|
|
nº
36 junio 03
Primero
de mayo, día internacional del trabajador inmigrante
>>
En los últimos tres años, el primero de mayo se ha convertido
en Los Ángeles en un día para conmemorar el trabajo semi-ignorado
de un gran sector de la población: las y los inmigrantes. El pasado
uno de mayo, cerca de 7.000 participantes -estudiantes, activistas, trabajadores
y trabajadoras- se unieron en torno a tres eslóganes: Legalización,
Alto a los abusos contra inmigrantes, y No a la guerra.
Almudena
Carracedo*
Con la misma intensidad con que las patrullas custodian la frontera entre
EEUU y México, los inmigrantes siguen entrando de forma ilegal,
por los valles, las montañas y las brechas, en la economía
americana. Unos 3.200 kilómetros de frontera dividen el Norte del
Sur, una frontera abierta al capital, y cerrada para los humanos. El
refuerzo policial de la frontera tiene lugar en un momento definido como
la apertura de fronteras, fundamentalmente a través del TLC-NAFTA
[tratado de libre comercio entre EEUU y México]. Este contraste
crea una economía sin fronteras con una frontera fortificada(1).
Este contraste, sin embargo, hace posible la existencia de mano de obra
inmigrante y barata. Por un lado, estas personas se ven forzadas a migrar
a EEUU a causa de la guerra económica (o guerra, en el sentido
tradicional), que las mismas políticas de EEUU crean en sus países
de origen.. Por otro lado, su condición de ilegales
permite su abuso y utilización planificada dentro de una economía
que necesita de ellos.
La migración plantea dos retos para los gobiernos de los
países ricos: uno es cómo controlar el flujo de inmigrantes;
el otro, cómo integrar a aquellos que ya llegaron(2).
Los
acuerdos migratorios con Fox
Precisamente uno de los objetivos del presidente mexicano Vicente Fox
era firmar un acuerdo de migración con Estados Unidos, por el que
la migración se realizara de forma controlada. El acuerdo
era beneficioso para México, cuya mayor fuente de ingresos proviene
de las divisas enviadas por los familiares emigrados, pero fue interrumpido
a raíz de los eventos del 11 de septiembre. Desde entonces, el
control fronterizo no sólo se ha recrudecido, sino que la oposición
de Fox a la invasión de Irak precipitó una ley por la que
los mexicanos indocumentados son asunto no ya del servicio de migración,
sino del FBI...
Sin embargo, algunos analistas plantean que puesto que el flujo de inmigrantes
permanece estable, el despliegue de fuerza en la frontera tiene como objetivo
no tanto el parar la inmigración ilegal sino redefinir la
imagen de la frontera y reafirmar simbólicamente la autoridad territorial
del Estado(3). Sin una frontera que cree ilegales, seria
difícil mantener una economía basada en la explotación
de la fuerza de trabajo de ciertos sectores de la población interna
y mundial.
La
integración de los migrantes
El otro reto, el de cómo integrar a estos colectivos,
es fuente de numerosos estudios. El famoso melting pot americano
se ha convertido en un verdadero destructor de identidades culturales.
Sin ir muy lejos, la mayoría de los hijos inmigrantes que marcharon
el uno de mayo no habla bien la lengua de sus padres. En la mayoría
de los casos, los hijos de éstos nunca hablarán esta lengua.
El idioma es sólo la punta del iceberg de un proceso de asimilación
cultural muy característico de EEUU, un país con una larga
trayectoria migratoria, porque si la segunda generación [nacidos
en EEUU hijos de inmigrantes] no puede definir su lugar en la sociedad,
puede convertirse en hostil y alienarse(4). El nivel de educación
de estas poblaciones es significativo: los hijos de las grandes comunidades
de inmigrantes, que mantienen cierta identidad cultural, tienden a tener
menos estudios que los hijos de comunidades más pequeñas
con mayor nivel de asimilación. Es decir, que el sistema favorece
no una diversidad cultural desde el punto de vista del aprendizaje común,
sino la necesaria integración al sistema para poder triunfar.
Dominar el inglés, como muchos inmigrantes saben, es clave para
poder desenvolverte en muchos aspectos. Americanizarte, muchos padres
inmigrantes saben, es clave para formar parte de los beneficios del sistema.
Curiosamente muchos de los ataques neo-fascistas se refieren a Los Ángeles
como ejemplo de una región invadida por los inmigrantes,
donde la pobreza aumentó en los 90 en un 28%(5). Ciertamente,
cerca de 1.6 millones de personas viven en el condado de Los Ángeles
por debajo del nivel de pobreza. Si no se controla la inmigración,
América se parecerá al actual Los Ángeles: una nación
multicultural, políglota, cuyos habitantes provienen del Tercer
Mundo y donde los extremos de pobreza y riqueza se parezcan a los del
Tercer Mundo. Estamos dejando de ser una nación y un pueblo(6).
