zgz rebelde

zaragoza rebelde – 1975, 2000 – movimientos sociales y antagonismos

EL FEMINISMO A TRAVÉS DE LOS LIBROS

Viví en Euskadi desde 1975 hasta 1983, donde la fuerza del movimiento feminista me besó y me convertí en princesa. En mí se habían materializado los cuentos de hadas, había leído el «Segundo sexo» de Simone de Beauvoir y me había convencido de que «la mujer sólo mediante una actitud valiente y convencida de que conquistando lo que le corresponde, se integrará a la categoría de ser humano»…, Erica Jong con su «miedo a volar» me había dado alas, y después de leer a Doris Lessing, Marylin French y a otras muchas autoras que en esa época se estaban traduciendo, me encontraba yo de nuevo en Zaragoza pero con un enfoque de mi vida totalmente diferente del momento en que me había ido.
Entre a formar parte del Frente Feminista y junto a Mª Antonia Olaverri nos decidimos a abrir una librería feminista, la «Librería de Mujeres». En ese momento no había en Zaragoza casi ninguna institución, ni recurso ni local gestionado por mujeres. La librería  fue un importante lugar de encuentro del movimiento feminista.
Para mí la librería fue un proyecto vital, en el que la ilusión, la energía y la capacidad de trabajo, suplieron en gran medida lo que me pudiera faltar de preparación literaria o comercial. Creamos un espacio, primero en la calle Maestro Marquina  donde además de vender libros y recomendar autoras, existía una trastienda  que convertimos en Sala de exposiciones donde se colgaban  los cuadros pintados por mujeres  (lo que hoy puede ser la sala Juana Francés de la Casa de la Mujer), allí se reunían los grupos de mujeres y se hacían presentaciones de libros. A los 3 años nos cambiamos mas cerca de la Universidad, a la calle San Juan de la Cruz en donde, poco después, entro también como librera Ana Mastral. A pesar de que no teníamos trastienda para las exposiciones, seguíamos  acercando las autoras a sus lectoras. Estuvieron con nosotras ensayistas feministas y filosofas como Victoria Sau, Celia Amorós, Milagros Rivera, Mary Nash, etc. Escritoras como Ana Mª Moix, Esther Tusquets, Carme Riera, Marina Mayoral, Teresa Pámies, etc.
Sería imposible nombrar a tantas y tantas mujeres, la mayoría generosamente se ofrecieron a colaborar con su mayor tesoro, su creatividad y generosidad con las demás. Los grupos de mujeres de esos años tenían un foro donde darse a conocer, Lisístrata, Frente Feminista, Libertarias, grupo de mujeres por la Paz, tenían un lugar donde intercambiar información y opiniones sobre los diferentes trabajos que las mujeres de Zaragoza estaban haciendo en ese momento, en el terreno social, literario  de investigación etc., hasta confluir en los Seminarios sobre distintas disciplinas relacionados con la literatura y la filosofía feminista. Zaragoza se lo merecía, las mujeres del movimiento feminista siempre estuvieron apoyando la librería incluso económicamente, de tal manera que se llegaron a contabilizar hasta 500 cuentas de librería que suponían un apoyo económico que la mantuvo durante muchos años. Apoyo, que hay que decir, también obtuvimos de muchos hombres de izquierda simpatizantes con el movimiento feminista.
Y para terminar quiero recordar a tres mujeres que hoy ya no están entre nosotras pero que en mi pensamiento siguen  muy vivas. Veo a Carmen Martín Gaite entrando por la puerta con su juventud de una mujer de 78 años, con su melena blanca, una gorra y un ramo de flores. Escucho a Ángela López transmitiendo sabiduría y contando su proyecto del libro de Mujeres en Zaragoza, y de sus otros muchos trabajos, y siento como Charo Pardos desgrana sus informaciones sobre el mundo feminista de todo el estado.

Para mi se queda el tesoro de todas esas vivencias y recuerdos, para las mujeres de Zaragoza, la aportación de un espacio gestionado y apoyado por la fuerza que da el saber que si tú no lo haces no lo va a hacer nadie, que eres imprescindible tú y la otra y la otra,…

Pilar Lainez