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zaragoza rebelde – 1975, 2000 – movimientos sociales y antagonismos

LA ESCUELA DE VERANO DE ARAGÓN


El lema de la EVA, la Escuela de Verano de Aragón, era «Por una escuela pública, popular y aragonesa». Una escuela activa, laica, la cual propugnara un cambio real, no solo de la escuela, sino también del ámbito social, a favor de una sociedad mucho más justa e igualitaria.
En enero de 1985 proponen a Nieves Boj, desde la comisión  permanente de la Escuela de Verano, ser la secretaria del Movimiento de Renovación Pedagógica y  se dedica casi exclusivamente a ello hasta el año 1997.
Nieves estudió Magisterio porque pensaba que desde la escuela podía cambiarse el mundo y hacer la revolución; allí formó parte de un grupo de antipsiquiatría. En 1976 conoce los Movimientos de Renovación Pedagógica y empieza a relacionarse con gente con la que tenía en común los ideales libertarios, desde una práctica pedagógica libertaria y antiautoritaria.
Hasta 1980 participó en un grupo de liberación sexual, donde comienza su andadura en los movimientos feministas. Años de lucha contra la penalización del adulterio, por la despenalización de los anticonceptivos, a favor del divorcio y del aborto libre y gratuito.
En CNT-Aragón crearon un grupo de mujeres que luego se convertiría en Mujeres Libertarias, grupo del que formó parte desde sus inicios. Sus inquietudes pedagógicas las pudo poner en práctica durante los años 1980 y 1981, cuando entró a formar parte del equipo educativo de COPA (Colectivo de Pedagogía Antiautoritaria), escuela infantil de 0 a 6 años, que, con el apoyo del Sindicato de Enseñanza de CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y de Aula Libre, funcionaba bajo los principios de la autogestión y la pedagogía libertaria.
Los Movimientos de Renovación Pedagógica ya estaban funcionando desde los años 60 en la clandestinidad. En Cataluña un pequeño grupo de maestros y maestras, que se autodenominaban Rosa Sensat, fue el embrión de lo que luego fueron los Movimientos de Renovación Pedagógica en todo el Estado Español. Los referentes eran tanto la escuela moderna de Ferrer i Guardia, a inicios del siglo XX, como todo lo que fue la escuela racional de la República.

“Aquí en Zaragoza estaba el colectivo del Martes, formado por profesorado que se reunía precisamente los martes en tertulia. Se debatían temas sociales y políticos y esta gente, junto con otra que asistió en el 76 a la Escuela de Verano de Rosa Sensat, a su regreso a Zaragoza, decidieron que aquí había que hacer algo. Ese verano se organizaron las primeras jornadas de la Escuela de Verano de Aragón, en julio de 1977.  Un momento en el que la escuela era muy autoritaria y estas jornadas fueron un foro liberador para mucha gente.”

Lo recuerda como una ebullición de ideas, se hicieron en la Universidad, en el Interfacultades. Hubo varios seminarios y cursos donde se recogieron experiencias y esa fue la tónica general que se siguió en las siguientes jornadas de verano. Como apoyaban la existencia de una comunidad educativa, no era solo el profesorado el que participaba. También estaban dirigidos a madres y padres, estudiantes y prácticamente para todo el mundo que tuviera un poco de inquietud en lo que era el aprendizaje de cualquier tipo.

“Se sigue funcionando como escuela de verano, con una comisión permanente y grupos de trabajo hasta 1982, año en el que se hace el primer Congreso de Movimientos de Renovación Pedagógica y allí ya  se constituye como tal. El objetivo era realizar una escuela de verano, principalmente dirigida para la formación del profesorado, y también para la reflexión, la investigación y la reivindicación, fundamentalmente en el ámbito pedagógico.»

“Teníamos que pelear no sólo con la Administración, también con profesionales de la educación que no entendían nuestros planteamientos”. “El modelo de escuela que queríamos era un modelo compensatorio de las desigualdades e integrador. Ya en los años 80 trabajábamos el tema de la interculturalidad, era algo que ya nos parecía muy importante, la atención a la diversidad”.

