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El
Ayuntamiento de Palma de Mallorca paraliza el desalojo del CSOA S’Eskola
El pasado 11 de julio, el Centro Social Okupado S’Eskola, de Palma de Mallorca, recibió una notificación judicial por la que se daba a sus ocupantes un plazo de dos meses para abandonar el edificio, propiedad municipal tras un proceso de expropiación.
El 11 de septiembre, tras una mañana de guardia y aprovechando el único momento del día en que no había gente en el local, tres furgones de policía local y un numeroso grupo de arquitectos, funcionarios y el mismo regidor de urbanismo, entraron rompiendo candados, con la excusa de inspeccionar el estado del edificio, y fotografiaron todo, se fueron y dejaron un candado nuevo en la puerta del patio. Esa tarde, aprovechando la situación, la concejalía de urbanismo hizo constar que el desalojo se había hecho efectivo.
A la mañana siguiente, l@s ocupantes volvieron a desayunar en el interior de S’Eskola, asegurándose de que los enviados del ayuntamiento no lo tuvieran fácil para volver a entrar. Esperaron arropad@s por la gente que desde fuera aguardaba, y algun@s vecin@s que expresaban su apoyo, la visita de los arquitectos municipales, que no tienen ni planos del lugar. Éstos, al comprobar que no iban a poder entrar, se fueron mientras informaban a sus jefes. En ese momento se temía que los siguientes en venir serían policías, pero el dispositivo de policía nacional preparado recibió orden de no actuar, como informó a l@s ocupantes un periodista de los muchos que pululaban por los alrededores.
Al día siguiente, los periódicos locales mostraban versiones contradictorias de lo sucedido; en uno de ellos la ex-delegada del gobierno y actual alcaldesa de Palma por el PP, Catalina Cirer, afirmaba “buscar un equilibrio entre la humanidad y la legalidad” y decía haber anulado el desalojo, dando a l@s ocupantes un margen de varios meses para buscar otro local. Aunque la situación es confusa, el CSOA S’Eskola permanece y seguirá realizando sus actividades.
/Jota (fuente: S’Eskola)
El pasado 11 de julio, el Centro Social Okupado S’Eskola, de Palma de Mallorca, recibió una notificación judicial por la que se daba a sus ocupantes un plazo de dos meses para abandonar el edificio, propiedad municipal tras un proceso de expropiación.
El 11 de septiembre, tras una mañana de guardia y aprovechando el único momento del día en que no había gente en el local, tres furgones de policía local y un numeroso grupo de arquitectos, funcionarios y el mismo regidor de urbanismo, entraron rompiendo candados, con la excusa de inspeccionar el estado del edificio, y fotografiaron todo, se fueron y dejaron un candado nuevo en la puerta del patio. Esa tarde, aprovechando la situación, la concejalía de urbanismo hizo constar que el desalojo se había hecho efectivo.
A la mañana siguiente, l@s ocupantes volvieron a desayunar en el interior de S’Eskola, asegurándose de que los enviados del ayuntamiento no lo tuvieran fácil para volver a entrar. Esperaron arropad@s por la gente que desde fuera aguardaba, y algun@s vecin@s que expresaban su apoyo, la visita de los arquitectos municipales, que no tienen ni planos del lugar. Éstos, al comprobar que no iban a poder entrar, se fueron mientras informaban a sus jefes. En ese momento se temía que los siguientes en venir serían policías, pero el dispositivo de policía nacional preparado recibió orden de no actuar, como informó a l@s ocupantes un periodista de los muchos que pululaban por los alrededores.
Al día siguiente, los periódicos locales mostraban versiones contradictorias de lo sucedido; en uno de ellos la ex-delegada del gobierno y actual alcaldesa de Palma por el PP, Catalina Cirer, afirmaba “buscar un equilibrio entre la humanidad y la legalidad” y decía haber anulado el desalojo, dando a l@s ocupantes un margen de varios meses para buscar otro local. Aunque la situación es confusa, el CSOA S’Eskola permanece y seguirá realizando sus actividades.
/Jota (fuente: S’Eskola)