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principal UPA - infos - molotov - archivo - agenda - emilio Garzón clausura la revista Ardi Beltza y mantiene en la cárcel
a su director El viernes 27 de abril, el juez de la Audiencia Nacional Baltazar Garzón comunicó al representante legal de Arakatzen SL, empresa editora de la revista Ardi Beltza que iba proceder a "una eventual suspensión de actividades" de esta publicación mensual. En una comparecencia muy breve el magistrado informó al representante
que le hacía comparecer porque este trámite es una exigencia
legal para poder aplicar a la revista el artículo 129 del código
penal, artículo que permite durante cinco años la clausura,
el cierre o la liquidación de una empresa y de publicaciones acusadas
de pertenencia a banda armada. Por su parte el representante de la editora
presentó ante el juez un recurso de apelación y le notificó
que se opone a la medida por considerarla anticonstitucional y desproporcionada,
y que vulnera los derechos a la libertad de información y de expresión.
Añadió que el cierre abocará al paro a toda la plantilla
de Ardi Beltza. Según informó una radio, el juez hará
efectivo el cierre tras el madrileño puente del 1º de mayo.
Con este anunciado cierre serán tres los medios de comunicación
que Garzón clausura bajo la acusación de colaboración
o pertenencia con ETA dentro del macro sumario 18/98. Mediante este sumario
todo terreno abierto desde hace más de dos años, Garzón
mantiene imputadas a más de 80 personas, ha registrado sedes de
varias organizaciones políticas y empresas y ha clausurado varias
de ellas. Por su parte l@s trabajador@s de la revista consideran que la mejor forma
de defenderse de estos ataques es sacar un nuevo número por lo
que, aunque con menos páginas, en breve intentaran que esté
en la calle el número 16 de Ardi Beltza. Por otro lado Pepe Rei, director de Ardi Beltza fue hospitalizado durante varios días por segunda vez desde que fue encarcelado en la prisión madrileña de Alcalá Meco el pasado 18 de enero. La familia del periodista exige su inmediata puesta en libertad ya que los informes de los diferentes médicos que le han tratado tanto en la prisión como en el hospital admiten o afirman que es la cárcel la que le produce el estrés que a su vez le provoca la hipertensión y los ataques cardiacos. Sus allegados temen que en la prisión no se pueda controlar su tensión -como ya lo demostró su anterior hospitalización- y que los servicios médicos no lleguen a tiempo de atenderle en caso de un nuevo ataque cardiaco. Por ello consideran que al mantenerlo encarcelado "Garzón está jugando a la ruleta rusa con la salud" del periodista que padece una enfermedad coronaria, ha sido operado varias veces del corazón y tiene colocados cuatro by-pass. Según informó su familia, el 6 de abril, a las 6.30 h. los carceleros despertaron al periodista y le ordenaron se preparara para una conducción sin darle más explicaciones. Esto alteró al preso de tal forma que empezó a sentirse mal. Tras tomarle la tensión (20 de máxima y 13 de mínima) el médico de la cárcel, desautorizó la conducción y ordenó su ingreso hospitalario. Rei permaneció ingresado en la sección penitenciaria del
madrileño hospital 12 de octubre hasta que el 24 de abril, día
en que fue de nuevo encarcelado tras recibir el alta médica. Los
facultativos del hospital, tras someterle a varias pruebas, le diagnosticaron
una nueva lesión en sus arterias que explica que en situaciones
de estres la sangre no circule bien. Por ello debe estar sometido a medicación
constante para controlar su tensión. Pese al delicado estado de
salud del preso, en opinión de la familia, ni los médicos
del hospital ni el de Alcalá Meco se deciden a explicitar en sus
informes que es la cárcel la que agrava su dolencia ni se atreven
a exigir su excarcelación por motivos de salud. Por otro lado, la situación económica de la revista Ardi Beltza se ha complicado, tras el anuncio por parte de Garzón hace casi un mes en todos los medios de comunicación de su inminente clausura judicial. Los bancos se niegan a conceder nuevos créditos y por su parte numerosos proveedores de servicios han solicitado el adelanto de los plazos de los pagos. Incluso están en peligro las nóminas del último mes. Pepín
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