Hasta julio del 97, cada año las jornadas se hacían en un centro educativo. También se organizaron tres años en Veruela, escapando de los calores de Zaragoza.

“Se organizaban cursos y talleres que fueran innovadores y renovadores”. “Procurábamos traer experiencias de temas que tratábamos a lo largo del año. Charlas sobre temas de política educativa, sobre la LODE , la LOGSE , los Consejos Escolares, la formación del profesorado, y venían quienes tuvieran que ver algo con el tema, tanto gente de aquí, de Zaragoza, como de fuera”.

“A partir de 1985 quiero reseñar que, entre otros grupos de trabajo que existían anteriormente, como el de medio ambiente, el de teatro o el de escuela rural infantil, junto con otras compañeras y compañeros, formamos el grupo de coeducación, otros el de educar para la paz y también se creó uno sobre psicología humanística. Empezamos una lucha por transversalizar estas cuestiones en todo lo que era el currículum de las escuelas”.

“Por entonces hay otros dos Movimientos de Renovación Pedagógica con los que   teníamos una relación estrecha: Aula Libre, por una pedagogía libertaria, y se constituye  en Huesca la Escuela de Verano del Alto Aragón”.

“Los tres trabajamos conjuntamente todas estas cuestiones y soy representante en las mesas de la federación estatal. Además, en todo lo que fue el debate de la Reforma Educativa de los ochenta, formamos parte activa de todas las reivindicaciones”.

Nieves recuerda cómo, durante los años de la Reforma, lo que luego se concretó en la LOGSE, aunque se mantuvieron a la expectativa  y  sabían que no se iba a recoger todo lo que proponían, sí hubo momentos en los que parecía que iban a producirse cambios cercanos a las ideas de los Movimientos de Renovación Pedagógica.

“Estuvimos dos años de debate intenso haciendo propuestas y al final fueron las editoriales las que se llevaron el gato al agua y realmente la LOGSE, que podía haber sido un avance sustancial y que hubiera repercutido en toda la sociedad, se quedó en nada. Se esperanzó al profesorado y consecuencia de lo mal que se hizo, es la desilusión que existe, prácticamente, en casi toda la comunidad educativa»

“También desde la EVA nos dedicábamos a lo que era la figura del profesor o profesora, no solamente una formación para el aula, también una formación de crecimiento personal. Y a la participación y protagonismo de los alumnos y de los padres y madres. Elaborábamos materiales propios que recogían todas estas inquietudes y lo trabajábamos tanto en las jornadas de verano como en otras, a lo largo del curso. Teníamos mucha relación con los movimientos sociales, interviniendo continuamente y colaborando por una sociedad mas justa e igualitaria”.

Desde la Escuela de Verano, Nieves pudo poner en práctica todos sus referentes, tanto de los Ateneos Libertarios, de la Escuela Moderna de Ferrer i Guardia, del trabajo que habían llevado a cabo Mujeres Libres en la educación de personas adultas, así como todo el pensamiento crítico, algo que, dice, fue muy importante para ella. De la misma manera, el compartir numerosas experiencias realizadas en el Estado Español les hizo avanzar mucho en el modelo de escuela pública que querían.

“Dentro del modelo de escuela que como EVA hemos propugnado, una de las características que esencialmente la definen es su carácter de escuela coeducadora; entendida como una escuela superadora de la enseñanza mixta, que no sea sexista, potenciadora del desarrollo de las personas y, por lo tanto, que combata los roles sexuales establecidos por la sociedad patriarcal, favoreciendo la presencia de la niña y la mujer en todos los niveles de decisión y participación»

Nieves me pidió, dar al final de este texto, el reconocimiento a todas las maestras librepensadoras, racionalistas, feministas y libertarias.
Nieves Boj entrevistada por Rebeca Ruiz Arbizu