Las posibilidades de unidad en el mundo sindical nacieron con las movilizaciones unitarias anticárceles impulsadas por la Cruz Negra Anarquista y la Caja Obrera de Resistencia, además del nuevo talante en relaciones externas emprendido por la CNT. En esta lucha unieron fuerzas, y trabajaron en común, la CNT de Villaverde, la CNT de Aranjuez y Solidaridad Obrera (S.O.). Tras ello, participó unitariamente CNT Madrid y S. O., con diferentes resultados y opiniones, en la campaña "Abstención 2000" y se continuó con la lucha anticárceles (Mani 4 de noviembre, Sol-Instituciones Penitenciarias).

Solidaridad Obrera retornó en el mes de marzo a la Coordinadora Sindical de Madrid. Ya había estado en esta coordinadora en los años 92-94, pero la presencia de la CGT, entonces distorsionadora, no dejaba realizar ningún tipo de trabajo en conjunto. En esta coordinadora conviven organizaciones sindicales de distintas procedencias ideológicas y organizativas en distintas fábricas o empresas. Así, además de S.O., pertenecen a la Coordinadora las siguientes organizaciones: la Plataforma Sindical de la EMT, la Alternativa Sindical de Trabajadores de la EMT, la Nueva Plataforma de la Casa de la Moneda, la Comisión de Trabajadores Asamblearios de Iberia y el Sindicato Unitario de ABC. Desde la Coordinadora se impulsaron nuevas actividades, poniendo en marcha una revista propia, de momento trimestral; las Asambleas Abiertas en donde militantes de todas las organizaciones discuten y toman acuerdos sobre temas generales; y lo más importante se impulsan movilizaciones unitarias poniendo en plano de igualdad a todas las organizaciones que quieran participar, nadie se suma a la convocatoria de nadie: la convocatoria es de todos, es unitaria.

En el primer proceso de movilización unitaria contra la reforma laboral, el recorte y privatización de las pensiones y la carestía de la vida sumó a la CNT-AIT, a la CGT y a diversos kolectivos autónomos de barrio, concluyendo en la manifestación del 23 de noviembre en el centro de Madrid. La manifestación superó las expectativas generadas con la presencia de más de 2000 asistentes y con cortejos fuertemente organizados con pancartas y banderas, sobre todo rojinegras.

Paralelamente a lo largo de septiembre y octubre el sindicato de la construcción de la CNT impulsó reuniones unitarias con S.O. y la CGT para poner en marcha una campaña común en este sector, editando un comunicado conjunto en castellano y árabe en este sentido. Esta relación culminaría en la convocatoria del 18 de febrero con la Marcha Fúnebre contra los accidentes laborales y contra la huelga de pantomima convocada por los sindicatos del sistema CCOO-UGT el 2 de marzo.

Se volvió a abrir otro proceso de movilización unitario desde la Coordinadora Sindical de cara a convocar una segunda manifestación el 1 de marzo contra la reforma laboral. En esta ocasión además de las organizaciones que ya habían participado de la anterior se sumaron los STES, varias asociaciones de parados y de vecinos. La manifestación del 1 de marzo superó en asistencia y combatividad a la del 23 de noviembre. Cerca de 4000 personas se manifestaron hasta la Puerta del Sol en un día en el que la lluvia no había cesado de caer.
La lucha contra la reforma laboral continúa con otro proceso unitario abierto, pero esto sería cuestión para otro artículo. Lo cierto es que la unidad sindical, hasta ahora ha sido la relatada en estas líneas. No ha habido más. No hay ningún proceso abierto de debate sobre estrategias, ideología, tácticas. No hay ningún atisbo que permita ver una hipotética unidad organizativa, no ya de todas las organizaciones sindicales que convocamos y trabajamos unitariamente estas movilizaciones, ni tan siquiera entre las distintas tendencias del anarcosindicalismo. Un proceso de este calado, del que tan necesitada esta la clase trabajadora, exigiría una voluntad férrea de unidad por parte de la militancia y afiliación de las distintas organizaciones y esto por mucho que nos pese a algunos hay que admitir que no se da. La marcha fúnebre fue una buena muestra de ello, sólo 150 asistentes, y no es excusa el mal trabajo preparatorio de la misma, la afiliación de las tres organizaciones era conocedora de la convocatoria.

Es por ello que lejos de pretender echar jarros de agua fría a la unidad, tengamos que convenir que el camino hacía la misma aún parece largo y difícil, sin embargo no cabe duda que nos encontramos en mejores condiciones que hace unos meses. El 1º de Mayo puede ser unitario, seria otro paso nada desdeñable.

Abril 2001
Manuel Fernández Suárez. Solidaridad Obrera

Nota del MOLOTOV: Finalmente, parece que la convocatoria del 1 de mayo no va a haber toda la unidad deseada ya que la CNT mantiene su propia convocatoria. El resto de los sindicatos antes mencionados si van juntos. Más información en el proximo numero.
Pepon