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zaragoza rebelde – 1975, 2000 – movimientos sociales y antagonismos

UVE, ELTERROR DE LA NOCHE

Corría el año 1980 cuando el Ayuntamiento de Sainz de Varanda decide crear una unidad especial de Policía Municipal. Fueron entrenados en Valencia por la famosa “Sección 26”, que llegó a ser disuelta por sus reiteradas actuaciones incontroladas contra ciudadanos libres de toda sospecha.
Se denominaron UVE (Unidad de Vigilancia Especial) y en su primera intervención, todavía de paisano y antes de ser constituida oficialmente la unidad, ya dejaron claro cuál iba a ser su “estilo de trabajo”: un grupo de personas que se habían encerrado pacíficamente en el ayuntamiento para exigir una Autonomía de verdad para Aragón fueron desalojados a golpes, con un desprecio insultante a los derechos ciudadanos.
Desde el principio tuvieron tensas relaciones con la Policía Nacional puesto que invadían sus competencias, creando problemas allí donde intervenían. En muchas ocasiones la Policía Nacional tenía que dejar en libertad sin cargos a las personas que llegaban detenidas por los agentes de la UVE (Unidad de Vigilancia Especial).
La unidad se había creado para: “controlar el gamberrismo, la delincuencia y los grupos vandálicos”, pero ellos mismos decidieron concretar un poco más sus objetivos y especializarse en: partidos de izquierda, asociaciones vecinales, grupos culturales, sindicales, pacifistas, periodistas díscolos y todos los ciudadanos y ciudadanas que no los apoyaran. Todo esto fue puesto por escrito por los propios agentes en un artículo titulado “Los enemigos de la UVE”, publicado en el primer número de la revista Patrulla .

La unidad especial inició su andadura:
Un cámara de TVE es parado en la calle Vasconia para que se identifique; es insultado y agredido por pedir explicaciones. Al ser esposado pudo ver una cruz gamada en la muñeca de un miembro de la UVE. Fue atendido en la Casa de Socorro. Esta fue la primera vez conocida que la UVE presentaba pruebas falsas –una barra de hierro y unas tenazas-, táctica que más adelante sería habitual.
Poco después una  dotación de la UVE acabó con la vida de Ángel Lapuente, un chaval de dieciséis años que conducía, desarmado, un coche robado. La policía detectó el coche y comenzó una persecución que acabó pronto, dada la buena puntería de uno de los agentes.
Detención de varios militantes de izquierda por pegar carteles legales de su partido. Uno de ellos es golpeado y aportan nuevamente pruebas falsas (otra barra de hierro).
Apaleamiento de supuestos infractores de tráfico. Algunos son conducidos a los pinares de Venecia, donde reciben una segunda paliza y son abandonados de madrugada. Esto mismo lo siguieron haciendo durante años con otras personas, detenidas por ejercer la mendicidad o por cualquier otra cosa que les molestara.

Inmediatamente después de finalizar el secuestro de Quini , un periodista de Radio Nacional fue detenido cuando se dirigía en su vehículo a dar la primicia informativa. Pese a que se identificó correctamente y expuso la urgencia de la situación se le impidió realizar su trabajo y sufrió diversas vejaciones durante la retención.
La conducción temeraria por las calles de Zaragoza motivó varias sentencias de condena contra distintos agentes culpables de destrozos y daños.
Era frecuente la actuación de las “patrullas secretas”, agentes de paisano, armados y sin identificación que actuaban más allá de sus competencias de policías locales y fuera del marco de la legalidad constitucional.
En los Carnavales de 1986 detuvieron a dos jóvenes en la Carpa Municipal una vez finalizada la actuación. Fueron abandonados por la dotación policial en Juslibol.
Disolución violenta de manifestaciones: objetores de conciencia, trabajadores municipales que protestan contra la política de personal del Ayuntamiento, etc.
Intervenciones desproporcionadas en las Fiestas del Pilar, pidiendo la documentación en verbenas y deteniendo a las personas que no llevaran DNI o a quienes recriminan su actitud violenta y prepotente. En el Pilar 87 fue sonada su actuación, sin motivo legítimo, en el Pabellón Francés, llevándose a varias personas detenidas hasta el parque Grande, donde un detenido fue esposado a un árbol y golpeado. En el Pilar 88 el escándalo lo protagonizaron las patrullas “secretas” de la UVE al exhibir falsos credenciales de Radio Nacional en los festejos en los que iban a intervenir. Ya en el año 89 llegó a organizarse un dispositivo de alerta anti-UVE durante las Fiestas del Pilar, en el que la Asamblea por la Disolución de la UVE ofrecía un teléfono de asistencia 24 horas y abogados para frenar la violencia policial.
Una persona ciega que cruzaba un paso de peatones es atropellado por un coche de la UVE, produciéndole lesiones irreversibles. Los tribunales condenaron al agente responsable.
Detención de dos miembros de la organización de la Vuelta Ciclista a Aragón 1989 por haber rozado con su retrovisor a un agente. Fueron golpeados y posteriormente asistidos en la Casa de Socorro.
Miguel ángel García Pachón, trapero, es detenido cuando realizaba su trabajo “por saltarse un semáforo en rojo”, según la UVE, y en ámbar según otras personas. Le piden la documentación con insultos y amenazas, y es conducido a un sótano, donde le agarran del pelo y le golpean fuertemente en los oídos y la cabeza. Le quitan el dinero de la cartera. Pierde el conocimiento y es atendido en la Casa de Socorro.
Desalojo a porrazos y patadas del salón de plenos del Ayuntamiento cuando un grupo de vecinos de los barrios intentaba expresar, verbalmente y con una pancarta, su disconformidad con las medidas que allí se iban a aprobar. Las personas de mayor edad fueron en esta ocasión las más lesionadas.

