El Movimiento contra la Europa de Maastricht y la Globalización Económica nació con el doble objetivo de lograr la verdadera democratización del Estado, y para luchar contra la concentración y la mundialización económica que en Europa nace con la firma del Tratado de Maastricht (1992).

Se trataba, por ello, de «democratizar la democracia» y generar otros poderes sociales alternativos, nuevas formas de participación pública, nuevos cauces verdaderamente democráticos, nuevas formas de autogobierno y autogestión de los asuntos económicos y sociales. Además, el Movimiento contra la Europa de Maastricht intentaba articular una respuesta social de todos los sectores afectados por las políticas de convergencia establecidas en Maastricht y por la creciente ola neoliberal depredadora y antisocial.

Esto se pretendía intentando conjugar también los intereses de los pueblos del centro con los intereses de los pueblos de la periferia, acabando con unas relaciones desiguales cuyo único fin era mantener el estado del bienestar de los países industrializados, a costa de los países que no lo están. Unas relaciones de intercambio injustas y depredadoras que siguen ahondando en la profunda brecha entre países ricos y países pobres.

Por todo esto se constituyó la coordinadora, que en Aragón, como en otras comunidades autónomas, impulsó este movimiento que a nivel europeo conformó el esbozo de los movimientos antiglobalización que, al calor de las movilizaciones de 1999 en Seattle, alcanzaron luego otra dimensión. Publicaciones, encuentros estatales, movilizaciones contra la Europa del capital, marchas contra el paro, la precariedad y la exclusión social, entre otras, son algunas de las actividades que jalonaron la existencia de esta coordinadora en Aragón.

José María Ballestín Miguel