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Puchero: Los movimientos sociales frente
al uso de la violencia
La Revolución
noViolenta
GRUPO
ANTIMILITARISTA TORTUGA (MOC) ELX Y ALACANT.
1. LA INSURRECCIÓN VIOLENTA. EL ESPEJISMO DE SIEMPRE.
Estamos de acuerdo en el punto de partida: la violencia primera, la gran
violencia es la del sistema. Siempre lo fue, lo es ahora con el capitalismo
y siempre lo será mientras no se dé un sistema igualitario
en cuanto al reparto de la riqueza y a la descentralización del
poder.
Evidentemente no podemos establecer juicios éticos paralelos entre
esta violencia estructural y fáctica que ejercen l@s poseedor@s,
y la violencia número dos; la de l@s oprimid@s que se rebelan legitimamente
por su postergación e intentan revolucionar el orden vigente.
Pero sí podemos plantear un cuestionamiento y criticar las estrategias
de cambio que abogan por un enfrentamiento violento contra los poderes
del sistema. Ello lo haremos atendiendo a argumentos tanto de tipo práctico-estratégico
como ético-filosófico.
1.- La insurrección violenta de los oprimidos invariablemente ha
dado lugar a la violencia número tres: la de los instrumentos de
represión y control social del sistema. Podemos afirmar que la
práctica totalidad de revueltas y luchas armadas que se han dado
en la historia han concluido con nítida victoria a cargo de las
fuerzas del poder, que ha aprovechado para dar otra vuelta de tuerca a
su dominación. Y ello a costa de un número siempre demasiado
alto de vidas humanas y de sufrimientos de toda especie. Con el tiempo
el poder aprende y sofistica su maquinaria bélica y represiva.
Pretender derrotarla hoy de igual a igual es tan utópico como aspirar
a la conversión repentina al bien de sus cabezas visibles.
2.- Existen testimonios históricos del triunfo de algunas revoluciones
violentas más o menos de base en distintos rincones del planeta.
Pero creeemos que salvando las opiniones de algun@s entusiastas castristas
o nostálgic@s pro-soviétic@s, la mayoría coincidirá
con nosotr@s en que el resultado de estos acontecimientos deja mucho que
desear. La violencia engendra violencia; y es que toda mejora social que
exije una previa conquista del poder y la utilización de sus resortes
para imponerse y perpetuarse, a fuerza ha de asentarse en otra tiranía.
Demasiada tensión entre medios y fines.
3.- Hay quienes fuerzan la historia para pretender que cualquier logro
del presente se obtuvo merced a derramamientos de sangre que sacralizan
ahora aquellas luchas y las blindan de posibles críticas. Nos parece
un argumento tan bienintencionado como falto de rigor. Por poner un ejemplo,
las grandes consecuciones de la lucha obrera se alcanzaron con estrategias
de organización de base, apoyo mutuo y un instrumento de no colaboración
central de la noviolencia: la huelga. Las demostraciones violentas sólo
lograron represión, criminalización de todo el obrerismo
y retraso de las demandas obreras.
4.-Es evidente que el sistema utiliza a su antojo cualquier tipo de violencia
para justificar su represión, y lo que es más importante,
para situar el debate en términos de violent@s y represión,
esquivando así y encauzando la cuestión hacia temas en los
que le afectan mucho menos las críticas que l@s antisistema pretendían
lanzarle.
5.-A pesar de que según Marx sólo la transformación
de la estructura socioeconómica merced a la conquista del poder
por parte de la clase trabajadora podría acabar con el sistema,
pensamos que hay una importante batalla planteada en el terreno de lo
simbólico, lo ideológico y las conciencias (es que Marx
tampoco lo sabía todo). Es evidente que si queremos convencer,
nuestro proyecto político debe ser atractivo tanto en sus fines
como en sus medios. El empleo de la violencia no ayuda precisamente a
ello.
6.-La acción directa violenta interesa al sistema y a sus instrumentos
represivos. Si hay polis que se disfrazan de manifestantes para podernos
acusar de violent@s, el argumento de que la violencia, autodefensa, o
el término romántico y heavy que se le quiera poner, es
útil y legítima, sería el que cualquier@ policía
avispad@ podría intentar colarnos. Y es que pocas cosas les dan
tanta cancha. Ni que hablar hay de la rentabilidad que los medios de comunicación
del sistema le sacan al tema.
7.-En un acto público, el antimilitarista de pro, y precursor de
la objeción de conciencia en tiempos de Franco, Pepe Beunza, dejó
sorprendida a la audiencia con la repetición durante varios minutos
de su intervención de una bíblica consigna: "no matarás,
no matarás, no matarás...". Es hora de poner el ser
humano en su lugar. Estamos cansad@s de aquell@s que quieren resolver
los problemas de la humanidad a costa de la vida ( o integridad física)
de l@s dem@s. La vía violenta ha sido ensayada repetidamente en
la historia. Conocemos sus posibilidades y sus límites. Es hora
de que las personas avancemos en la evolución y nos decidamos a
ensayar sendas revolucionarias que no reproduzcan los medios violentos
del poder. Podemos romper la espiral y enfrentarnos al sistema con herramientas
de cambio que prefiguren el sistema que pretendemos.
