logo
volver a página pricipal

  nº 35 mayo 03
construyendo


El teatro en la comunidad
Grupo teatral “Luz de luna”, una alternativa de vida


RUBÉN DARÍO HERRERA
>> Es el año de 1987, al Colegio Jorge Soto del Corral llega un joven con pinta de todo menos de profesor. Con su sudadera y tenis negros motiva a más de 180 estudiantes a participar del primer taller de teatro en la institución.

El colegio está ubicado en el barrio Girardot [en Bogotá, Colombia], (...) allí vivían en medio de su cotidianidad de violencia (...) los pobladores de este sector, que traen en sus espaldas la angustia diaria del desempleo y de unas condiciones de vida bastante difíciles (...). El país se movía en medio de las bombas del narcotráfico (...), cuando se firman los pactos del capital transnacional para impulsar al neoliberalismo hasta sus últimas consecuencias, así fueran estas las más atroces, pues ya no se quería un país en pocas manos, ahora se buscaba y se busca un mundo en poquísimas manos, ya no importaba la política, ahora hasta ella y los estados nacionales son mercancía para el gran capital. (...)

Este profesor reúne a los inscritos al taller en un pequeño salón sin un piso de madera, ni telones, ni luces, ni espejos, ni mucho menos camerino. Allí se inician las labores teatrales, los muchachos llegan con intereses diversos: ser artistas de televisión y tal vez ganar mucha plata que les permita mejorar su nivel de vida; pasar un rato agradable, distinto; capar clase o buscar reconocimiento entre los amigos. Estos jóvenes entraban en la dinámica de hacer teatro, los entrenamientos fueron pasando para darle espacio al montaje, improvisaciones, ensayos y por fin la puesta en escena: los aplausos no se hicieron esperar, las familias se alegraban porque sus hijos estaban alcanzando importancia en el colegio. Como en todos los procesos, el grupo se fue consolidando hasta llegar a un mínimo de 25 personas (...), que se reunían los sábados a las 9:00 a.m. pero no sabían a qué horas terminaban. (...) No tenían un nombre que los identificara de los demás grupos famosos y decidieron hacia 1991 llamarse “Colectivo Teatral Luz de Luna” justificando lo que significa la relación de la luna con el sector: “Bajo la luz de la luna podemos hacer el amor, es la cómplice de nuestras fechorías y andanzas, sirve de inspiración a los noctámbulos soñadores, pero especialmente se convierte en alternativa vivencial para todos los jóvenes del Centro Oriente Bogotano”.

Pero la poesía que socialmente construían cotidianamente se estrellaba con la realidad de sus familias, que en últimas eran quienes les sostenían la pasión por el teatro; la disyuntiva era o traían plata o el teatro. Hubo momentos de mucha reflexión y poca solución, los integrantes se iban poco a poco en un terrible éxodo que costaba lágrimas, hasta el profesor se fue con sus enseñanzas a tierras lejanas, otros a trabajar con el Rap, o en la construcción, (...) pero había una semilla (...) y el teatro volvió a la vida en el Centro Oriente. La fortaleza de dos adolescentes (Adriana y Bibiana) permitió que el grupo regresara a los caminos escénicos que habían empezado con tanto esfuerzo, todos abandonaron sus otras opciones y se montaron nuevamente al sueño del arte, los lazos que se habían tejido eran tan fuertes que hacían que el hambre tuviera otro sentido. Al interior del grupo estaban los abrazos y la ilusión por una nueva obra que saliera convertida en toda una pieza de arte, los ensayos se alternaban con la presión de la casa, se conseguía plata haciendo comparsas o con la solidaridad de amigos que estaban en mejores condiciones. (...)

Los artistas, un poco más fortalecidos, se dan a la tarea de vender sus obras, de participar en eventos que les permitan un reconocimiento, no solo de ellos sino de la comunidad, su primera gira la hacen por Norte de Santander y Venezuela, regresan cargados de ilusiones y muy pronto los invitan a un país soñado por ellos: Cuba (...), al Primer Encuentro de Teatro Comunitario de la Habana, Cuba. (...)

