logo
volver a página pricipal

  nº 39 octubre 03

Conversación con Ruth, trabajadora social que colabora con Hetaira, Colectivo en Defensa de los Derechos de las Prostitutas de Madrid

La nueva ofensiva municipal contra las prostitutas

PEPÍN

Molotov: Hetaira se caracteriza por relacionar las agresiones que sufren las prostitutas con los discursos sobre seguridad ciudadana...
Ruth:
Antes de su llegada al ayuntamiento, Gallardón tenía un discurso mucho más suave, parecía estar a favor de hablar o trabajar por una especie de regulación del ejercicio de la prostitución. Ha cambiado totalmente y hace afirmaciones del tipo “vamos a limpiar la prostitución de las calles”, lo que conlleva nuevas agresiones, que haya demasiada impunidad. Mientras se siga tratando a las trabajadoras del sexo como “basura”, algunos individuos se sentirán animados a hacer desaparecer sus cuerpos en un contenedor. En el parque del Oeste no sólo ha ocurrido la agresión y la muerte de Edith Napoleón. Ha habido más chicas atacadas, todas africanas. En julio dos jóvenes arrojaron un liquido abrasivo contra dos trabajadoras del sexo en el paseo de Camoens. Ambas tuvieron que ser hospitalizadas con quemaduras en la cara y en las manos.

Y estos son los casos de los que tenemos noticia, porque las trabajadoras del sexo generalmente no denuncian. O bien porque por no tienen papeles y no pueden ir a la policía, porque serían inmediatamente deportadas, o bien porque, dado el estigma de la prostitución, prefieren que no se sepa a qué se dedican. Por eso hay una situación de bastante desprotección, que consideramos una vulneración de derechos.

Con el homenaje a Edith se pretendía dignificar la figura de la prostituta. Era una chica de 22 años que se vino de Sierra Leona con unas expectativas, y resulta que se encuentra con la muerte. En el parque del Oeste la pilla un cliente, la mata y la descuartiza. Sale en los periódicos un día y al día siguiente nos olvidamos.

M.: Habláis de una ofensiva municipal. ¿En qué consiste?
R.:
Desde hace unos meses la situación se ha agravado. A principios de agosto, el ayuntamiento cerró la Casa de Campo al tráfico rodado en la mayoría de sus carreteras, lo que ha provocado que las trabajadoras del sexo ya no puedan estar distribuidas por todo ese parque. Antes había un montón de zonas, los transexuales arriba, el teleférico con las africanas, abajo las del este. Ahora están todas juntas en el mismo sitio y masificadas, lo que crea montones de problemas entre ellas, por el espacio, por quitarse clientes... También se extienden los problemas porque se están desplazando a otras zonas de Madrid, a polígonos, como el de Villaverde y el de Getafe. Y en estos sitios hay muchísima inseguridad. Si en la Casa de Campo no hay alumbrado, no hay papeleras, no hay servicios higiénicos, un sitio donde tomarse un café... una serie de cosas mínimas que levamos reclamando desde hace tiempo junto con ellas, pues en estos nuevos emplazamientos es peor aún. Están solas a la afueras de Madrid, por lo que ante cualquier problema tienen menos recursos. Tienen sus códigos para ayudarse entre ellas, pero en estos nuevos lugares ni siquiera se pueden ayudar.

Además, en la Casa de Campo, durante el mes de agosto se han sucedido las redadas de la policía, sobre todo por la noche. Vienen en furgonetas y se llevan a las chicas. Aunque estén tramitando sus papeles de residencia, se las llevan igual a comisaría y las tienen detenidas. Esto también está pasando en la calle Montera. Las acosan, las molestan, incluso les piden varias veces los papeles en una semana. Ha habido casos de deportaciones. El sistema es el mismo: todas las mañanas se presenta una furgoneta de la policía nacional, o con los agentes que van en parejas, y las acosan. A las españolas o las que tienen papeles están todo el rato detrás de ellas, les dicen “circulen” o les espantan a los clientes.
Hay que hacer un inciso: este verano, aprovechando que todo el mundo está de vacaciones, el ayuntamiento ha sacado una normativa sobre las pensiones y hostales que les prohibe alquilar habitaciones por horas. Esta medida afecta directamente a las prostitutas de la zona centro, las calles Montera, Valverde, Ballesta. Añádele a esto el proyecto de la estación del AVE en Sol que va tener levantada con obras la Montera y el centro durante cuatro años.

El acoso se ha recrudecido con la nueva administración del PP en el ayuntamiento. Siempre hubo un control sistemático, pero no era ni tan exhaustivo ni tan continuado.

Hace un año, el problema en la zona de Montera que desembocó en la manifestación de febrero de 2002 (la primera manifestación de trabajadoras del sexo en el estado español), era diferente. Se reivindicaba la negociación de espacios. Pensábamos concienciar un poco a los vecinos. Entendemos que la calle es de todos, por lo que había que negociar el espacio, establecer unas pautas para dejar trabajar a todo el mundo. Pero ahora la cuestión es directamente política. Se quiere limpiar la calle de prostitución. A lo mejor tienen en mente algún tipo de regulación. Pero Hetaira está en contra de una regulación en la que no participe ninguna trabajadora del sexo, que son las afectadas por esas medidas. Que se exijan controles sanitarios sólo para las “prostis” y no para el cliente. Rechazamos que la administración central siga pensando en “grupos de riesgo” en vez de “prácticas de riesgo”, que es lo que existe en las calles. En una posible regulación, por ahora sólo están atendiendo el aspecto económico y los intereses de los empresarios. Éstos se han agrupado en la asociación ANELA para defender que están de acuerdo en la regulación de la prostitución, pero ejercida dentro de sus locales, en los que se llevan el 50%. Pero fuera de sus locales están por la abolición.

Y los problemas de estas trabajadoras en la calle afectan, en la noche, en Madrid, estimo que a unas 400 mujeres. Hemos intentado entrevistarnos con Gallardón, pero en vano, para que hable con trabajadoras del sexo, que es lo realmente interesante. Ellas quieren que les escuchen. Entienden los problemas de los vecinos, entienden que hay que regular en alguna medida, pero también piden que se entienda que ellas necesitan una solución. Si quieren sacarlas de una zona, entonces el ayuntamiento tiene que establecer un espacio alternativo para que puedan trabajar y ganarse la vida.

Las medidas que se están preparando no van a favor de ellas, si no que van a agravar su situación. No las tienen en cuenta, sólo van a sacarlas de la calle, que es lo visible, sin preocuparse por ellas.



Homenaje a Edith Napoleón

“El 24 de septiembre, en el parque del Oeste, cerca de un centenar de personas se concentraron a iniciativa de Hetaira para rendir un pequeño homenaje a Edith Napoleón y dignificar “su vida y su muerte”. Se leyó un poema de homenaje, se pusieron flores y velas. Se guardó un minuto de silencio. Fue algo muy sencillo, sin cargas, era hacer algo para ella.”

subir