Alegaciones al Plan Territorial Sectorial de la Energía Eólica

Consideraciones previas

La necesidad de buscar fuentes sustitutivas de energía a los combustibles fósiles o a la fusión nuclear es una necesidad perentoria, no sólo porque son un recurso finito, sino porque su efecto contaminante pone en entredicho el futuro del clima mundial (efecto inverandero), de los bosques (lluvias ácidas) y de la salud humana (residuos y accidentes nucleares). Ante este panorama el movimiento ecologista siempre ha defendido la sustitución de estas energías tradicionales por las renovables o alternativas, en un discurso que hasta hace muy poco tiempo sonaba a utopía ambientalista. Sin embargo en los últimos años se ha desarrollado en los ventosos paises del norte y centro de Europa una tecnología que hace viable y muy rentable la explotación de la energía del viento. Esta tecnología se ha importado hasta nuestras latitudes, pero con una particularidad: mientras que en el norte cualquier emplazamiento es adecuado para el aprovechamiento de la energía eólica en el sur del continente sólo las cimas de las montañas aportan los mayores rendimientos económicos. Como consecuencia en el norte de Europa las instalaciones de producción de energía eólica son grupos de unos pocos aerogeneradores dispersos en entornos agrícolas o industrializados, en tanto que en el sur se están comenzando a construir enormes centrales eólicas de cientos de aerogeneradores en las cumbres de la mayoría de las sierras.

Las energía eólica siempre ha llevado asociada la imagen de limpia e inofensiva, pero no hay que olvidar que la única energía verdaderamente limpia es aquella que no se consume, pues cualquier producción de energía supone un coste ambiental, coste que varía en función de cómo y en qué condiciones se produzca, y el hecho de ser renovable no es garantía de su inocuidad ambiental. Esta idea ha sido plenamente asumida por el movimiento ecologista en el caso de los aprovechamientos hidroeléctricos (tan renovables como la lluvia) que son criticados sin reparos ante la agresividad de ciertos proyectos de minicentrales o embalses (Riaño, Itoiz). En el caso de la energía eólica, quizá por su novedad, la visión crítica no parece que está tan desarrollada, aunque no sea por falta de ejemplos de grave impacto ambiental (Jandia y Tarifa). Estos casos, así como otros ejemplos en el resto del mundo, muestran inequívocamente que el mayor problema de este tipo de energía proviene de su ubicación inadecuada, que debe planificarse de modo extremadamente respetuoso hacia el medio natural.

En este sentido y desde el primer proyecto de implantación de energía eólica en la CAPV, promovido por Eólicas de Euskadi, en el que todos los montes vascos pasaban a ser considerados casi propiedad de la citada empresa, las consideraciones ambientales y la precaución ante los efectos de esta nueva tecnología se han incrementado considerablemente. Por ello es de elogiar la receptividad y cambio de actitud de las instituciones vascas ante las dudas medioambientales suscitadas por la energía eólica, en tanto que es absolutamente criticable el hecho de que este cambio de actitud vaya a remolque de la sensibilidad de la ciudadanía, y tengan que ser los movimientos sociales los que den educación ambiental a la administración. Pese a este mayor rigor en la aplicación de consideraciones ambientales y emocionales en el presente Plan Territorial Sectorial, consideramos que sigue presentando deficiencias insalvables que lo hacen inviable.

En concreto formulamos las siguientes alegaciones al Plan Territorial Sectorial de la Energía Eólica:

/> El PTS parte, aunque no se declare de modo específico, del proyecto de centrales eólicas presentado por Eólicas de Euskadi hace varios años. Por ello hereda sus errores, pero lo que es peor está supeditado a los intereses de una determinada empresa en detrimento de la libre competencia, hecho especialmente grave si se considera que el Gobierno Vasco participa indirectamente en la mencionada empresa. Además el PTS se plantea como objetivo irrenunciable los 175 MW eólicos para el 2005. No es por tanto un instrumento de ordenación y regulación sino que tiene carácter imperativo.

/> El PTS excluye a priori toda la franja costera (a diferencia de lo que ocurre en Galicia) en la que los impactos ambientales pueden ser mucho menores dado su grado de humanización. De hecho se ha propuesto y solicitado la instalación de una central eólica en el superpuerto de Bilbao. Paradójicamente en Europa se construyen muchas centrales eólicas "offshore" o en puertos, cabos y promontorios rocosos, aprovechando tanto la mayor velocidad y constancia del viento como sus menores turbulencias (aspecto que en este PTS ni se plantea). En este sentido la Unión Europea prevé la instalación de 10.000 MW de potencia eólica offshore para el año 2010, y de hecho en el estado la empresa alemana Umweltkontor ya esta tramitando la ejecución de una central de este tipo en aguas de Cádiz. Por ello el PTS debería reelaborarse considerando la posibilidad de instalar centrales eólicas en la franja costera o de lo contrario en muy poco tiempo se convertirá en un instrumento inútil, exclusivamente diseñado para satisfacer los intereses económicos de un determinado grupo empresarial.

