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nº
36 junio 03
Puchero
La cosecha próspera:
capitalismo, mistificaciones e inadecuaciones
Felipe
Rodríguez*
Es patente
que la dinámica de la civilización capitalista sigue arrasando
.Desde sus inicios la lista de mistificaciones que ha generado y de respuestas
inadecuadas que han acabado por ser elementos de su propia vivificación
y/o reforma, ha sido amplísima. Hoy en día los temas de
la autoorganización de base, las redes, las posibilidades de las
"multitudes emergentes", etc. vuelven a reformar viejas ilusiones
y temas de enganche que contribuyeron a causar dispersión, mistificación
y derrota proletaria. Por ejemplo, en "Reflexiones para un presente
en construcción" (Molotov 32) se defiende que: "es necesario
organizarse para conseguir derechos", que "el sistema cae si
la base de la pirámide se organiza", y se pregunta "¿De
qué sirve el poder de arriba si los de abajo ya se organizaron
y establecieron su propio gobierno?" (Almudena C. Militante del Colectivo
de Solidaridad con Chiapas, de Los Angeles ).
El derecho al trabajo
El primer tema es de fondo: no todos los derechos sirven para imponer
necesidades de clase y para limitar el mando capitalista. Esto es válido
en todo el mundo, si bien es cierto que en un buen número de países
o no existen, o se los pasan por el culo, o simplemente para que existan
caen vidas tras apuntar los sicarios del capital en sus variadas formas.
El derecho al trabajo, o a trabajar en determinadas condiciones, puede
aliviar solo en algunos casos la situación de quienes ni ese tienen.
Pero no seamos ingenuos ni tontos: trabajar, en el sistema asalariado,
permite producir capital a escala ampliada y poder capitalista cada vez
más desarrollado. y tener un Derecho no significa que se pueda
ejercitar y/o que se ejercite de por vida estable y regularmente. Los
acuerdos están.. para romperlos, también. Esto no es fruto
de la maldad de particulares patronos, o funcionarios, o milicos. Está
inscrito en las bases del sistema mercantil burgués que domina
en todo el mundo. El sindicalismo en los países más fuertes
económicamente hablando es un potente herramienta de integración
de la mano de obra al esquema capitalista, y eso significa también
paro, miseria, despotismo patronal y muerte. Sí, los grandes sindicatos
que defienden leyes de "protección laboral" acuerdan
todo lo contrario constantemente, dividen a la clase obrera y cercan a
los sectores más combativos, y como espectáculo de unificación
nos plantean campañas y convocatorias para defender a unos sectores
capitalistas contra otros (ahora está muy bien defender a los gobiernos
de Francia y Alemania, porque urge quedar bien con el tema de guerra de
Iraq y ayudar a sus amigos de izquierda.. que ya habían metido
a España en la OTAN, por poner sólo un ejemplo}. Y los sindicatos
de base aspiran a hacer lo mismo y se quejan porque no pueden o se lo
impiden unos y otros. Todos mercadean la fuerza de trabajo, y esto es
un Derecho básico del sistema mundial. Defenderse no rima necesariamente
con disponer de derechos. Cualquier reivindicación que se sale
un poco se convierte en ilegal, imponen servicios mínimos, ejecutan
leyes existentes, crean nuevas leyes, reprimen como sea, silencian , aíslan
y confunden. Enfrentar todo esto es básico y para ello se precisa
inteligencia crítica y balance de la historia de nuestra clase.
No basta con voluntad y arrojo. El camino del infierno está empedrado
de buenas intenciones.
La integración
a través del trabajo
Solo si la clase obrera es temida será mínimamente respetada
un día, para acto seguido conspirar lo posible y más para
debilitarla. Las bases de la confusión no son actuales, vienen
desde los primeros tiempos de la organización obrera. Las mejores
expresiones de defensa obrera, como los destructores de máquinas
(ludismo) muchos utópicos (Fourier, Owem, etc.) el Cartismo, los
primeros sindicatos, la Primera Internacional... mostraron posibilidades
y limitaciones. Vale, destruimos máquinas, y luego ¿qué
pasa? El poder reacciona y represión. Vale, conseguimos Derechos,
y luego un gobierno como el inglés dice "gracias a las leyes
laborales y los derechos a vivienda y familia el movimiento laboral ha
devenido una parte más de nuestra sociedad, y no un elemento de
su ruina" (a finales del S.XIX). Vale, creamos comunidades con proyectos
solidarios, saber compartido, ayuda mutua, etc. .y luego o fracasan, o
se convierten en cooperativas capitalistas, o son secundarizadas y no
representan ningún potencial de subversión. Vale, se consigue
limitar el horario de curro, y aumenta la productividad y el deterioro
del proletariado por medio de la tecnificación, la reordenación
científica de los métodos y organigramas de los procesos
laborales, .... y se engancha a las víctimas hipotecando su futuro
aún más con el sistema del crédito bancario. Resultados,
entre otros, hoy en la Unión Europea se curra para los Estados
burgueses una media de 6 meses al año y las modalidades legales,
paralegales e ilegales de extorsión de pasta y de vida son multitud.