Redadas indiscriminadas en la calle La Ripa y otras zonas. Los detenidos son conducidos a dependencias municipales, desnudados y registrados “a ver si tienen droga”- la inmensa mayoría no llevaban nada-. En varias ocasiones intervienen pequeñas cantidades de hachís, que se meten en los bolsillos sin presentar denuncia alguna.
Onda Vorde, una radio libre de gente de izquierdas que llevaba funcionando dos años, es asaltada a las dos y media de la madrugada por una dotación de la UVE; sin orden de intervención. Tiraron la puerta, golpearon a los presentes, los retuvieron sin cargo alguno hasta las cinco y se quedaron con todo el material de la emisora –todo ello sin tener ninguna competencia legal para hacerlo-. Fueron denunciados por robo y detención ilegal. El grito de “UVE, chorizos devolved Onda Vorde!” se sumó a los cada vez más numerosos que, por diversas intervenciones, se fueron generalizando, pidiendo la disolución de la UVE.
La guinda a todas estas tropelías fue el asalto que perpetró la UVE a los locales de la Asociación Barrio Verde. Era la víspera del 1º de Mayo y se presentaba el fanzine Ideafix. Actuaban Manolo Cabezabolo y la Orquesta Animal y el local estaba a tope. Eran las once menos cuarto cuando la UVE decidió que tampoco le gustaba esa fiesta e irrumpieron porras en mano, según su estilo habitual. Seis dotaciones tenían la calle tomada y no había forma de salir de allí. Aquello se resolvió con porrazos y detenciones. Acudió la Policía Nacional, que medió con la Local para que retiraran sus vehículos.
Con la fiesta suspendida, cinco compañeros detenidos y algunos en el hospital, los asistentes tuvimos que cambiar de planes. Acudimos unas doscientas personas a presentar denuncias por estos hechos en la Jefatura Superior de Policía, derecho que nos fue denegado. Sólo se permitió el acceso a un pequeño grupo, al resto nos amenazaron con dispersarnos por la fuerza. Por lo visto todos los cuerpos de policía tenían muchas ganas de “trabajar” ese primero de mayo. Así que volvimos a organizarnos rápidamente y nos repartimos por todas las comisarías de la ciudad. Yo recuerdo que me correspondió acudir a la de San José, y allí nos tocó aguantar vaciles y chulerías, y tampoco hubo manera de que nos admitieran todas las denuncias.
A los trece que dejaron entrar en la central los metieron en una sala sin asientos y les tuvieron esperando nueve horas, sin permitirles ir al servicio, para finalmente no admitir las denuncias en algunos casos alegando que no habían sido lesionados.
A raíz de esta gota que colmó el vaso se formó una asamblea ciudadana para trabajar en pro de la disolución de la UVE. Hubo una potente campaña para desenmascarar sus tropelías, el lema “UVE Disolución” pasó a formar parte del decorado de la ciudad de finales de los ochenta, ese de las “plazas duras” del PSOE. Las pegatinas gritaban “UVE No” desde todas las papeleras, la prensa local se animó a sacar el tema en los medios, y más cuando los periodistas que fueron a cubrir la concentración contra la UVE que se convocó al día siguiente en la plaza de España también fueron golpeados con rabia por la policía. Incluso El País se hizo eco del conflicto permanente que generaba nuestra policía especial.
Cuando saltó la noticia de los tiros que había en las paredes del cuartel de la UVE se hizo demasiado evidente para todos que los “muchachos” se les habían descontrolado. Las asociaciones de vecinos históricas de la ciudad apoyaron la moción que presentó Izquierda Unida en el pleno municipal solicitando la inmediata disolución de la UVE. Otras asociaciones se estaban creando entonces, promovidas por partidos de derechas, para crear un movimiento vecinal reaccionario que neutralizara al que había existido hasta entonces.
En una de sus primeras acciones públicas la Unión Vecinal Cesaraugusta solicitó el mantenimiento y refuerzo de la UVE, así como FN (Fuerza Nueva) que salió a la calle a hacer campaña de apoyo a la misma.
Al final tuvieron que “cambiar los collares a los perros”, como suele decirse, y la Unidad de Vigilancia Especial pasó a denominarse Unidad de Protección Ciudadana. Durante una buena temporada estuvieron más controlados y pudimos recobrar una cierta tranquilidad, pero el ciclo continúa y la historia se repite.
En cuanto la ciudadanía baja la guardia los matones vuelven a las calles, olvidando una y otra vez lo que es el servicio a los y las ciudadanas, y haciendo de la chulería y la falta de respeto a los más débiles sus señas de identidad.

Así que, cuidado, son débiles, tienen miedo, y van fuertemente armados.

BarrioVerde