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Una fábrica de preguntas
Historia de la Escuela de Marginación
La escuela de Educadores Especializados en Marginación nace en 1978, como respuesta a la necesidad apremiante de preparar personas para afrontar los problemas de los niños y niñas que viven en situación de marginación social.
Durante estos años, han pasado por sus aulas varios centenares de personas, bien por interés hacia estos temas, o bien por poseer ya una experiencia, vivencia o implicación profesional en el sector.
Nace la Escuela promovida por un equipo de personas (psicólogos, sociólogos, juristas, pedagogos, etc.) comprometidas vivencialmente en este tema, sin ninguna vinculación a organizaciones de carácter político ni religioso.
Los contenidos que se abordan en la Escuela son : Psicología de los niños en graves dificultades personales, Pedagogía en una sociedad marginante, La institución y sus alternativas, Aspectos sociales de la marginación, Derecho, Desarrollo del sentido lúdico y creativo y Monográficos y experiencias (cárceles, prostitución, drogas, etc.)
¿Qué
es la escuela para las personas que la integran?
> “Creo que es un espacio de intercambio o encuentro, de vivencias
sobre la relación que tenemos la gente que estamos en relación
con la marginación. Es una fabrica de preguntas, de dudas y es
un punto de partida para ver la marginación con otros ojos, y desde
la parcela que a mí me toca, me gustaría que se trabajara
con más creatividad la marginación” (Isabel Casanova).
> “Esta escuela es un mundo donde se aprende, pero donde no hay
maestros sino personas que se ayudan a conocer a fondo las deficiencias
del sistema social. Un sistema que margina a la parte más débil
de la población. Intentamos desde el compromiso personal y de grupo
ofrecer una alternativa a esta sociedad marginante” (Francisco Lara).
> “Es un espacio al que acuden tanto analfabetos como universitarios,
chavales y madres. Esto es un fenómeno importantísimo que
no se suele dar. Mediante el diálogo, hay una reflexión
colectiva que parte de la experiencia que hemos vivido en el mundo de
la marginación. Se da un encuentro muy rico, donde los sentimientos
afloran. No hay prácticas, hay cariños. Hay debates fuertísimos,
en los que la gente se enfrenta consigo misma, no es una acumulación
de conocimientos, sino que hace revisarte cosas de la vida.... por eso
me gusta” (Enrique de Castro).
> “Para mí la escuela es el conocimiento de descubrir que
existen otras realidades, otras maneras de pensar y otras actitudes de
nosotros mismos que no habíamos compartido. Una manera de tener
los pies en la tierra” (Yiyo Alonso).
> “Para mí la escuela es un taller de humanismo en libertad,
es un vivero de tejido social, y es también y sobre todo, una figura
en la mordaza ideológica que nos impone el sistema y un grito de
solidaridad con los excluidos y los más desfavorecidos” (
Enrique Martínez Reguera).
> “Es un espacio de reflexión y encuentro, donde compartir
experiencias, intentando avanzar en la pelea diaria para erradicar de
una vez la discriminación y la injusticia que marcan esta sociedad
capitalista. A la vez, un soplo de aire fresco que me permite reciclarme
continuamente por el contacto con personas más jóvenes y
entusiastas” (Chelo Roca).