Copyright del resumen Xabier Barandiaran 2003. Se permite la copia, distribución, uso y realización de la obra, siempre y cuando se reconozca la autoría y no se use la obra con fines comerciales (a no ser que se obtenga permiso expreso del autor). El autor permite distribuir obras derivadas de esta sólo si mantienen la misma licencia que esta obra. Esta nota no es la licencia completa de la obra sino una traducción de la nota orientativa de la licencia original completa (jurídicamente válida), que puede encontrarse en: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/1.0/legalcode ##################################################################### ===================================================================== RESUMEN DE: CALL, L. (2000) "ANARQUÍA EN LA MATRIZ: ANARQUISMO POSTMODERNO EN LAS NOVELAS DE WILLIAM GIBSON Y BRUCE STERLING" ===================================================================== ##################################################################### CITA: Call, Lewis (2000) "Anarchy in the Matrix: Postmodern Anarchism in the Novels of William Gibson and Bruce Sterling". Anarchist Studies, 2000. RESUMEN: El anarquismo ortodoxo ---con su discurso cientifista, su humanismo y su semiótica racionalista--- pone demasiado peso en categorias política y epistemológicamente sospechosas. El anarquismo postmoderno (articulado por Debord, Baudrillard, Lyotard, Deleuze y Foucault) resuelve este problema moviéndose más allá del la crítica anarquista tradicional al capital y al estado, poniendo contra las cuerdas los conceptos cartesianos de racionalidad, subjetividad y espacio. La ciencia ficción ciberpunk hace llegar este anarquismo postmoderno a un público más ámplio. Willian Gibson y Bruce Sterling hacen uso del mundo virtual de la redes informáticas para articular un concepto de espacio nuevo, no-cartesiano. Simultáneamente desarrollan un modelo cibernético de subjetividad que choca frontalmente con el model cartesiano convencional. El ciberpunk también desarrolla estrategias postmodernas de resistencia gestial y micro-política. Gibson y Sterling describen, brevemente, una teoría y una práctica del anarquismo postmoderno, y lo hacen en un lenguage mucho más accesible al lector habitual que aquel de Deleuze o Lyotard. NOTA PRELIMINAR: Las secciones aquí separadas no aparecen en el original, se han introducido para estructurar el texto. ===================================================================== INTRODUCCIÓN ===================================================================== Una serie de razones hacen que el pensamiento anarquista tradicional no pertenezca a nuestro tiempo: 1. El proletariado industrial deja de tener tanta importancia en una sociedad postindustrial. 2. El anarquismo convencional mantiene demasiado de aquello que critica; se encuentra encerrado en la racionalidad y semiótica característica del sistema del que surge. Pero hay una salida a esta situación: el anarquismo postmoderno asociado a Debord, Baudrillard, Lyotard, Deleuze y Foucault. El problema con esta vertiente postmoderna es su inaccesibilidad a tod*s expecto a sus mandarines académicos más acérrimos. Sin embargo existe una alternativa y esa es la literatura ciberpunk. La base de la literatura ciberpunk es un nuevo concepto de espacio, un concepto no cartesiano y que Debord llamó `espacio simulado', Deleuze `rizomático' y que Gibson fue el primero en llamar `ciberespacio'. Al mismo tiempo el ciberpunk desarrolla un concepto no cartesiano de subjetividad, fusionando las máquinas con las mentes humanas: el cyborg, que supera la concepción racionalista de la subjetividad sobre las que se apoyan las instituciones del estado y el capitalismo. Y estas dos formas de reconstruir la subjetividad y el espacio son profundamente políticas, además de la estrategias de resistencia micro-política gestual que desarrolla el ciberpunk en la esfera simbólica. ===================================================================== CIBERESPACIO ===================================================================== El concept de ciberespacio no se ha desarrollado exclusivamente en relación a la creación de redes informáticas. Antes que eso los situacionistas ya argumentaban contra