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Grupo de Aprendizaje Colectivo sobre la Energía en la Escuela Popular de Prosperidad

Cuestionando el modelo energético: una experiencia descentralizadora de producción


Tanto por la continua presencia de la energía en nuestras vidas, como por el impacto ambiental que provocan su generación y transporte, decidimos formar, en la Escuela Popular de Prosperidad (Madrid), un grupo de aprendizaje colectivo sobre la energía.
Presentamos aquí una actividad, realizada el pasado 23 de febrero en Puebla de la Sierra (Madrid), en colaboración con la cooperativa ganadera "los Apisquillos", cuyo contenido da una idea clara de nuestra labor y planteamientos.
La actividad, abierta a la participación de las personas interesadas, tuvo dos fases, una técnica y otra teórica. La primera consistió en la instalación de un sistema autónomo de producción y consumo de energía, basado en la generación solar fotovoltaica (paneles eléctricos). El diseño del sistema se había hecho previamente partiendo de la necesidad energética (3 puntos de luz) y consistía en una placa solar, una batería, un regulador y el circuito de iluminación. El montaje se llevó a cabo con la participación de tod@s l@s asistentes, previa explicación de los detalles técnicos. Con ello, pretendíamos acercar a la gente una labor que se suele suponer reservada para especialistas y que, sin embargo, con una pequeña explicación y trabajando de forma cooperativa queda al alcance de todo el mundo. También tuvimos un debate sobre el modelo energético, y nos preguntamos si los parques eólicos son realmente una alternativa.
En cuanto al modelo actual de generación de energía, éste responde a los esquemas empresariales de cualquier otro campo de la economía: No se trata de cubrir las necesidades sociales, sino de obtener el máximo beneficio empresarial, y después convencer a la población de que han de despilfarrar para ser felices.
Cuando las previsiones de consumo se acercan a los 40.000 megavatios (MW), lo que equivale a 40 centrales nucleares, no se dice que esto es una exageración, que conlleva un enorme impacto ambiental y que urge plantear un uso racional de la energía; sino, bien al contrario, se afirma que el aumento en la demanda de energía es un dato positivo, porque implica crecimiento económico, mientras las compañías eléctricas se frotan las manos dispuestas a poner en marcha todas las centrales que hagan falta.
Las centrales eléctricas instaladas en la actualidad suman más de 45.000 MW, que corresponden aproximadamente un 20 % a nucleares, un 36 % a hidroeléctricas, un 38 % a térmicas y un 6% a parques eólicos. Últimamente, se están sustituyendo las térmicas de carbón por las de gas natural, que aunque contaminan menos, siguen siendo térmicas, a pesar de que en los medios de comunicación aparezcan con el eufemismo "central de ciclo combinado".
Teniendo en cuenta que las hidroeléctricas y eólicas no funcionan en todo momento, y que el protocolo de Kioto implica reducir las emisiones de dióxido de carbono, el futuro energético parece dirigirse hacia las nucleares, tal como defendía recientemente la vicepresidenta de la comisión europea, Loyola de Palacio.
Por su parte, la energía eólica es presentada como limpia y ecológica, y ciertamente lo sería si se instalara de manera racional, a pequeña escala; sin embargo, de acuerdo con su modelo empresarial, se empeñan en instalar grandes parques con decenas de aerogeneradores, cuya altura duplica la de la torre de Pisa (unos 100 m), de cimientos tan grandes como los de una casa (en torno a 80 m2) y que requieren la construcción de vías de servicio capaces de soportar el paso de vehículos pesados.
Precisamente en Puebla de la Sierra, pretenden poner un parque eólico, y sobre ello debatimos. El tema es controvertido, pues en la comparación con las demás centrales, estos parques salen bien parados; sin embargo, desde este grupo, creemos que centrar el debate en la comparación entre grandes instalaciones, significa asumir un modelo centralizador, nocivo ambiental y socialmente, que sólo beneficia a las compañías eléctricas. Por tanto, nuestra propuesta pasa por la descentralización de la producción, la adecuación de ésta a un consumo racional, rechazando de plano los proyectos faraónicos, tipo pistas de nieve artificial para esquiar en agosto en plena meseta castellana, y la tendencia a la autonomía energética, es decir, desengancharnos" de las grandes compañías siempre que podamos.
Por ejemplo, en el pueblo del que estamos hablando, con un generador eólico de 100 metros de altura se obtendría una energía 25 veces superior a su consumo. Una propuesta razonable sería poner un generador, digamos de 20 metros, cuyo impacto ambiental sería asumible, y con el cual todavía sobraría energía para ceder a los pueblos de alrededor.
En el GAC de energía aprendemos/actuamos sobre energía en general, aunque en el aspecto técnico nos centramos en la energía solar fotovoltaica. Los objetivos que nos hemos marcado, además de aprender sobre energía y tecnología asociada, se dirigen a propiciar el debate sobre modelos energéticos y sus consecuencias sociales y ambientales, así como a divulgar alternativas a la producción y consumo actuales. Entre nuestras actividades destaca el proyecto de instalación de un sistema generador fotovoltaico de conexión a red, que se ubicaría en la azotea de la Escuela de la Prospe.
Estamos en la calle Luis Cabrera, nº19,
28002, Madrid, teléfono 915627019.
GRUPO DE APRENDIZAJE COLECTIVO SOBRE ENERGÍA
ESCUELA POPULAR DE PROSPERIDAD

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