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nº
34 abril 03
En libertad los jóvenes
valencianos encarcelados tras las protestas contra el desalojo de un centro
social
Tras devolver la audiencia
nacional al juzgado de Valencia el sumario de los cuatro libertarios acusados
de terrorismo por haber participado presuntamente en acciones de protesta
tras el desalojo de un centro social okupado, las acusaciones quedaron
sensiblemente rebajadas. Así el polémico juez instructor
de Valencia que había ordenado los encarcelamientos, no tuvo más
remedio que acceder a las demandas de los abogados defensores y conceder
la libertad a los encarcelados. A mediados de marzo, los tres jóvenes
que permanecían desde octubre en la prisión de Picassent
(uno de los cuatro detenidos fue puesto en libertad provisional en diciembre
pasado) eran recibidos a las puertas de la cárcel por centenares
de personas.
El traslado del sumario al tribunal especial de Madrid, único competente
en delitos de terrorismo, había sido forzado por los abogados defensores
de los jóvenes con la esperanza de conseguir lo antes posible su
puesta en libertad (Ver Molotov anterior). Y, efectivamente, el cinco
de marzo, el juzgado de la audiencia nacional que dirige Ruiz Polanco,
informaba que desestimaba los cargos de terrorismo contra
los cuatro jóvenes por falta de pruebas y que devolvía el
sumario al juzgado del que salió. Con este paso, los cargos contra
los jóvenes quedan sustancialmente rebajados, ya que pasan de asociación
ilícita y daños y destrozos con el agravante de terrorismo
a una acusación por daños y lesiones, que eran los cargos
iniciales. Tras la espera de la llegada del sumario, los abogados defensores
pidieron la inmediata puesta en libertad de los tres encarcelados. El
once de marzo, después de mantenerlos en prisión por más
de cinco meses sobre la base de informes policiales sin pruebas, el juez
instructor Luis Francisco de Jorge Mesas les dejaba en libertad provisional
bajo unas fianzas de 4.000 euros por persona. Dos días más
tarde, una vez satisfechas las elevadas fianzas, abandonaban la cárcel.
Ahora cabe reflexionar sobre cómo devolverán a estos jóvenes,
a sus familiares y amigos estos cinco meses de sufrimiento y aislamiento
(les fue aplicado el régimen especial de vigilancia reservado a
los encarcelados por delitos de terrorismo) que han pasado en la cárcel,
por culpa de un juez que les encarceló por protestar contra un
desalojo sobre la base de un claro montaje politico-policial. Atrás
quedan también muchas asambleas, charlas, concentraciones, debates,
conciertos, páginas de diarios y textos así como numerosas
muestras de solidaridad y apoyo a lo largo y ancho de todo el estado y
de fuera también. /Pepín
Más información
en :
www.alasbarricadas.org,
www.chentolos.com y www.nodo50.org/cartelera_libertaria
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