el marxismo ortodoxo que las fuerzas de dominación no se encontraban exclusivamente en el `mundo real' de la infraestructura económica, sino en la circulación de imágenes (por encima y por debajo de la circulación de capital); una nueva estructura del poder que se extiende junto a los mass media. "La sociedad del espectáculo" de Guy Debord es la mejor expresión de esta crítica situacionista. Según Debord el espectáculo es el modelo de la vida social dominante, "El espectáculo no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediatizada por imágenes." Guy Debord, "La sociedad del espectáculo", Tesis 4 (la cita no aparece en el texto de Lewis pero resume la perspectiva situacionista inmejorablemente). El 68 francés fue consciente de esta realidad espectacular y desarrolló estrategias contra las formas microscópicas de poder que infestan la vida moderna: en palabras de Baudrillar "el mayo del 68 golpeó al sistema hasta las profundidades de su organización simbólica". Los revolucinarios de Mayo identificaron como su enemigo a la semiótica del espectáculo en general, para combatir a este enemigo utilizaron prácticas como e graffit. Baudrillard va más allá todavía de la crítica del espectáculo de Debord, nos hemos desplazado al mundo hiperreal, todos los aspectos de la vida económica, política, histórica, social y militar han incorparado la dimensión hiperrealista de la simulación. Un espacio que Gibson introduce como la "alucinación consensual que es la matriz". La realidad ha dejado de tener importancia. A pesar de su falta de realidad física el mundo virtual es tremendamente importante para toda actividad social, económica y política. El personaje de Case en neuromante que vive en el ciberespacio por dinero acaba usando sus poderes en el mundo simulado para cambiar algo, para hacer el mundo más interesante: "No tengo ni idea de qué es lo que pasará si gana Wintermute, pero algo CAMBIARÁ!". Pero en la novela neuromante Gibson todavía mantiene las coordenadas tridimensionales del ciberespacio para describirlo y no será hasta Idoru que renuncie a los últimos rasgos del mundo tridimensional; especialmente con introducción de la ciudad amurallada (Hak Nam): una ciudad virtual de hackers y proscritos construida sobre los archivos eliminados (spam y otros) del ciberespacio. Un espacio informacional reapropiado que rompe con todas las leyes del espacio físico. Un espacio rizomático en términos de Deleuze y Guattari que rompe con la dimensonalidad ordenada, con el binomio, para consituirse en espacio hiperconectado, sin centro, ni jerarquía ni organización. Para romper los límites de la semiótica racional Deleuze y Guattari proponen un pensamiento nómada, teóricamente violento, móvil y maleable. Estos autores articulan el concepto de máquina de guerra guiada por el deseo como la herramienta más inasimilable contra el estado y el capitalismo. El estado siempre se a encargado de controlar el deseo. Hay que crear anti-redes subversivas que hagan fluir el deseo libremente. Las redes informática aunque funcionen de forma binaria y lógica a nivel de máquina posibilitan un funcionamiento político y social equiparable a las antiredes subversivas que buscamos. Frente al poder centralizado Deleuze y Guattari oponen redes descentralizada de autómatas en los que la comunicación fluye de un vecino al otro, de nodos intercambiables, sólo definidos por su estado. Y esto es precisamente lo que es Hak Nam: una colección táctica de micro-comunidades de hackers cuya mera existencia amenaza al poder y al orden estatal. ===================================================================== SUBJETIVIDAD HUMANA ===================================================================== Sin duda uno de los puntos de convergencia del postmodernismo francés es su asalto al concepto cartesiano de sujeto racional y autónomo que ha dominado el discurso intelectual desde la ilustración. Nietzsche proclamó la muerte de Dios y los postmodernos proclaman la muerte del hombre, buscar la esencia del hombre en la razón ha sido un fracaso. Cualquier acción política llevada a cabo bajo la bandera del humanismo no hará sino reproducir las problemáticas relaciones de poder endémicas de la política moderna. Pero