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El Area Telemática del
Laboratorio
La tecnología como proyecto antagonista
Desde su primera ubicación en Embajadores 68, hace justo cuatro
años, el CSOA el Laboratorio ha contado con algunas personas que
han mantenido una sala de ordenadores, tratando de llevar adelante ciertas
iniciativas socio-técnicas que utilizan la informática aplicada
a la telecomunicaciones como herramienta de cooperación y de liberación
del conocimiento. Le llamamos el Area Telemática del Laboratorio.
A lo largo de este tiempo y de manera ininterrumpida lo ha usado infinidad
de gente, de modo esporádico o habitual, si bien -quién
sabe por qué- no suele mencionarse su existencia cuando se enumeran
las actividades permanentes y los talleres más variopintos del
Centro Social. En las siguientes líneas intentaremos paliar ese
olvido y explicar esta experiencia tan singular, que la amenaza de desalojo
sobre el Laboratorio puede dar al traste.
Un deseo fundacional del Area Telematica del Laboratorio (ATL) era no
convertirse ni en un grupo que ``se adueñase'' de la costosa infraestructura
ni tampoco en una especie de cibercafé o lugar ``enrollao'' que
dispensara servicios informáticos. Desde el principio entendimos
que había dos espacios de intervención claramente diferenciables.
Uno es la parte física, material, del ATL: las máquinas,
la infraestructura de conexión, la red local, los cursos y talleres,
el reciclaje de hardware, etc. El otro está más allá
de la pantalla y del centro social, de un espacio físico determinado:
el ciberespacio.
El área física
Tras el desalojo del primer Laboratorio, reconstruimos no sin esfuerzo
el ATL.1 Con mucha más xperiencia y apostando por completo por
el software libre, instalamos una red de área local con posibilidad
de hasta ocho puestos, incluyendo un ``router''(un modesto 486) que permitía
conectar todos los ordenadores a Internet a través de una sola
línea RDSI contratada. El router realizaba también tareas
de cortafuegos (invisibilizando nuestra red local desde el exterior),
de servidor de impresión, de sistema remoto de ficheros (NFS) y
de contraseñas (NIS), todo lo cual permitía conectarse desde
cualquier puesto y que cada cual tuviese siempre disponibles su entorno
personalizado y sus datos independientemente del ordenador que usase.
Al popularizarse los cibercafés y abaratarse las conexiones, empezamos
a priorizar los usos basados en software libre por encima de la facilidad
y la gratuidad para conectarse, aun a sabiendas de que encontraríamos
resistencias y dificultades por la cultura informática dominante
basada en el software propietario de Microsoft.
Tratamos de paliar esas dificultades con diferentes sesiones prácticas
y cursos de introducción para facilitar la transición al
sistema operativo libre. También se dio un curso algo más
avanzado para aprender a administrar la red local del Laboratorio. Teniendo
en cuenta el perfil no técnico de los usuarios del ATL, la implantación
de GNU/Linux ha sido un éxito probablemente sin precendentes fuera
de los ámbitos técnicos, hackers o académicos.2Entre
las actividades realizadas, destaca por su especial significación
la conferencia que Richard Stallman nos ofreció en el garaje del
Laboratorio sobre el peligro de las patentes de software. Stallman es
el fundador del movimiento de software libre y sin duda uno de los hackers
más importantes del mundo.
El área inmaterial
Queríamos que el ATL no sólo fuese un lugar físico,
sino que sirviese como ventana al ciberespacio, como punto de intervención
y construcción de redes de intercambio técnico y social
no mercantilista. De hecho, el Laboratorio es bien conocido en la Red
y en los ámbitos del software libre gracias a la participación
activa del Area Telemática en varios de sus foros, tanto a nivel
local como europeo. La asistencia a los Hackmeeting italianos y la participación
activa en la organización del Hackmeeting de Barcelona son un ejemplo.
También destaca la invitación a la zeligConf de París
-un encuentro europeo de contraculturas digitales- o la aceptación
y lectura de una ponencia en el III Congreso de Hispalinux, el evento
anual más importante en relación al software libre del ámbito
hispano.