2.- CONFRONTACIÓN Y PROPOSICIÓN. LA REVOLUCIÓN
NOVIOLENTA.
Creemos interesante recuperar la políticamente incorrecta palabra
de "revolución", ya que se pretende una transformación
radical del orden de cosas actual
El apellido "noviolenta" habla de una visión integral
y diferente de la revolución: no es sólo la transformación
de las estructuras económicas, se trata simultáneamente
de transformar conciencias y mentalidades (modelo de persona), por lo
cual es un proceso revolucionario que no se podrá imponer, lento
y largo, nunca cerrado ni acabado.
Lo único que queremos destruir es el poder (su concentración),
lo demás preferimos reciclarlo. El objetivo principal apunta a
la conciencia de la persona, a hacerle darse cuenta de su condición
opresora o cómplice por activa o por pasiva de la opresión
y motivarle para el cambio y para que se una a nuestra lucha por una sociedad
noviolenta.
La puesta en práctica de esta revolución noviolenta tiene
dos frentes irrenunciablemente complementarios:
1.-Crítica, denuncia, desenmascaramiento, oposición, enfrentamiento,
confrontación con el sistema o sistemas socioeconómicopolíticos
vigentes. Para realizar esta oposición empleamos la estrategia
de la noviolencia activa. Y para entender que no estamos hablando de pasividad
y resignación cristiana recordamos que entre otras las herramientas
de la noviolencia activa son: no cooperación, huelga, acción
directa, okupación, desobediencia civil, boicot, sabotaje etc.
Much@s han soportado largos años de cárcel, multas, inhabilitaciones
e incluso la muerte en esta empresa.
2.-Propuesta y realización práctica de la sociedad noviolenta.
Proponemos las líneas maestras de nuestra pretendida sociedad noviolenta
al mismo tiempo que el carácter de nuestra revolución. Ello
lo hacemos a dos niveles:
a) Nivel teórico. Difusión teórica de nuestro análisis
de la realidad y de nuestras propuestas: educación, charlas, contrainformación
de todo tipo, talleres, propaganda, participación en foros de opinión,
diálogo con otros colectivos y con la sociedad en general...
b) Nivel práctico. Creación de realidades de tipo político
cultural, social y sobre todo económico en las que se viven los
valores y se funciona con las líneas maestras de nuestra pretendida
sociedad noviolenta. Son realidades que anuncian y prefiguran a pequeña
escala nuestra propuesta global. Es nuestra propuesta de sociedad alternativa
que empieza ya surgir y a desarrollarse dentro, paralelamente y a costa
de la sociedad que criticamos. Desde ahí vamos tejiendo redes solidarias
y vamos creciendo. Cooperativas, iniciativas económicas autogestionadas,
redes de consumidores, grupos asamblearios, centros sociales alternativos,
ateneos... Aquí toma cuerpo realmente la idea de "liberar
espacios".
3.-LA SOCIEDAD NOVIOLENTA.
Nuestra oposición al sistema no puede consistir en una mera negación.
Consideramos la necesidad de ofrecer a la sociedad una propuesta organizativa
alternativa a la actual. Sin pretender crear un sistema social exhaustivo
esbozaremos nuestras principales líneas de construcción
y propuesta:
-Autogestión: Descentralización, desconcentración
de poder en todos los ámbitos, empoderamiento social, organización
de abajo arriba (la sociedad como una sociedad de sociedades).
-Cultura de la noviolencia: Visión positiva de los conflictos,
que siempre existirán, coherencia medios-fines, distinción
persona-rol, apoyo mutuo etc.
-Interculturalidad, internacionalismo solidario.
-Propiedad utilización y control colectivo de los medios de producción
y comunicación.
-Superación del patriarcado.
-Modelo de persona noviolent@. La persona nueva será libre; que
supere la inclinación a someterse, a dejarse oprimir, a delegar
en expert@s el protagonismo de la propia vida, persona solidaria y comprometida.
-Modelo de producción y desarrollo sostenible y ecológico.
No todo lo que podemos hacer (técnica) debemos hacerlo (ética).
-Estilo de vida solidario y ecológico. O los habitantes del primer
mundo renuncian a su estilo de vida, o no se logrará la justicia
universal.
Por último decir que la construcción de la sociedad noviolenta
o Socialismo Autogestionario Noviolento -SAN- (ver página web)
no puede ser sino sinfónica, fruto de la coordinación de
realidades y luchas diversas.
Para contactos: www.nodo50.org/tortuga
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