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nº
41 diciembre 03
desde dentro
Presos
de Algeciras, Huelva y Jaén, en huelga contra los módulos
de aislamiento
Nada ni
nadie nos podrá privar de nuestra dignidad
La
muerte del conocido e infatigable luchador Paco Ortiz, ocurrida hace unos
meses, ha sido el detonante del inicio de varias huelgas en los módulos
de aislamiento de tres cárceles andaluzas, el pasado 1 de noviembre.
Además de rendir homenaje a este conocido preso, los reclusos en
lucha reivindican mejoras en las condiciones de vida de estos módulos
y los cuatro puntos colectivos: abolición del régimen FIES,
cese de la dispersión, excarcelación de los reclusos con
padecimientos incurables y de aquellos que hayan cumplido más de
20 años de condena. En el cierre de esta edición, un recluso
de Huelva, de los cuatro que iniciaron la protesta, continuaba en huelga
de hambre, mientras que desconocemos el alcance del ayuno que iniciaron
cuatro presos en Jaén y la huelga de patio del aislamiento de Algeciras,
sobre la cual reproducimos la siguiente carta, que lleva la firma de sus
protagonistas:
Estimados
amigos de MOLOTOV:
Ante todo salud y libertad para todos y un cordial saludo para los componentes
del proyecto, y muy especialmente para todos los presos que con su deterioro
físico están en la brecha y plantando cara a esta situación
de desamparo por la que venimos pasando en los celulares de Aislamiento.
Mediante esta carta quiero poner en conocimiento a todos los lectores,
que también aquí, en el celular de primer grado de la cárcel
de Algeciras (Bota Fuego), los presos que lo integramos hemos decidido
ponernos en Huelga de Patio a partir del 1 de noviembre, y todo ello en
base a los siguientes puntos:
1º. El acercamiento de los presos a sus respectivas áreas
territoriales, donde tengan establecido su domicilio habitual y resida
su familia.
2º. El cese del maltrato físico, de obra y de palabra, por
parte de los funcionarios de estos celulares de aislamiento, donde campan
a sus anchas, utilizando el rigor innecesario como castigo añadido
a la condena judicial ya establecida.
3º. La excarcelación de los enfermos incurables por enfermedades
irreversibles, así como de los presos que tengan pagadas las tres
cuartas partes de la condena o las tres cuartas partes del tope establecido
en el Código Penal de 1996 (20 años).
4º. Se nos permita asistir a la escuela, gimnasio, habilitándose
una sala de televisión y un taller de manualidades, ampliándose
el horario para las actividades programadas, tanto educacionales, culturales,
programas deportivos y todas aquellas actividades terapéuticas
encaminadas a la consecución de los fines de reeducación
y reinserción establecidos para las penas privativas de libertad
(Art. 59 y 55 de la LOGP).
5º. Que para dichas actividades podamos salir más de
dos presos juntos, y no como hasta el día de hoy, que podemos salir
los dos mismos presos las tres horas de patio durante meses, sin que haya
rotación en los turnos de salida al patio.
6º. Que se anteponga el TRATAMIENTO, dotándonos de los medios
necesarios, a la seguridad y el buen orden del establecimiento.
Viniéndonos a ver periódicamente algún miembro del
equipo técnico y se hable e interese por nosotros personalmente,
para llevar un verdadero y real seguimiento de la persona en sí.
No es nada razonable, ni ético, que la única información
que el equipo técnico, la junta de tratamiento y la Dirección
del centro se base única y exclusivamente en informes de los funcionarios
del módulo, ya que una mera discrepancia entre el funcionario y
el preso, sin ser motivo de sanción, un simple desorden entre ambos,
puede crear un informe negativo que te haga estar seis meses más
en el art. 91.3 del R. P. que conlleva 21 horas de celda de aislamiento
y solo tres horas de salida al patio. Un patio de 15 pasos de largo por
10 de ancho y ello en base a un informe dado por un funcionario al que
no le caes simpático.
7º. Que se dote al módulo de aislamiento de material administrativo
tal como: instancias de todos los modelos, impresos de certificar cartas
y
que sean contestadas las instancias en el menor tiempo posible y no en
semanas. Que el correo sea entregado de forma diaria y no se retrase la
recepción del mismo por desgana o apatía de los funcionarios.
Estamos cansados de saber que nos han escrito desde la calle, o desde
otros puntos y las cartas desaparezcan por arte de magia
8º. Que se realice una revisión psicológica anual del
funcionariado de prisiones, como las clasificaciones semestrales que llevan
a cabo con el preso, para comprobar que no se encuentran afectados por
el informe influenciador del contagio con el preso (
).
Queremos hacer saber a los compañeros presos que en este
momento están realizando huelgas de hambre o de patio que no están
solos, que aunque nos tengan dispersados por diferentes provincias, estamos
unidos en un mismo frente, y que nada ni nadie nos podrá privar
de nuestra dignidad y nuestras ganas de que estos celulares de exterminio
desaparezcan de una vez por todas.
Luchando unidos para atajar los suicidios inducidos o voluntarios
que últimamente se están produciendo, utilizando todos los
medios a nuestro alcance para que ningún compañero preso
sea torturado física o psicológicamente, mostrándoles
nuestro apoyo y solidaridad a los presos jóvenes o cansados de
soportar los abusos y el rigor innecesario que con tantísima frecuencia
se da en estos departamentos (
).
Yo, Antonio Rubiales Puerto, voy para quince años en prisión
de forma continuada, con casi once años de primer grado a mis espaldas
y siendo FIES 1-CD desde hace casi siete años. He tenido más
de 24 centros de cumplimiento durante todo este tiempo y me conozco todos
los departamentos especiales de Andalucía. He visto lo incontable
y sufrido lo indecible, sin embargo me solidarizo con mis compañeros
de Jaén II que están en huelga de patio, con mis compañeros
de Huelva que el día 1 de noviembre se ponen en huelga de hambre
indefinida. Nosotros, los siguientes componentes del módulo especial
de primera fase nos pondremos en huelga de patio indefinida el mismo día:
José Mª Jiménez, Enrique Majano, Enrique Calderón
y un servidor, Antonio Rubiales. Mandamos el testigo a otros presos de
Andalucía.
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