Los marxistas en la España de los 30

Las experiencias de la revolución. El poum, trotski y la intervención soviética
Ignacio Iglesias. Editorial Laertes - Fundación Andreu Nin, 2003. 326 pág. 15 €

Actualmente, hay una abundantísima bibliografía sobre la guerra civil y sus consecuencias. Exilio, guerrilla, trabajo esclavo de los derrotados, etc., son temáticas reflejadas por las grandes editoriales (que ven cierto interés comercial); y en los ambientes de extrema izquierda hay una abultada producción sobre la historia del anarcosindicalismo, la revolución y las relaciones con el PCE. Aquí tenemos un libro que tapa algunos de los huecos que nos quedaban.
La cooperación entre la editorial Laertes y la Fundación Andreu Nin da frutos como este interesante libro de historia, dividido en tres partes, siendo “León Trotski y la izquierda marxista en España” la primera. Ignacio Iglesias, el autor, antiguo poumista, nos aporta luz sobre el papel de Trotski en esa época y sus relaciones con los sectores revolucionarios hispánicos. Y el líder bolchevique no sale bien parado de esa operación: el autor denuncia constantemente lo pobre y erróneo de sus análisis sobre ese momento histórico en España: sin unas fuentes informativas de calidad y rigurosas, incapaz de salirse del esquema de la revolución rusa del 17, y limitado por su incapacidad para romper con el concepto del partido bolchevique... En última instancia, a lo que se apunta es al modelo leninista y su incapacidad para entender, respetar y apañárselas con la riqueza del movimiento obrero.
Con estas mimbres pasamos a la segunda parte del libro, centrada en la intervención soviética en España. La famosa ayuda soviética no fue más que la palanca para que un PCE casi inexistente pero fiel servidor de la política estalinista, tomase las riendas de la contienda. La tercera parte, una de las más largas, aporta luz sobre la represión “comunista” contra otros comunistas: tras las jornadas de mayo del 37, el asesinato de Andreu Nin, las detenciones y encarcelamientos de los militantes del POUM, las acusaciones de los procesos y el juicio.
Tenemos aquí una buena historia política de la época, con rigor, bastante imparcial (no huye de la autocrítica), amena y fácil de leer, que sólo podía asumir una persona que, como el autor -uno de los fundadores del POUM-, hubiese vivido la época añadiéndole base documental. El fallo es quizás que sea un libro antiguo: son, de hecho, reediciones de un libro sobre Trotski escrito en el 74; de un folleto escrito en el 39 que la caída de Barcelona bajo control “nacional” impidió dar a conocer; y por último, el libro de Ruedo Ibérico de 1974 titulado El proceso contra el POUM.

Roberto Carlos