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principal UPA - infos - molotov - archivo - agenda - emilio Erase que se era la rehabilitación de Lavapiés 19/12/01. Y, así, como si fuera un cuento ha sido y está siendo la rehabilitación de Lavapiés, porque en realidad ha sido eso mismo un cuento, una milonga, en el que tras prometer plazas, calles y viviendas de calidad, tras un aparente intento de dar participación a los protagonistas reales, tras mucho erase que se era y mucha moraleja Lavapiés no se rehabilita, Lavapiés no se cuida, Lavapiés es el cuento de la haba que nunca se acaba, el cuento de la lechera , y así que tanto va el cántaro a la fuente que de pronto se rompe Lavapiés es el cuento de lo estratégico sobre lo se especula, Lavapiés es el barrio que no le gusta ayuntamiento, Lavapiés es el centro de Madrid y es dificil de ignorar que existe tal y como es y de este modo nace el cuento de la transformación, del cambio, del sueño del ayuntamiento en convertir el Lavapiés de todos en el Lavapiés de unos pocos, de un barrio estético y aparente, de un barrio que hela y respire dinero y clase, sofisticación, y no el lavapiés que despide diversidad y mezcla, movimiento y conflicto y por consiguiente cambio, crítica, participación y acciión. Pero el Lavapiés que presume el sueño del ayuntamiento y el sueño de muchos otros, no esperaba encontrarse con vecinos y vecinas que no quieren que le transformen el barrio, que no admiten metamorfosis económicas, que no permite que le echen del sitio donde vivió siempre, un tejido que sale a la calle y se queja, que denuncia y que desea construir su barrio, que desea participar en la rehabilitación de su barrio, y que quiere hacerlo activamente. Esto que parece el verdadero cuento, por aquello de la magía y la ilusión es lo que vive como amenaza el ayuntamiento, y, como teme a la participación pone medidas para contener la acción vecinal ¿ y qué es lo que ha de temer si lo que hace en el barrio es supuestamente mejorarlo? pues está claro que no lo está mejorando, y, que tampoco era ese su cometido, ese ha sido el cuento de la caperucita roja a la que el lobo se quería merendar. Y, eso se pretende, llenar al barrio de actividades multiculturales, de aceras nuevas, de un centro para desarrollar iniciativas, de viviendas nuevas, bonitas y muy apetecibles, pretenden también cerrar los ojos y dar azucarillos para contentar a los vecinos que ya no se creen ni las inaguraciones oficiales con villancico ni con pase de moda. Cerrar los ojos ante un barrio en el ir al centro de salud requiere no estar enferme, en el que caminar por las calles casi no se hace posible por el tráfico, un barrio en el que las viviendas se caen de la mano de la especulación, un barrio qu para participar se precisa no pensar, y para formar parte de la iniciativa social no se puede ser crítico. Sí, un barrio, en el que cada día las situaciones son más
evidentes y que se quieren vestir de domingo, para que parezca otra cosa.
Afortunadamente Lavapiés no se viste sólo de domingo sino
también de lunes, martes, miercoles,
y sus vecinos piensan
y sus vecinos denuncia. Es por eso que existela Red de vecinos de Lavapiés,
porque los vecinos quieren el Lavapiés de charanga y planfleto
de moda alternativa. Los vecinos de Lavapiés no quieren quedarse
mudos ante un casero que especula con su vivienda y pretende dejarlos
en la calle, los vecinos de Lavapiés desean participar en el centro
comunitario, desarrollar ideas, construir, crear. Los vecinos piden en
definitiva formar parte del proceso de rehabilitación de su barrio
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