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principal - infos - molotov - archivo - agenda - emilio Extracto de una entrevista a Juan I. Ortiz de Urbina, abogado de Eduardo García "Contra Eduardo no tienen nada; es un montaje" ¿Cuáles son los últimos elementos del montaje
policial contra Eduardo? La policía afirma, en un informe entregado al juez, que ha constatado
la existencia de una célula anarquista de apoyo a presos formada
por Eduardo y otros dos acusados, que ha mandado varios paquetes bomba
a periodistas. Y dice llegar a esta conclusión sobre la base de
un exhaustivo y completo seguimiento y vigilancia de estas tres personas.
Como yo sé que Eduardo es inocente, le solicité al juez
que pidiera a la policía una información detallada sobre
dichos seguimientos. En un escrito firmado nada más ni nada menos
que por el jefe de la brigada de información se afirma que una
manifestación anticárceles que se produjo en marzo del 2000
frente a la sede de instituciones penitenciarias en Madrid, dos agentes
de paisano de dicha brigada infiltrados en la manifestación vieron
juntos a Eduardo, a Stefanie y al tercer imputado. ¡Eso es lo que
tienen! ¡Estos son los "exhaustivos seguimientos"! Declaran
ver una vez a 3 personas juntas en una manifestación y esto les
basta para sostener que forman "una célula" e imputarles
graves delitos. Por otro lado, la prueba del ADN de la saliva recojida de los sellos
de los paquetes bomba enviados a los periodistas no sirvió. La
comparación de las huellas dactilares de mi defendido y las de
los envoltorios de los envíos también dio negativo. Las
pruebas caligráficas, cuyas conclusiones son muy exactas puesto
que incluso identifican la escritura aunque la intentes disimular, dieron
negativo. Por cierto que en su largo informe la policía sólo
recoge "un cierto parecido" entre una de las "h" de
uno de las paquetes bomba con la forma de escribir esta letra de Stefanía,
una de las acusadas de formar la supuesta célula. Esto lo resalto
porque es revelador de cómo se puede redactar un informe de tal
forma que en vez de decir que no han encontrado nada, de pueda introducir
la idea de que sí que hay algo detrás. La prueba caligráfica
es una técnica muy depurada y exacta y el informe policial en vez
de reconocer que no se puede relacionar la escritura de los acusados con
la de los envíos, recoge esta similitud para dar verosimilidad
a unas imputaciones carentes de fundamento. Se busca confirmar una idea
preexistente no hacer una análisis objetivo. Las acusaciones contra mi defendido no se sostienen, no tienen nada, se basan en actuaciones policiales que son falsas, no erróneas sino totalmente falsas. Recordemos que la detención de Eduardo se produce durante "la semana fantástica de El Corte Inglés" durante la que la policía "demostró" su eficacia al coincidir numerosas detenciones del GRAPO en París, del comando Vizcaya y de esta supuesta célula anarquista en Madrid. Por cierto que de esta célula de apoyo a presos, Stefanía Maurette detenida inicialmente junto a Eduardo ha desaparecido de las acusaciones policiales, sin explicación alguna y del tercer acusado -no se sabe exactamente de qué le acusa la policía- supuestamente la policía le sitúa en Italia pero no parece hacer ninguna gestión para localizarlo, ni ha emmitido una orden de busca y captura, ni solicita su extradición. Parece que han perdido el interés por él. Esta es la consistencia de las afirmaciones policiales. ¿Brevemente, cuales son las acusaciones que pesan sobre
Eduardo?. Actualmente tiene causas en varios juzgados cuando inicialmente
sólo tenía acusaciones en uno. Contra Eduardo se presenta una primera acusación genérica
de atentar con paquetes bomba contra periodistas, que luego se concreta
en una causa judicial por cada paquete bomba enviado. La instrucción
de estas causas recae en 3 juzgados de instrucción de la audiencia
nacional. Inicialmente Eduardo es encarcelado por decisión del
juez Juan del Olmo pero a los pocos días este juez decide pornerlo
en libertad con una fianza de 5 millones de pesetas. Tras las filtraciones
interesadas por parte de la policía que son ampliamente recogidas
por varios periódicos y la intensa campaña que se desata
sobre todo por parte del diario "El Mundo", mi defendido vuelve
a ingresar en prisión. Esta campaña de prensa fue constante,
continua y hasta ofensiva contra Eduardo y su familia y en ella no se
privaron de intervenir políticos, periodistas, comentaristas ...