/> Toda la selección de emplazamientos, producción obtenible, objetivos energéticos,... se basa en el cálculo obtenido con los aerogeneradores de 660 KW que emplea la empresa Eólicas de Euskadi y fabrica GAMESA. Sin embargo hoy en día se instalan, incluso en el estado, centrales eólicas con aerogeneradores de potencia cuatro veces superior. Es el caso, por ejemplo de los aerogeneradores Nordex N80/2500 de una potencia de 2400 KW que la empresa Eolic Partners pretende instalar en Coll de Moro y Torre Madrina (Tarragona) o el aerogenerador de 2000 KW que instalará la empresa GERSA en El Canto (Burgos). Pero estas avanzadas máquinas no son sino un anticipo de los aerogeneradores de alta potencia que se desarrollarán en los próximos años, como es el caso del N.O.K. 5 que tendrá una potencia de 5000 KW y está previsto que sea una realidad para el año 2003. Esta vertiginosa evolución tecnológica, hoy en día solo comparable a la de los ordenadores, alerta sobre el riesgo de precipitarse en la autorización de instalación de centrales eólicas en las montañas, máxime cuando los largos periodos de amortización de los aerogeneradores hacen que éstos pronto no sean más que chatarra, que debe seguir su funcionamiento durante muchos años para obtener una mínima rentabilidad económica y un absoluto fracaso ecológico. Las máquinas que se pretenden instalar son por tanto una reliquia que amenaza con transformar en chatarrerías los montes.

Dado que la tecnología eólica evoluciona a tal velocidad, sería preferible esperar a que se cuente con una tecnología optimizada y a partir de allí plantearse los recursos eólicos. Por tanto sería deseable, aplicando una mínima prudencia, la aplicación de una moratoria cautelar al desarrollo de la energía eólica en Euskadi. Al margen de la discutible legalidad, en términos de libre competencia, de un Plan Territorial que nítidamente selecciona a priori un determinado fabricante y empresa explotadora, la existencia de estos aerogeneradores de 2400 KW invalida además por completo todos los cálculos de producción y ocupación del suelo necesarios para el cumplimiento de los objetivos energéticos definidos en el Plan Territorial Sectorial y exige su reelaboración o el establecimiento de una moratoria hasta que esta tecnología adquiera suficiente madurez.

/> La importancia paisajística de las cumbres de las montañas, especialmente en un territorio montañoso como Bizkaia, es un hecho tan evidente como generalmente aceptado por el conjunto de la sociedad. Las cumbres de las montañas son lugares de máxima visibilidad que constituyen el horizonte y la referencia visual habitual para la mayoría de los ciudadanos al tiempo que son la última reserva de paisajes y entornos apenas humanizados. El derecho a la conservación y el disfrute de unos paisajes armoniosos y bellos es una parte más del derecho ciudadano a vivir en un entorno natural equilibrado y es obligación de la administración el garantizar este derecho. Se da la circunstancia además de que en todo el País Vasco la afición a subir o escalar montañas está profundamente arraigada en el sentir de las gentes, tal y como se refleja en el gran número de deportistas que se hallan vinculados a la Federación Vasca de Montaña. Se produce de esta manera una síntesis entre deporte y forma de entender el entorno que apuesta por la protección del medio teniendo una concepción integral del mismo. Se trata en definitiva de una forma de percibir las montañas mediante el aprecio de todos sus valores naturales, tanto geológicos como faunísticos o florísticos y a la vez culturales y paisajísticos. La ocupación por kilómetros de infraestructuras industriales de estos parajes, es absolutamente incompatible con el uso social, recreativo y emocional de la montaña vasca. Reiteramos que las montañas no deben ser en ningún caso destinadas a usos industriales por lo que solicitamos que todos los emplazamientos propuestos en cordales montañosos se eliminen del PTS.

