|
|
nº
36 junio 03
Ecos de Suciedad
1
muert@
2 muert@s
3 muert@s
3.000 muert@s
El goteo silencioso de la muerte cotidiana
>>
La guerra palestino-israelí es uno de esos conflictos permanentes
que aparece y desaparece de los medios de comunicación en función
de los vaivenes políticos internacionales. Ahora ha vuelto a la
actualidad debido al enésimo plan de paz impulsado
por EEUU: La Hoja de Ruta.
Las víctimas
de la guerra
Pero la realidad es que el número de personas muertas de
forma violenta desde el inicio de la Intifada, a finales de septiembre
de 2000, llegó a 3.000 el 1 de marzo de 2003. Las víctimas:
2.249 palestin@s frente a 695 israelíes, 43 extranjer@s y 13 árabes
israelíes, entre los que se encuentran numeros@s niñ@s y
mujeres y más de 5.000 detenciones de presunt@s activistas.
(Fuente: La Estrella de Arica)
El balance ha aumentado considerablemente en los últimos 12 meses,
con el incremento de atentados suicidas en Israel, los violentos enfrentamientos
en Cisjordania y las intervenciones sangrientas del ejército hebreo
en la franja de Gaza. Sólo en marzo, menos de una decena de israelíes
fueron asesinad@s en atentados suicidas, pero: 108 palestin@s fueron asesinad@s
(23 niñ@s) y 906 herid@s. Se cometieron 857 arrestos ilegales y
desapariciones. 906 viviendas fueron destruidas y, además, hubo
130 nuevos asentamientos ilegales de colon@s en territorio palestino.
(Fuente: Embajada Palestina).
La prensa
española y el conflicto: ¿prensa pro-palestina?
Con este panorama ¿hasta qué punto reflejan los medios de
comunicación la situación de guerra y la relación
de fuerzas? En EEUU se acusa a los medios europeos de ser pro-palestinos
(incluso antisemitas), pero un análisis de nuestros principales
medios (El País, El Mundo y ABC) en los meses de abril y mayo,
nos desvela un panorama diferente.
Por lo general, el esquema narrativo es siempre el mismo: atentado como
provocación palestina y en consecuencia, respuesta
israelí defensiva, cuando el ejército israelí
utiliza tanques, helicópteros, aviones de combate F-16, artefactos
explosivos y trampas. Por su parte, los grupos armados palestinos sólo
cuentan con kamikazes y coches-bomba.
Aunque la noticia sea breve, las descripciones de las agresiones del ejército
israelí siempre van acompañadas de una explicación
del origen de su violencia: La incursión inicial, que tuvo
como objetivo detener a los responsables del reciente lanzamiento de proyectiles
de mortero, provocó algunos tiroteos, en los que fallecieron dos
palestinos de 16 y 23 años (El País 7/4, p.18). Soldados
israelíes mataron ayer a dos palestinos e hirieron a otros cinco
cuando reprimían una manifestación en la aldea de Karauat
Bani Zeid (El País 25/4, p.2). Según el ejército
israelí, una de sus patrullas abatió a un miliciano palestino
que abrió fuego contra ellos (El País 27/4, p.6).
Ayer un niño de trece años moría por disparos
de los soldados israelíes cuando lanzaba piedras en el campo de
refugiados de Balata (ABC 5/5, p.33).
En la descripción de los atentados palestinos (El País 25/4
p.82, 30/4 p.5 y 1/5 p.2), en cambio, no se menciona ni una palabra que
los explique, cuando son respuesta a las matanzas del ejército
israelí, a la humillación y al terrorismo cotidiano y se
muestran como una provocación para cortocircuitar las conversaciones
de paz. Los soldados israelíes que mantienen la ocupación
ilegal de territorios palestinos pueden provocar la muerte de bebés
y otros inocentes, o matarlos directamente, pero términos como
asesinato o terrorismo no se utilizan. Además,
los políticos que diseñan y permiten este terrorismo
rutinario, que es el resultado de una forma de colonialismo, disfrutan
de la misma inmunidad.