Si la base se organiza, las cumbres del capital a bien reprimen si no
puede/quiere integrar esa organización, o bien aprovechan los aspectos
más beneficiosos para eliminar los más "disfuncionales"
como dicen en sus jergas tecnodominantes. Es conocido como en Rusia se
intentó hacer de los consejos de obreros y soldados herramientas
de tipo capitalista y patriótico, cómo en la Alemania del
19 se eliminó a los sectores radicales y se dio carta de legitimidad
socialdemócrata a los consejos reformistas y timoratos (y luego
vino lo que vino, y lo que le siguió). En la España del
Frente Popular se dio poder a los sindicalistas para organizar el encuadramiento
económico y militar del esfuerzo de guerra antifascista.. y luego
se dejó colgada a la clase obrera que había abdicado de
su independencia de clase por defender la democracia. Pero la democracia
es y prepara el cementerio de la clase. Que los verdugos sean fascistas,
liberales, estalinistas, guerrilleros de corte nacionalista, religioso,
sectario, etc. es algo secundario. Quien debilita con ilusiones a la clase
obrera y a los dominados, prepara tumbas y miseria siempre. Con el POUM
y la CNT en el poder en la Cataluña republicana "ya tenemos
la dictadura proletaria" (decía Andreu Nin, del POUM), y en
versión CNTista "ya germina el poder obrero". Sin eliminar
el poder burgués, este renace de sus aparentes cenizas. Su base
son las relaciones impersonales de producción y distribución,
las redes que vinculan de determinada manera a unos humanos (de obra)
con otros, y entre estos vínculos hay tres esenciales: empresa,
familia y Estado. Por tanto la revolución ha de ser social, política,
antifamiliar y antiempresa (amén de otros anti que sería
largo narrar).
Activismo y movimiento
En realidad, además de la periódica reemergencia de esas
viejas mistificaciones e inadecuaciones, existe un deseo de ver más
éxitos de los que consiguen los sectores rebeldes o con intenciones
de cambio revolucionario. Como a escala amplia, mundial y social, esto
no se ve, se da la propensión a creer que a partir de movimientos
controlados por la socialdemocracia y con aspiraciones interclasistas
y utópicas "otro mundo es posible", en una versión,
o en la otra, a partir de dinámicas de base, limitadas pero multiplicadas
por diferentes medios y países. La ilusión del guerrillerrismo
tercermundista, con sus Castro, Guevaras, FLNs, Vietcong, etc. La ilusión
del post mayo francés y la autonomía de Italia, etc., etc.
Siempre se encuentran piezas de recambio en el espectáculo de la
revuelta. Así no sólo se pierde el tiempo, sino que se le
facilita la labor antirrevolucionaria a los enemigos.
Para no estudiar, comprender y sacar lecciones prácticas lo mejor
es el activismo, y como sobran motivos y problemas, más activismo.
Se nota una acusado magnetismo sectario y un autoreferencialismo incluso
en sectores que abominan de ello (epitelialmente, más bien) y de
los vanguardismos. Cuando no se puede impulsar la extensión de
un movimiento se refluye y se cree uno el movimiento. Esto es dominante,
y sin embargo ajeno a una preparación defensiva eficaz y ya no
digamos a una revolución que ofenda a la civilización. El
trabajo anónimo y organizado cansa y desespera por sus escasos
resultados empíricos .La negación de las posibilidades de
vida plena es una apisonadora de existencias y deseos. La alienación
es generalizada y la mercantilización campa por sus fueros. La
tentación de movidas espectaculares es cautivadora, pero un peligro
eficiente a favor del capital. Aquí hay que situar el tema de la
violencia. Ya hay ejemplos más que de sobra para saber cómo
se las trae el Estado y cómo se pringa una y otra vez. Hay un aspecto
psicológico también que conviene tener en cuenta. Lo que
genera riesgo ha de ser muy sopesado y sólo si contribuye a que
proletarios-as en cantidades y con tendencias significativamente claras
(y habría que aclarar qué es todo esto, lo que da para rato..)
se organicen con posibilidades prorevolucionarias, merece la pena acometerlo.
Mientras tanto conviene agudizar las armas de la crítica, la denuncia
y la desmitificación. Pero para ello no vale ni todo ni la mayor
parte de lo que existe. Se ha acumulado mucha retórica y mucha
mierda
La dinámica de lo menos malo prepara lo peor por venir. Por ejemplo,
sin atacar las bases del capitalismo imperialista las marchas antiguerra
son una expresión de pacifismo e interclasismo ciudadano. Luego
unos a currar y callar y otros a beneficiarse de ese imperialismo a las
claras. No nos hagamos ilusiones sobre la movida antiglobalización,
porque simplemente cuando la socialdemocracia dice no toca, no toca. Y
claro, no toca defender a proletas inmigrantes ilegalizados, o toca hacer
de caritativos con una pequeña parte de ellos, para conseguir lo
que está muy claro: segmentos limitados integrados que se comporten
como los ya instalados en otros países de mayor "tradición
de acogida"... y represión, ensañamiento y muerte para
miles y miles. El coto español es lo primero.
Exigir dimisiones significa que todo va aceptable si cumplen con sus deberes.
.y claro no siempre sucede así: caso Prestige, desde donde germina
la vuelta al poder del PSOE y la llegada al poder autonómico de
éste y el BNG en Galicia. El tipo de sistema y la energía
que precisa, sus formas de extracción y el arrase ecológico,
su transporte y distribución -algo básico a considerar-
se nubla y desaparece. ¡Queremos la sociedad capitalista sin sus
inherentes y necesarias calamidades! Propiciar estas ilusiones contrarevolucionarias
y adptacionistas significa nutrir más al sistema. Constantemente
se reitera lo mismo y por ello hay que defender las lecciones invariables
de la historia. Las ideologías izquierdistas han demostrado que
no permiten realizar esto. (..)
*de
la Asociación Vegetal Vida Natural (AVVN). Betanzos. A Coruña
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