el postmodernismo no rechaza todo concepto de sujeto sino que lo transforma: "Un /yo/ no cuenta mucho, pero ningún yo es una isla; cada uno existe en una fábrica de relaciones que es ahora más compleja y mobil que nunca antes. Joven o viejo, hombre o mujer, rico o pobre, una persona es se encuentra siempre situada en un `punto nodal' de circuitos de comunicación específicos, no importa lo pequeños que estos sean" (Lyotard, 1989:15). El concepto de Cyborg de Haraway también apunta a esa disolución del sujeto unitario hibridizado ahora entre máquinas y cuerpos: se rompe así con la dicotomía naturaleza-cultura en novelas como Idoru (de Gibson) en el que un cantante de pop quiere casarse con una inteligencia artificial. Pero es en Holy Fire de Sterling donde las conscuencias políticas de esta transgresión alcanzan un significado mayor. En esta novela Sterling describe las actividades políticas de un grupo de neo-situacionistas que atacan a los líderes inmortales del futuro (en un mundo en el que la esperanza de vida para los ricos ascience un año por año) a través de programas que dinamitan su identidad, su cosnciencia y su epistemología misma; conscientes de que el poder es tanto epistemológico y lingüístico como económico y político. Algunas críticas literarias a Sterling anuncian la supuesta incoherencia de prácticas políticas que hacen uso de la más alta tecnología. Sin embargo es precisamente en el dar otra funcionalidad a los productos tecnológicos, un uso para el que no estaban diseñados en lo que radica la subversión tecnológica en las novelas de Sterling: hacer mutar los artefactos en objetos que escapan al control de sus creadores. Esta inversión del poder es característica de la postmodernidad que a dejado de ver el poder como emanando de arriba a abajo y propone, en términos de Foucault una interpretación del poder como capilar, emanando de todas partes, en microdinámicas que impregnan todos los estratos de la estructura social. Siguiendo a Foucault el surgimiento del hombre racional y de la libertad en la ilustración trae consigo también un lado oscuro recogido bajo el concepto de disciplina y que encuentra su máxima expresión en el concepto de Panoptico, una idea originalmente desarrollada por Bentham para referirse al diseño de una prisión perfecta: en la que los prisioneros son vigilados desde una torre interior oscura y que tiene acceso a todas las celdas sin que se vea al vigilante y por tanto interiorizan la vigilancia ya que es posible que en cualquier momento el prisionero sea vigilado (sin saber esté si realmente lo está o no). Un modelo que Foucault considera que ha sido extendido a las escuelas, los hospitales, el trabajo y el servicio militar. En "The Difference Engine" de Sterling y Gibson experimentan con la posibilidad literaria de situar un poder de computación enorme en la sociedad victoriana, amplificando el poder del panóptico en un tiempo y lugar irreales, para establecer la distancia sufiente en la que poder ver reflejadas las estructuras de poder del presente, el panóptico que vivimos. ===================================================================== CONCLUSIÓN ===================================================================== Tanto el ciberpunk como el postmodernismo filosófico han detectado nuevos objetivos-diana para el anarquismo, no es cuestión de abandonar los viejos núcleos del poder como el capitalismo o el estado sino de tomar consciencia de que otros espacios políticos sobre los que se construyen los organos de poder tradicionales: un concepto cartesiano racionalista del ser humano, un concepto de espacio, una serie de prácticas semióticas. Pero además tanto la filosofía postmoderna como la literatura ciberpunk nos ofrecen tácticas y estrategias de subversión y resistencia: la subversión espacial de Hak Nam, la reestructuración radical de la vanguardia artística post-millenarista. Sterling y Gibson no sólo nos describen mundos donde las tranquilizadoras certidumbres de la modernidad se desvaneces sino que nos enseñan también lo que significa ser revolucionario es ese escenario, algo que el anarquismo (del presente y del futuro) deberá de saber articular si no quiere acabar en el cubo de la basura de la historia.