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nº
38 septiembre 03
Cronología
del movimiento sociojudicial contra la impunidad
La gran bola de nieve
ARTURO
PRAT
>> Bola de nieve es quizás una de las metáforas
más afortunadas para definir el proceso socio-judicial
que puede llevar al banquillo a los responsables de los crímenes
de la dictadura militar argentina. Por una parte, sugiere la idea de una
dinámica cuyas consecuencias exceden con creces las expectativas
generadas en el momento 0: ¿quién podía
imaginar en 1996 que la primera denuncia contra la dictadura argentina
en España era algo más que un brindis al sol?. Por otra
parte, esta expresión reconoce a los sujetos implicados tanto autonomía
como capacidad de influirse recíprocamente: así, ningún
actor por separado tiene el suficiente poder para impulsar el proceso.
En este caso, de hecho, tan determinante ha sido la movilización
social que ha conservado la memoria de lo ocurrido impidiendo a
los militares lavar su imagen y dando a conocer los horrores de la dictadura,
y ha presionado a las instituciones exigiendo justicia, como las
iniciativas jurídicas emprendidas por personas ajenas a los movimientos
sociales contra la impunidad que han obligado a la clase política
argentina a reconsiderar permanentemente el sistema de impunidad, han
mantenido el tema en el candelero y han inyectado esperanza a las movilizaciones
y los dirigentes políticos argentinos decididos a reabrir los procesos
contra los militares sin cuyos movimientos hubiera sido imposible
la anulación de las leyes de impunidad. Los distintos actores
obedecen a sus propias motivaciones y persiguen objetivos particulares,
pero es su sinergia lo que provoca el actual estado de cosas.
Estos son algunos de los hitos de esa bola de nieve:
23 de marzo de 1996:
tras un periodo marcado por el progresivo debilitamiento de las protestas,
en el aniversario del golpe militar Buenos Aires acoge una multitudinaria
manifestación de repudio que sirve para reabrir el debate sobre
los crímenes de la dictadura y señala la irrupción
de la organización HIJOS (Hijos por la Identidad y la Justicia
contra el Olvido y el Silencio), compuesta por los hijos de los desaparecidos
y represaliados por el gobierno militar. A partir de entonces ya nada
será igual: gracias a nuevas formas de movilización como
los escraches que llaman a la población a repudiar a los represores
en libertad y a la fuerza adquirida por la lucha conjunta con las Madres
y Abuelas de Plaza de Mayo, las organizaciones pro Derechos Humanos y
múltiples colectivos políticos y sociales, Argentina comienza
a recuperar la memoria. El primer resultado de este proceso es el absoluto
desprestigio del Ejército argentino, que ya no conserva casi ningún
apoyo social.
10 de junio de 1996: el juzgado número 5 de la Audiencia
Nacional, presidido por Garzón, admite a trámite la denuncia
presentada, de la mano de Carlos Castresana, por la Unión Progresista
de Fiscales sobre genocidio, terrorismo y torturas durante la dictadura
militar argentina. Castresana se había decidido a presentar la
denuncia tras tener conocimiento las movilizaciones contra la impunidad
en Argentina.
9 y 18 de abril de 1997: fruto de la colaboración entre
Castresana, la Asociación Argentina Pro Derechos Humanos de Madrid
(AAPDH-M) y otros organismos de Derechos Humanos, se interponen ante la
Fiscalía General del Estado ampliaciones más detalladas
y documentadas que la denuncia inicial. Inmediatamente, la Asociación
Libre de Abogados y la AAPDH-M se presentan como acusación popular
ante el juzgado de Garzón. Desde entonces, numerosas asociaciones
de Derechos Humanos, sindicatos y asociaciones profesionales se han personado
en este sumario para impulsar el procedimiento.
· Mayo-diciembre de 1997: el juzgado comienza a producir actuaciones
significativas como la orden de búsqueda y captura contra Leopoldo
Galtieri, el libramiento de comisiones rogatorias a distintos países
y nuevas órdenes internacionales de detención. En ese periodo,
el denominado juicio de Madrid influye en Argentina iniciativas
como los llamados juicios de la verdad, procesos no punitivos
que contribuyeron a reabrir el debate público, recuperar documentación
y recabar nuevas declaraciones de personas afectadas por la represión
de la dictadura. Asimismo, el proceso judicial español influye
en los procesos por el secuestro y la apropiación ilegal de niños
nacidos en los campos clandestinos de detención entre 1976 y 1983.
Septiembre de 1997: la fiscalía retoma su posición
inicial y sostiene que la justicia española no tiene competencia
para juzgar lo ocurrido en Argentina, hecho que coincide con la asunción
de Eduardo Fungairiño al frente de la Fiscalía de la Audiencia
Nacional y de Jesús Cardenal como Fiscal General del Estado.
7 de octubre de 1997: el ex marino Adolfo Scilingo declara ante
el juez Garzón en relación al proceso por los desaparecidos
en la Argentina. En marzo de 1995, el ex militar había revelado
que en 1976 y 1977 había actuado en el centro clandestino de la
Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA, uno de los principales
campos clandestinos de detención durante la dictadura) y que había
tomado parte en dos vuelos durante los cuales se lanzó al mar a
treinta detenidos. Scilingo, que venía a España a participar
en un programa de televisión, fue detenido en Madrid y encarcelado
en prisión preventiva (donde todavía permanece).
·
Marzo de 1998: el Congreso argentino aprueba derogar las leyes
de Obediencia Debida y Punto Final. Dado que la decisión carece
de carácter retroactivo, no afecta a los implicados en la dictadura
militar.
16 de octubre de 1998: el ex dictador chileno Augusto Pinochet
es detenido en Londres por orden de Garzón. En el sumario que instruye,
Pinochet aparece como el principal responsable del Plan Cóndor,
un plan de terrorismo internacional para hacer desaparecer a adversarios
políticos.
3 de noviembre de 1998: el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia
Nacional ratifica la competencia de la justicia española en casos
de genocidio y terrorismo de estado, con independencia del país
en el que hayan sido cometidos y del tiempo transcurrido desde su comisión.
27 de septiembre de 1999: se inicia en Inglaterra el juicio para
la extradición de Pinochet al estado español.
Noviembre de 1999: Garzón considera suficientemente probada
la existencia de un plan de exterminio por parte del Ejército argentino,
lo que constituye un delito de genocidio. Esto le lleva a presentar un
Auto de Procesamiento contra 98 torturadores argentinos.
30 de diciembre de 1999: el juzgado número 5 libra órdenes
de detención contra 48 de los procesados. El entonces presidente
argentino, Fernando de la Rúa firma un decreto para que se rechacen,
sin examinarse, todos los pedidos de extradición de militares implicados
en la dictadura.
·
3 de marzo de 2000: el gobierno inglés libera a Pinochet
por razones de salud y el ex dictador regresa a Chile.
·
25 de agosto de 2000: el ex militar Ricardo Miguel Cavallo, uno
de los represores argentinos con orden de detención internacional,
es detenido en Cancún (México) cuando intentaba escapar
hacia Argentina. El día anterior, el periódico La Reforma
había hecho públicos los testimonios de varios supervivientes
de la ESMA que lo identificaban como su torturador.
10 de junio de 2003: la Corte Suprema de Justicia mexicana se pronuncia
a favor de la extradición de Cavallo, que tiene lugar el 29 de
junio.
Julio-agosto de 2003: la suspensión del decreto de territorialidad
de De la Rúa permite a la justicia argentina aplicar la orden de
detención dictada por Garzón. La medida fuerza al parlamento
y al senado argentino a anular las leyes de Obedicencia Debida y Punto
Final.
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