La pirámide
invertida
Por otro lado, la redacción de las noticias en forma de pirámide
invertida* margina la información sobre asesinatos de palestin@s,
casi siempre al final de las noticias, de manera que estos no aparecen
ni en titulares, ni en subtítulos, ni en entradillas: El País
informa del asesinato de 3 palestin@s y de un conflicto entre los sindicatos
y el gobierno israelí, destacando el conflicto en titular, subtítulo
y titulillo y relegando el asesinato a los últimos párrafos,
por lo que sólo quien lea la noticia entera, sabrá que han
asesinado a 3 palestinos ese día. (El País 7/4 p.18). Sin
embargo en la noticia Un grupo ligado a Arafat desafía al
nuevo Gobierno con un atentado el atentado palestino aparece en
el titular y el subtítulo y los asesinatos del ejército
israelí en el último párrafo: Por otra parte,
soldados israelíes mataron ayer a dos palestinos e hirieron a otros
cinco cuando reprimían una manifestación
(El
País 25/4 p.82).
Lenguaje
y desigualdad
El lenguaje utilizado también contribuye a la desigualdad y a la
manipulación: Cuando se trata de los palestin@s se utilizan términos
concretos y contundentes como palestinos suicidas, organizaciones
radicales, terrorismo, hombres-bomba, sectores
radicales palestinos, atentado suicida, ataques,
activistas
Mientras que al hablar del ejército
israelí se emplean frases más ambiguas: el ejército
israelí ha intensificado sus acciones, jornadas tumultuosas
(eufemismo de matanzas), capturar y eliminar (eufemismo
de matar), las fuerzas israelíes redoblarán sus esfuerzos,
ofensiva (eufemismo de tiroteo), la aristocracia israelí
(eufemismo de élite), efectos colaterales (muertes
de civiles), los soldados repelieron el ataque
Además
impersonalizan los actos violentos para quitarles importancia: El
tiroteo provocó
(en lugar de los soldados provocaron).
Por otro lado, se utiliza la sobreinformación superflua
para desinformar: Entonces oí una enorme explosión
y vi su cuerpo saltar por los aires (El País 25/4 p.82.).
Vimos a varios jóvenes quemados saliendo del bar (El
País 30/4). De esta manera, se enfoca la noticia de forma sensacionalista,
mediante testimonios en directo, que humanizan el ataque palestino para
conmocionar y no aportan datos sobre las causas de los sucesos ni dan
cabida a la reflexión.
Comprender
el conflicto
Muy poco sabemos o comprendemos de los antecedentes del conflicto, sobre
todo en Gran Bretaña, que tiene una responsabilidad histórica
hacia los palestinos, ya que la Declaración de Balfour
de 1917 prometió a los judíos una patria siempre que ello
no perjudicase los derechos de las comunidades no judías y Gran
Bretaña incumplió la promesa. Pues bien, a pesar de que
la región aparece continuamente en las noticias, el Glasgow University
Media Group, conocido por sus análisis pioneros de los medios de
comunicación, ha publicado un estudio que concluye que las noticias
no informan de que los palestinos son víctimas de una ocupación
militar ilegal y brutal y sólo el 9% de los entrevistados son conscientes
de ello. Durante años, representar a los israelíes como
opresores ha sido un tabú y esto ha sido manipulado por el gobierno
israelí y sus grupos de presión extranjeros, especialmente
en EEUU. Por otro lado, los suicidas palestinos (que son una minoría)
han encallecido la opinión pública israelí, aunque
es un fenómeno reciente que durante gran parte de su resistencia
ha luchado valerosamente con tirachinas, contra un ejército moderno.
Vivimos en un mundo donde las decisiones políticas, las grandes
tragedias y los atentados masivos ocupan las portadas de los periódicos
más prestigiosos pero, ¿realmente un periódico, aunque
quisiera, podría reflejar la realidad cotidiana, sin ser noticia?
¿Estamos informados comprando los periódicos a diario o
tenemos la visión que nos transmiten los medios? ¿Damos
la importancia que tienen las noticias o la que le conceden los medios?
El 11 de septiembre el mundo se conmocionó con la muerte de 4.000
civiles inocentes
¿El goteo silencioso de la muerte cotidiana
de 4.000 palestinos e israelíes no nos conmociona? ...
* La técnica
de la Pirámide Invertida, consiste en jerarquizar la
información respondiendo a ¿qué? ¿quién?
¿cuándo? ¿dónde? (titulares, subtítulo,
entradilla, y comienzo del texto), ¿cómo? ¿por qué?,
contexto, relación con otros temas (últimos párrafos
del texto). En caso de falta de espacio, el redactor-jefe recorta desde
el final, sacrificando o haciendo que pasen desapercibidos los elementos
que permiten contextualizar la noticia.
.
|