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  nº 37 julio 03

“Los derechos nacionales de Euskal Herria son negados, así como las más básicas libertades democráticas. Esto nos sitúa en un verdadero estado de excepción.”

Kepa Badiola, Imanol Ostolaza y 24 ex-pres@s polític@s más
El fascismo español han situado de nuevo en su punto de mira a Euskal Herria, por medio de la más cruel de las expresiones de opresión: los derechos nacionales de Euskal Herria son negados, así como las más básicas libertades democráticas. Esto nos sitúa en un verdadero estado de excepción. La reforma política diseñada por el régimen franquista no ha conseguido la normalización en Euskal Herria ni ha satisfecho las reivindicaciones populares. Mas al contrario, el marco autonómico actual está puesto en tela de juicio, considerado completamente agotado por amplios sectores. De esta forma, aparecen frente a frente España y Euskal Herria, como proyectos políticos irreconciliables: el fascismo español opresor frente a la democracia vasca liberadora.

Precisamente por esto, las organizaciones y asociaciones que conforman el motor de la construcción nacional, están siendo especialmente golpeadas, de lo que no se libra el movimiento pro amnistía. Al contrario, será duramente golpeado por evidenciar el carácter político del conflicto, poner de manifiesto la represión, situar a los represaliados como referentes incuestionables de lucha y, en definitiva, apoyar la salida democrática del conflicto. De la misma manera, está empeorando gravemente la situación que sufren los presos políticos en los últimos tiempos. El gobierno hizo la reivindicación de que se pudrirían en las cárceles, y ahora, da pasos decisivos en esa dirección: dispersión, aislamiento, palizas y malos tratos, instauración de la cadena perpetua, incomunicación con el exterior, denegación de asistencia médica y libertad para los presos enfermos, rechazo de la libertad condicional, restricción del acceso a los estudios y a la cultura... No se han contentado con poner en prisión a ciudadanos vascos sino que han convertido su vida en un infierno. En la cárcel son las condiciones de vida las que están en juego, y por eso los presos y presas vascas hacen frente a esta situación: se autoorganizan y unen fuerzas contra esta política cruel. Evidencia de esto son las luchas en Algeciras, Curtis, y especialmente Valdemoro.

Nahikoa da!! El conflicto que surge de la denegación de derechos del pueblo vasco no conocerá una solución democrática, en tanto en cuanto los derechos de los presos y presas vascas no sean respetados. Uno de los capítulos inexcusables de la resolución democrática ha de ser la Amnistía total y mientras se encauza esta reivindicación los presos han de ser trasladados a Euskal Herria, garantizando su participación directa en el proceso político.

No tenemos ninguna duda de que el trabajo serio y continuado sobre los derechos de los presos abrirá nuevos caminos en la resolución del conflicto político. Nosotros, los ex-prisioneros que firmamos este texto hacemos nuestra esta reivindicación.



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