Se inician nuevos procesos, investigaciones y laboratorios que dejan como resultado la pieza teatral ¿Dónde está?, un hecho basado en una desaparición forzada, producto de la investigación de la violencia gubernamental vivida en este país. La obra se estrena en 1995 y el colectivo consigue el reconocimiento de la crítica, que lo sitúa al nivel de otros grupos con mayor trayectoria. Los contratos aparecen casi mágicamente, los ensayos se hacen en las calles del barrio Girardot o en la librovía del mismo sector, ya con unos pesos en los bolsillos. La preocupación se aminora y todos trabajan en pro del desarrollo artístico y cultural de su barriada. Impulsan los Encuentros “Para Soñar un espacio abierto”, donde la comunidad se reúne a ver teatro, grupos de música o cuenteros (...). Muchos vienen y repiten, pues el público llega en masa a la casita amarilla, no importa la novela ni la cerveza del fin de semana, el plan es ir a darse un poquito de roce cultural como hace la gente del norte.

Posteriormente, se realizan otros trabajos, como talleres de formación que dan como resultado la primera comparsa comunitaria llamada “Colombia” (...).
En 1996, el colectivo monta su segunda creación para la calle, Ventitas y ventarrones, la historia de un dirigente comunal del barrio Girardot que defiende el medio ambiente. La obra se estrena en junio y el cuento parece repetirse, los procesos de comparsa continúan al igual que los talleres, la fama del grupo trasciende y es tomado en cuenta en la programación del Festival Internacional de Teatro de Manizales. Es un encuentro con la pesada del teatro, se respira un poco de temor por la importancia de este evento, pero nuevamente la crítica y el público manizalita le reconfirman a “Luz de Luna” que no se equivocaron de profesión (...).
Atrás quedan las miradas raras, ahora son de admiración, muchos de los que antes se reían sueñan con estar dentro del grupo. Así se generan procesos que terminan articulando una serie de grupos con anhelos similares a los de “Luz de Luna”, pasan los años y del grupo del colegio quedan 10 muchachos, ya no de 10 y 12 años, sino de 20 para arriba, la mayoría con carreras en el área artística que ponen al servicio de su quehacer. Los procesos crecen y se hacen nuevos proyectos como el Carnaval de la Alegría; en 1998 aparece Aterra, la última creación del grupo que, no lejos de la dramaturgia característica, cuenta la problemática del desplazamiento forzado en Colombia.

Cabe destacar que estas obras le dan un reconocimiento mayor, pero también, gracias a su gestión, han sido invitados a recorrer el país con su trabajo, además de a festivales a nivel nacional e internacional en representación de su comunidad, pues “Luz de Luna” cree en su origen, nunca negarán de donde son y para donde van, es un reconocer la fuente, beber de ella y salir a contar que en el Centro-Oriente bogotano hay un proyecto que genera cultura entre sus habitantes. Se han propuesto ganar espacios en la participación descentralizada y han formado parte de los consejos locales de cultura y de planeación; han intervenido en el plan de desarrollo local de Santa Fe a través de proyectos como: La fiesta de los niños, Festival de cometas, Promoción e imagen del Centro, Carnaval de la alegría y Fortalecimiento de las Actividades Artísticas y Culturales, entre otros.

Hoy en día y con la fortaleza que les da el ser cofundadores de la Red de Teatro Comunitario, se preparan para realizar el II Encuentro de Teatro Comunitario en la Barriada del Centro-Oriente (...). Estos eventos, además de recrear y formar a los habitantes, fortalecen el tejido social, no sólo a nivel distrital, sino también con la formación que ha permitido articular grupos (...), a través de comparsas, talleres y proyectos que “Luz de Luna” ejecuta en una montaña de la Localidad Tercera de Bogotá.

La estrecha relación con la comunidad y el tejido que han generado a partir de su trabajo cultural, les permitió conseguir dos curules [concejalías] en las pasadas elecciones para la Junta Administradora Local, logrando las mayores votaciones, respaldaron e impulsaron el actual alcalde local Carlos Garzón, comprometiéndose en la elaboración de programas estratégicos, respaldados por toda la población.

Más información:
www.nodo50.org/teatroluzdeluna

subir