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nº
38 septiembre 03
desde dentro
El preso
rebelde Paco Ortiz se quita la vida en la cárcel de Badajoz tras
23 años de reclusión
Muero
por mí, por todos mis compañeros, por la dignidad de todo
ser humano y por un mundo libre, de hombres y mujeres despiertos y sin
cárceles
El
pasado 19 de julio, Paco Ortiz Jiménez, uno de los presos históricos
más combativos y respetados del Estado, viejo conocido en estas
páginas, fallecía en su celda FIES de la cárcel de
Badajoz. A través de una sobredosis de pastillas, decidía
poner fin a más de 20 años de prisión, la mayoría
en régimen de aislamiento. Había intentado suicidarse en
siete ocasiones, la última el pasado 23 de marzo. Su muerte ha
caído como una losa entre los presos rebeldes y libertarios
y como respuesta, sus compañeros de módulo llevan a cabo
desde hace semanas una huelga de patio con carácter indefinido.
En La Modelo de Barcelona, José Antonio López Cabrera, tal
y como asegura en una misiva, inició el 18 de agosto una huelga
de hambre, patio e higiene, entre otras razones, como denuncia por
la dolorosa muerte del compañero Paco Ortiz.
Horas antes de fallecer, el recluso escribió la siguiente carta:
¡Salud
y amor para todos los compas!
Esta carta pretende ser breve y concisa pero, sobre todo, póstuma.
Como sabréis, al menos la mayoría, he pagado 20 años
de cárcel íntegros, de los que pasé entre confinamiento
solitario, y desde el 91, en régimen F.I.ES 1, casi 17 años.
En la actualidad, tras un breve paréntesis de 6 meses de libertad,
casado, hijo abortado y por ello separado, llevo tres años y 13
días preso, desde el primer día -por la cara- en régimen
FIES; Málaga, Alicante, Picassent, Huelva, Jaén y Badajoz
ahora mismo.
Soy libertario- adentro y afuera- desde que tengo uso de razón
y tanto en la calle como preso he luchado por ello; por poner un granito
de arena y cambiar en la medida que sea el actual existente de continuo
atropello del capitalismo más fascista y salvaje. Por las circunstancias
(23 años de mazmorras exterminadoras) mi lucha ha sido más
fuerte en la cárcel (aunque en la calle también se dieron
más de dos buenos palos de sabotaje al enemigo, que
no describo por espacio y por preservar a otros). En 20 años no
hubo ni un solo año de motines en los que no intervine directamente
en todos sus aspectos: ideológicos, estratégicos y acción
directa. Y como es bien sabido mantuvimos en jake a todo un gobierno durante
más de una década a pesar de su durísima represión.
Pero ¿qué pasa ahora? En tres años solo ha faltado
que tanto a Claudio, Gilbert* y a mi, nos amordacen las bocas textualmente.
He disfrutado de pequeños triunfos sobre estos perros, pero
yo, Francis Ortiz Jiménez, contribuí directísimamente
en el cese de Directores Generales del Centro Directivo, Directores, Carceleros
mayores de bastantes cárceles y bastantes elementos subalternos.
Esto es, oportunidad de acción nula, aun así donde me halle
hay armonía entre los presos y en algunos sitios damos algún
que otro palo, pero, en general y resumiendo, el 99 % de los presos, y
hablo de los FIES (de los demás más o menos lo mismo) están
dormidos a base de pastillas diarias y contra eso no vale
la labor cotidiana de, uno por uno, concienciarlos para que dejen de tomar
esa mierda que les mantiene pasivos; ¡Dormidos! aunque hablen y
anden. Y no vale porque esto es como el Gran Hermano si ven
que vas triunfando te trasladan...y vuelta a empezar.
Razonada, de un modo íntimamente personal y sin importarme
la opinión contraria de absolutamente nadie (que al respecto no
la pido) en los últimos años he decidido (decidí
hace ya tiempo) dejar de existir. Intenté suicidarme varias veces,
sin éxito en cada una de ellas (estando totalmente
sano, fuerte y buen aspecto, sin anticuerpos de nada ni na de na, con
43 años pero con aspecto joven). Dejé una o dos cartas reivindicativas;
libertad a los presos enfermos; fin del FIES y de la dispersión
y acusaba al Centro Directivo y a esta banda de canallas azules, de inducción
al suicidio, así como a los jueces de vigilancia por acción
u omisión (cada intento de suicidio tenía como terapia una
sanción). La cárcel, Madrid, intentando hacer valer, digo
yo, que lo hacía porque no estaba en mis cabales, me hicieron examinar
a fondo por un psicólogo extrapenitenciario en Huelva y en el hospital
de Jaén por el psiquiatra y la psicóloga, ambos expertos.
Y la cosa les salió rana.
Sea como sea voy a morir, porque así lo decido yo, libre
y conscientemente. Y lo haré con una gran sobredosis de las pastillas
que les dan a la gente y no por casualidad; sé que no cuajará,
ojalá, pero me encantaría que reflexionaran aunque solo
fuesen la mitad. Y, en cualquier caso, no muero solo porque
quiero (AMO LA VIDA Y DESEO VIVIR) si no por que no puedo
vivir así más, como una fiera enjaulada en departamentos
que parecen secretos militares, donde no valen para los perros guardianes,
por órdenes de sus jefes, ni las propias leyes que dictan las víboras
de traje y corbata que gobiernan en nombre de los de siempre; donde no
te reconocen más dignidad que la que tu te haces valer en solitario,
de forma individual; donde la mayoría de las veces no tienes otra
defensa posible que tu voz luciferina por la que te empapelan
a partes para justificar lo fiera que eres.
Total, que me MUERO, por mi, por todos mis compañeros, por
la dignidad de todo ser humano y por un mundo libre, de hombres y mujeres
DESPIERTOS y sin cárceles. OS AMO, COMPAS. ¡INSUMISIÓN!
¡INSURRECCIÓN! ¡ANARQUIA, LIBERTAD Y DIGNIDAD!
UN ABRAZO TAN INMENSO COMO LIBERTARIO
Paco
(Fco. Ortiz Jiménez DNI 27375760)
(*) Claudio
Lavazza y Gilbert Ghislain, compañeros de módulo. Tras la
muerte de Paco, ambos reclusos escribieron sendas y hermosas cartas en
memoria de su amigo, cargadas de rabia y reconocimiento. Se encuentran
disponibles en el sitio web www.nodo50.org/desdedentro
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