opiniones que todas ellas carentes de justificación por ser en
ese momento secretas las actuaciones. Pero lo que ha difundido la prensa
ha sido siempre la versión policial. Yo me he ofrecido a todos
los medios a realizar entrevistas y a facilitarles toda la información
necesaria pero no parece interesarles mi ofrecimiento. Un periodista de
"El Mundo" me confesó que en la redacción le habían
dicho que "no interesaba". Volviendo a las imputaciones contra Eduardo, las diferentes causas han
tenido un trato diferente. Uno de los juzgados ha dictado auto de puesta
en libertad para mi defendido, un segundo, el juzgado de instrucción
nº 6, cuyo titular es el juez Juan del Olmo y que ordenó el
encarcelamiento de Eduardo, se puede decir que técnicamente a archivado
la denuncia, porque ha vuelto a decretar su libertad bajo una fianza de
un millón de pesetas. Si mi defendido permanece en la cárcel
es por decisión del juzgado nº 3 que es el que lleva la señora,
por no llamarla de otra manera, María Teresa Palacios, que mantiene
en prisión a mi defendido sin ni siquiera haberle oído,
es decir sin haber celebrado la vistilla preceptiva antes de ordenar su
encarcelamiento, y en base a las mismas actuaciones por la que los demás
juzgados han decretado su libertad. He presentado un recurso ante la Audiencia
para intentar que esta señora tome declaración a Eduardo. También he solicitado a la señora Palacios que su juzgado
pidiera las grabaciones o sus transcripciones que Instituciones Penitenciarias
(II.PP) hace de las comunicaciones de los presos FIES para que se conozca
lo que Eduardo ha hablado en su visita y sus cartas con los presos que
desde la cárcel supuestamente le han dirigido. Para sorpresa mía,
esa señora me contesta que para qué quiero esas grabaciones
y que no vienen al caso. Si la acusación contra Eduardo ya incluye
no sólo el supuesto envío de los paquetes bomba sino también
la presunta participación en una célula de apoyo a presos
dirigida por reclusos FIES a los que este mismo juzgado ha llamado a declarar,
es lógico solicitar actuaciones que demuestran lo contrario. Pues
bien esa señora no entiende o no le interesa esa sencilla lógica.
Por cierto que uno de estos supuestos jefes de esta tama ya no es el que
inicialmente se mencionaba -Santiago Cobos-, sino un preso del que no
me acuerdo ahora mismo el nombre salvo que parece como de origen marroquí.
[Nota Molo: en sus declaraciones ante el juez en la 2º semana
de marzo, Gilbert ha reconocido escribirse con Eduardo y que haber sido
visitado por el cuando estaba en Huelva, mientras Lavazza y el tercer
imputado afirmaron no conocer al joven] Hay que destacar que entrar en la Audiencia Nacional es perder todos los derechos procesales. Este tribunal de excepción es heredero de los antiguos tribunales franquistas de Orden Público y su existencia es una mancha en cualquier ordenamiento que se pretenda democrático. Es un tribunal donde las decisiones políticas tienen mucho peso y con un funcionamiento muy peculiar. Cuando voy a un juzgado, como abogado, un funcionario judicial me entrega una copia de las actuaciones que conforman la causa, me las llevo al despacho y trabajo con ellas. En la audiencia tuve primero que esperar varias semanas para poder tener acceso a la causa y a los informes policiales. Cada vez que voy al juzgado para una actuación relacionada con esta causa, me hacen esperar unos tres cuartos de hora y me entregan una copia que solo puedo leer ahí mismo y que tengo que estudiar en un despacho que tienen la deferencia de dejarme un rato. En una ocasión, a la entrada de la audiencia, un periodista me hizo una pregunta sobre una actuación que yo, el abogado defensor, desconocía. Tras entrevistarme con el juez, este me informó del trámite en cuestión. Cuando salí del edificio le comenté al periodista que tenía la información antes que yo. Y esto sin mencionar que yo he seguido por la prensa las actuaciones cuando estaban declaradas como secretas y solamente las conocía el juez, el fiscal y parte de ellas, la policía y a mi no me dejaban acceder a las mismas.
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