Las
movilizaciones del 1º de mayo
Precisamente porque el condado de Los Angeles es la segunda capital económica
de EE UU y porque éste alberga a millones de trabajadores inmigrantes
(indocumentados o no), las movilizaciones en esta ciudad son clave para
el desarrollo del movimiento en defensa de los derechos del colectivo
inmigrante. Las miles de personas que desde diversos barrios, (representando
la rica diversidad étnica de la ciudad) tenían precisamente
ese objetivo común: terminar con la guerra declarada a los inmigrantes
y despertar conciencia sobre la lucha y la contribución de los
trabajadores inmigrantes. Pancartas coloridas, bailes, y cientos de palomas
de cartón con la leyenda legalización llenaban
las calles céntricas de Los Ángeles. Trabajadores de la
costura, empleadas del hogar, jornaleros, empleados de restaurantes, cantaban
los lemas, en varios idiomas, que resonaban en las fábricas desde
donde otros trabajadores inmigrantes contemplaban la marcha: aquí
estamos, y no nos vamos, y si nos echan, nos regresamos, pueblo,
únete, ¿qué queremos? Legalización
¿Cuándo? Ahora, El pueblo callado jamás
será escuchado, Sin justicia no hay paz.
La marcha estaba organizada por la plataforma MIWON y la apoyaban 73 organizaciones
más. La Red Multiétnica de organizaciones de trabajadores
inmigrantes está compuesta por KIWA (Defensores de los Trabajadores
Coreanos), PWC (Centro de Trabajadores Filipinos), GWC (Centro de Trabajadores
de la Costura) y CHIRLA (Coalición en Pro de los Derechos Humanos
para los Inmigrantes). Por primera vez varias grupos contra la guerra
participaron en la organización de la marcha: ANSWER, No en Nuestro
Nombre y la Coalición para la Paz Mundial. El objetivo era posicionarse
contra la guerra y relacionarla con los crímenes raciales ocurridos
en EEUU tras el 11 de Septiembre y con la criminalización de los
inmigrantes como parte de la seguridad nacional.
Por otro lado, como objetivo inmediato crucial, la lucha por la legalización
se mantiene en pie. Su situación de indocumentados mantiene a los
trabajadores inmigrantes atados a un sistema que explota su miedo a ser
deportados, y favorece al empleador por encima del empleado (las multas
por emplear indocumentados son mínimas en comparación con
el benéfico que estos reportan). Es miedo lo que tenemos.
Si nos quejamos nos amenazan con llamar a la migra. Y si nos
deportan, ¿cómo vamos a mantener a nuestras familias?,
afirma Maura C.
Otras
reivindicaciones
Pero no es este el único frente abierto por los diversos centros
de trabajadores y colectivos de base que actúan en defensa de los
derechos de los y las trabajadoras inmigrantes. El derecho al carnet de
conducir, que no tienen, lo que genera grandes problemas -no pueden acceder
a seguros reales y se exponen a pagar sumas desorbitadas- en caso de accidente.
El derecho a asistencia sanitaria, que tampoco poseen, porque los trabajos
en los que son alojados no proveen de servicio médico
o de algún tipo de seguro (y los hospitales públicos están
cerrando sus puertas de uno en uno...). Servicios sociales, educación
de calidad, centros de trabajo salubres... son todas ellas demandas en
compensación por el trabajo que realizan y por el que curiosamente
pagan impuestos. Debemos repensar como está la economía
en EEUU cuando los trabajadores que crean la riqueza no ven ninguno de
los beneficios de la riqueza que producen(7).
Mirón Payés, de CHIRLA, afirmaba durante la marcha: Creemos
que es esencial demandar políticas justas, educarnos sobre nuestros
derechos y organizar a nuestras comunidades para conseguir cambiar nuestra
realidad. Esta marcha sirve de testimonio de que los inmigrantes no sólo
trabajan duro, sino que también pueden unirse y demandar sus derechos
como contribuyentes al fisco. Y Angélica Salas, directora
de CHIRLA, expresaba rotundamente la indignación de los colectivos
inmigrantes contra las políticas que se ven obligados a sufrir:
Es nuestro trabajo el que cuida a tus hijos. Es nuestro trabajo
el que te alimenta y te viste. Lo que recibes es nuestro trabajo y lo
que ignoras es que somos seres humanos. Levantamos nuestra dignidad y
nuestro valor y demandamos que nuestros derechos sean respetados. Marchamos,
en el día internacional del trabajador, celebrando nuestro trabajo,
pero protestando por el tratamiento inhumano del trabajador, del inmigrante,
del pobre .
Hellen, doctora en china, inmigrante pobre en Los Ángeles, es una
de las muchas trabajadoras de la costura en una de las muchas fábricas
que pueblan el centro de Los Ángeles. Su discurso al final de la
marcha fue claro: los trabajadores inmigrantes son indispensables
para la economía americana, y sin embargo somos los primeros en
ser utilizados como chivos expiatorios, (...)se nos ve como terroristas.
Trabajamos duro para poder mantener a nuestras familias. No estamos pidiendo
demasiado... Nuestras familias sueñan con tener derechos humanos
básicos. ...
*
Participa en el Comité de Solidaridad con Chiapas de Los Ángeles.
(1) Peter Andreas: Border games: policing the US-Mexican Line (Cornel
University Press)
(2) The Longest Journey. (Survey on Migration). The Economist,
Nov. 2002.
(3) Andreas, op.cit.
(4) Feeeling home. (Survey on Migration). The Economist, Nov
2002.
(5) Patrick Buchanan, candidato presidencial republicano en 2000. Mens
news daily, Mayo 2002
(6) Patrick Buchanan, op.cit.
(7) Ellen Rosen, Making Sweatshops. The globalization of US apparel Industry
(University of California Press)
|