y una inesperada repercusión en la prensa.

Han pasado ya algunos meses, los suficientes como para sacar algunas conclusiones acerca del desarrollo de la protesta:

§ La movilización se desencadena de manera espontánea pero de no haber existido un grupo organizado en el barrio hubiera sido muy difícil mantener su continuidad en el tiempo. Los vecinos, sin medios ni experiencia en la negociación, hubieran perdido el pulso a las primeras de cambio. Tenían enfrente a Unión Fenosa, El Ayuntamiento de Madrid y la inmobiliaria PRASA. La Asociación de Orcasitas dinamizó la movilización del barrio gestionando la convocatoria de asambleas y poniendo a disposición de los movilizados el repertorio de protesta adquirido en su experiencia histórica.

§ Algunas asociaciones cercanas, viendo que la movilización iba en aumento, se suman al grupo de trabajo, con más preocupación por quedarse fuera que convicción. Aparecen así los problemas de protagonismo donde destaca como factor crítico el colectivo Villorca (4 miembros) que intenta, sin conseguirlo, menoscabar a la Asociación de Vecinos de Orcasitas ante los manifestantes. Sus propuestas, encaminadas a trasladar a su local la Asamblea, son rechazadas por la propia Asamblea, tras lo que se retiran de la movilización. Este colectivo había invitado para su pregón en las fiestas de Junio al concejal del PP, por lo que no tenía buenas relaciones con la Asociación de Vecinos de Orcasitas. El resto de asociaciones de la zona se limitaron a prestar un apoyo más testimonial que efectivo debido, en parte, a su falta de capacidad movilizadora.

§ Los partidos políticos aparecen más tarde, cuando el tema ya está en la prensa. PSOE e Izquierda Unida intentan sacar su particular rédito político. Ambos se muestran dispuestos a colaborar con los vecinos y de hecho lo hacen a su modo (planteando unas preguntas en el Pleno Municipal y la Asamblea de Madrid e iniciando una recogida de firmas). Haciendo balance de su participación pienso que los partidos llegaron tarde y no con la intención de sumarse a la dinámica emprendida por los vecinos sino más bien al contrario, servirse de los vecinos para llevar a cabo sus proyectos o arrogarse la representación de los movilizados en un posible mercadeo con el PP.

§ El conflicto se desarrolla en un momento de ciertos movimientos entre las elites. Me refiero al sector eléctrico donde Unión Fenosa está dispuesta a soportar una publicidad negativa durante un tiempo limitado si a cambio sirve para presionar a las administraciones públicas para que entierren los cables. Vamos, que nuestras protestas les estaban siendo útiles de una manera indirecta pues presionaban al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid para que les pagaran a las eléctricas el enterramiento de los cables. Se estaba negociando un convenio desde hace algunos años y a Unión Fenosa le interesaba resolverlo cuanto antes. En pocas palabras, que el enterramiento de los cables de alta tensión, consecuencia del negocio de las eléctricas, lo vamos a pagar entre todos y todas.

§ La postura de Ecologistas en Acción, el grupo ecologista más activo y solvente de Madrid, merece algunas apreciaciones. Manifestaron su apoyo con matizaciones. Algunos de sus miembros estuvieron presentes en la protesta pero no terminaron de involucrarse. Ecologistas en Acción, con buen criterio, no quiere refrendar afirmaciones tremendistas que, de no cumplirse, redundan cuan boomerang en descrédito para el movimiento ecologista. Esta práctica tan saludable puede convertirse en una rémora sino existe un análisis valiente de los acontecimientos. Si bien es cierto que algunas de las pancartas de los vecinos contenían lemas aun no probados científicamente como que "Los cables producen cáncer", no es menos cierto que las consignas que presidían las manifestaciones eran más cuidadosas y abogaban por el enterramiento apelando a cuestiones de salud (en general), estética, pidiendo un estudio epidemiológico, etc. Los vecinos estábamos abiertos a recibir información sobre las repercusiones de los cables de alta tensión aunque estas fueran contrarias a nuestros argumentos de partida. Nos hubiese gustado recibir un apoyo técnico en la negociación con Unión Fenosa. La eléctrica nos inundó con informes (pagados por ellos) que supuestamente demostraban que los cables de alta tensión eran inocuos. Los vecinos solo podíamos esgrimir nuestra contundente realidad: en Orcasitas el cáncer de mama es tres veces superior a la media de Madrid. En fin que, aunque es de agradecer el apoyo de Ecologistas en Acción, podían haber tenido una postura más comprometida sin necesidad de renunciar a sus planteamientos.

§ La prensa ha tenido un papel destacado en todo este asunto. A falta de noticias en verano los cables se convierten en el tema de comentario. El Grupo Prisa (El País y la SER) es el primero en hacer un seguimiento, sumándose luego La Razón, ABC, Metro, y algunos más. Informan desde diferente perspectiva pero juegan su juego. El País nos utiliza como un tema más para minar al PP en Madrid, con lo que la relación en un principio fue positiva. Solo a finales de Octubre, coincidiendo con un espectacular patrocinio del Programa Hora 25 por Unión Fenosa, la Ser anuncia que ha finalizado el conflicto, una noticia que da sin contar con los vecinos que no solo no lo habíamos finalizado sino que estábamos en plena ebullición. Por su parte La Razón, ABC y la revisteja USERA (financiada en parte por el Ayuntamiento de Madrid y comerciantes del PP) actúan según lo esperado y sirviendo a los intereses del Partido Popular se limitan a darnos caña. Onda Cero (Grupo telefónica), la COPE y el Diario El Mundo simplemente nos ignoran. Curiosamente para ellos no es noticia que se manifiesten 2000 vecinos en un barrio de Madrid. Mención aparte merece el diario Metro que, aunque de forma sensacionalista, publica un artículo de los vecinos.

§ La UPA MOLOTOV nos produce una agradable sorpresa. Rompiendo la dinámica despreciativa hacia el movimiento vecinal que se ha instalado desde hace años en algunos colectivos de la izquierda madrileña y a la recíproca, comprobamos que apuestan por nosotros. Nos llaman, están pendientes, se preocupan por llevar a la práctica eso del periodismo comprometido y pegado a los problemas de la gente. Si bien es cierto que no todo el movimiento asociativo merece la pena, algunas iniciativas de base cuentan con respaldo vecinal y hay que tenerlas en cuenta pues pueden ser interesantes. La UPA hizo un estupendo trabajo para la confluencia del movimiento asociativo tradicional con los denominados nuevos movimientos sociales. Llevó a la práctica eso de pensar global y actuar en lo concreto, en lo local. Iniciativas como esta suponen un acercamiento en lo práctico. Es en estas pequeñas buenas prácticas y no solo en las macro-reuniones de colectivos, donde se forja un auténtico movimiento antiglobalización enraizado en la realidad.

En resumen: durante algunos meses se puso en marcha un juego marcado por la contingencia donde participaron diferentes actores (políticos, económicos, mediáticos y sociales) cada uno con sus intereses y propuestas, pero no olvidemos que quienes iniciaron la partida fueron los vecinos de Orcasitas (sin K) de manera espontánea. (esa aldea de temibles bárbaros que escucha al Fari y apenas han oído la palabra globalización pero que salen a la calle, hacen asambleas y plantan cara a aquello que les parece injusto).


Fdo. Eloy Cuéllar Martín Vecino de Orcasitas

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