No es casualidad que el proyecto sinDominio naciese precisamente en
unas jornadas realizadas en el antiguo Laboratorio, en septiembre de 1998,
y que tomase cuerpo en las IV Jornadas de Contrainformación, celebradas
a su vez en el Laboratorio de Cabestreros, en abril de 1999. Hay que recordar
que, si bien el ATL inició su andadura apostando por el Nodo50
-varios miembros del Laboratorio formaban parte del grupo de administración-,
su propio devenir y la negativa completa a alojar el proyecto sinDominio
nos alejaron de dicha organización. La crítica al modelo
que representa el Nodo50 realizada desde el Laboratorio (véase
el texto ``Por qué el Nodo50 ha dejado de interesarme''3) fue decisiva
en la configuración final de sinDominio. Desde el ATL y de manera
remota se ha realizado buena parte de la administración del servidor
de sinDominio. Muchos participantes en sinDominio acceden a sus foros
de debate a través de la red del Laboratorio. Tal ha sido la implicación
en sinDominio que mucha gente ha llegado a pensar (erróneamente)
que el servidor y los locales de sinDominio estaban físicamente
ubicados en Cabestreros...
Se puede decir que el ATL -en su faceta inmaterial- se disolvió
en sinDominio.
Conclusiones
La precariedad de medios, la amenaza permanente de desalojo y la inseguridad
de los espacios okupados siempre dificultó introducir infraestructura
informática en los centros sociales. Pero no fue menos obstáculo
el escepticismo generalizado acerca de la tecnología que el movimiento
de okupación y el espacio autonómo en su conjunto -en el
Estado español, no así en otras partes- arrastraba desde
sus inicios y que neutralizaba cualquier propuesta fuerte en este sentido.
El Area Telemática fue la primera de estas características
en un centro social okupado del Estado español, y de algún
modo rompió con la sospecha sistemática hacia las nuevas
tecnologías, cuando no abierta tecnofobia promovida por un tan
querido como fácilmente manipulable discurso de la amenaza y una
incomprensible y caricaturesca contraposición entre ``lo natural''
y ``lo artificial''. Aunque las cosas han cambiado a mejor desde hace
unos años al quedar más o menos arrinconada la moralina
antitecnológica, ahora lo que impera en la izquierda antagonista
es una noción instrumental en relación a la técnica,
que se limita a tratar de hacer y decir en la Red las mismas cosas y de
la misma manera que en nuestros más que reducidos espacios y que
tampoco aporta nada interesante en este nuevo ámbito.
Sigue siendo tarea difícil realizar desde dentro de los proyectos
colectivos de transformación social una reflexión sensata
acerca de las posibilidades y las alternativas tecnológicas, a
la vez crítica y libre de miedo, que analice el cambio tecnológico
al margen de la razón instrumental o de las constricciones del
mercado y del poder. El Area Telemática ha sido un intento, muy
limitado y modesto, y ciertamente se atisban ciertas luces en forma de
otras iniciativas (p. ej. los ``hacklabs'') y análisis4 en los
que la técnica no aparece necesariamente como Leviatán que
nos ``deshumaniza'' (nos controla, nos oprime...), sino como rasgo específicamente
humano, como un ámbito donde tienen lugar nuestras existencias,
como una relación de posibilidades sobre cuyo curso se puede (y
se debe) intervenir.
Miquel Vidal
<miquel@sindominio.net>
1 Hay un resumen de lo que fue el ATL durante su primer año de
vida en Embajadores 68: http://www.sindominio.net/laboratorio/documentos/atl/atl.htm.
2 Un efecto derivado del uso del software libre ha sido ahorrarnos todo
el problema de virus y gusanos que atormenta a los usuarios de Windows,
y que proliferan especialmente en ámbitos públicos donde
se recibe mucho correo y hay máquinas compartidas.
3 Hay versión en línea en http://www.sindominio.net/biblioweb/telematica/nonodo50.html
4 ``Todos expertos'' de samizdat.net y ``GNU/Linux: un hito en el camino
hacia la sociedad GPL'', de Stefan Merten, son dos ejemplos notables y
recientes en este sentido. Ambos textos se encuentran disponibles en la
BiblioWeb de sinDominio.
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