En el año 1989 se okupó el edificio del antiguo diario El Amanecer, situado en la calle Porcell, a dos minutos de la plaza de España y propiedad del Ministerio de Hacienda, hoy hotel Reino de Aragón.

La acción se había ido fraguando desde unos meses atrás. El movimiento okupa llevaba ya décadas funcionando en otros países. En el Estado español apenas unos años. En Zaragoza, influenciados por esta atractiva corriente: «crear tus propios espacios autogestionados y dar una alternativa socio-política y cultural a la difundida desde el poder», empezamos a juntarnos una serie de personas, todas en torno a los veinte años y que estábamos entusiasmadas con la idea, algunas ya con experiencia en el movimiento anarquista de la ciudad.

El bar Entalto, sede del CUT (Colectivo Unitario de Trabajadores), nos prestó el local para realizar las asambleas previas a la okupación, de las que surgió el COZ (Colectivo Okupa de Zaragoza) y a principios del mes de mayo entramos en el local.

Durante los doce días que duró la okupación se llegó a desescombrar y adecentar gran parte del edificio y en las cotidianas asambleas el proyecto iba tomando forma. En la prensa local la acción tuvo su eco.

«Si te pinchas, tú mismo… pero aquí no» podía leerse en un mural pintado en una de las paredes de la planta baja, junto a la entrada. La heroína había desmovilizado a muchas personas de los movimientos alternativos.

El desalojo realizado por dotaciones antidisturbios de la Policía Nacional se produjo por la mañana, de improviso, cuando menos numerosa era la permanencia. La docena de personas que en ese momento estaban trabajando fueron sacadas a rastras del local y la puerta tapiada. No hubo detenidos ni multas.

Días después se organizó un acto de protesta en la Delegación Central de Hacienda, con un concierto de Manolo Kabezabolo ante el asombro de los picoletos que hacían guardia.

En el mes siguiente se intentó okupar un edificio en la calle San Vicente de Paúl pero en esta ocasión la policía lo impidió de inicio.

Paco Core