/> En las consideraciones medioambientales se considera bajo el impacto de los aerogeneradores estimado en Navarra de 0.1 aves/aerogenerador/año. Sin embargo este valor es relativamente elevado e implica la mortandad de unas 90 aves al año (principalmente buitres) en las futuras centrales eólicas vascas. Las repercusiones de este hecho así como las pérdidas de hábitat por ocupación masiva de grandes áreas de campeo, plantea un futuro muy incierto sobre las poblaciones de aves rapaces. Además ninguno de los documentos que recientemente se han desarrollado sobre el impacto de la energía eólica en la avifauna ha sido publicado en ninguna revista científica de impacto internacional, por lo que a falta de su corroboración y revisión por la comunidad científica no son más que documentos previos o internos, pero en ningún caso se pueden esgrimir como argumentos científicos. Además en el citado informe se eliminan algunos aerogeneradores de la proximidad de un nido de águila real en Arkamo (lo cual de por si es insuficiente), pero además esta misma pareja que también tiene nidos en Badaia no experimenta esta misma medida proteccionista al otro lado del barranco. La información ornitológica que se maneja en este trabajo es así mismo obsoleta, máxime considerando que se refiere al Atlas de Vertebrados de 1982, y actualmente se está realizando un nuevo Atlas de Aves de España, que se finalizará el año 2001. También es altamente inespecífica al emplear cuadrículas de UTM 10x10 Km, lo que supone 10.000Ha de superficie. Por otro lado no se consideran las poblciones faunísticas que se sitúan fuera de la Comunidad Autónoma del Pais Vasco, algo sorprendente al ser la conservación de la naturaleza una tarea que trasciende de los límites políticos, y al ubicarse algunas de las centrales previstas (Ordunte) en los propios límites de nuestra comunidad autónoma. Deberían reelaborarse todos los índices medioambientales atendiendo a la presencia de valores naturales, faunísticos o de otro tipo, en las áreas limítrofes de otras CC.AA. Debe ser cometido de los técnicos que elaboren estos informes la obtención de la información relativa a otros territorios.

/> En esta misma sección se propone la creación de centrales eólicas en parques naturales, y hasta se argumenta la posibilidad de su coexistencia con Espacios Protegidos. Resulta difícil que la función didáctica de un Parque Natural se cumpla cuando el tránsito de camiones pesados, grúas y demás infraestructuras sature el paisaje. En este sentido parece aberrante que se pueda estimar la ubicación de aerogeneradores en la misma cresta del Gorbeia, auténtico referente geográfico en la CAPV.

/> En referencia concreta a ciertas centrales tenemos que comentar lo siguiente:

/>/> En el caso de Ordunte se trata de la ocupación de un cordal montañoso en el cual sorprendentemente no existe ni una sola estructura contemporánea, e excepción de la torre de medición de viento recientemente instalada. El perfil inalterado de sus crestas sirve de marco a tres de los valles más bellos de la cornisa cantábrica: el de Karrantza en Euskadi, el de Mena y Montija en Castilla-León y el de Asón (Agüera, Gándara-Calera y Soba) en Cantabria-Euskadi. El excelente estado de conservación de los valores culturales y naturales de estos tres valles les da un gran potencial de desarrollo de turístico, como lo muestra la proliferación de agroturismos en las tres CC.AA. que convergen en la zona, o la aparición de centros de iniciativas turísticas. Como ocurre el Ramales. De hecho ante un dudoso futuro del sector ganadero, y el progresivo abandono de los pastizales de las zonas altas, el trurismo respetuoso aparece como una de las pocas alternativas para fijar pobleción y permitir el desarrollo económico de estas valles. Apostar por esta posibilidad es absolutamente incompatible con la construcción de centrales eólicas, que se disimule o no con números más o menos falaces, destrozan el paisaje. Por ello la reducción de la extensión de la central de 19 Km a 10 Km de cordal sigue siendo inadmisible de cara a la conservación de sus valores paisajísticos.

Como se ha comentado anteriormente este cordal se asienta sobre las comunidades autónomas de Cantabria, Castilla-León y Euskadi, aunque los aerogeneradores se asienten físicamente en la CAPV. Por ello, por lógica conservacionista, y por respeto a las comunidades vecinas, deberían haberse incluido, tanto los inventarios ambientales como las afecciones de cualquier tipo provocadas fuera de la CAPV, en todas las ponderaciones de las afecciones derivadas de la central. Dado que Euskadi no es una isla, debe inexcusablemente subsanarse la falta de consideración hacia otras CC.AA. antes de dar una catalogación a este emplazamiento. En este sentido resulta especialmente paradójico, y denota la inutilidad del actual PTS vasco, el hecho de que Montes de Ordunte aparezca en el Dictamen Medioambiental de la Provincia de Burgos como área de sensibilidad ambiental extrema de cara a la instalación de centrales eólicas.

Con esta misma perspectiva que trasciende de los arbitrarios límites provinciales, llama la atención la saturación de centrales eólicas en la zona, con las de La Sía, La SíaII, Montija, Valcaba, Zalama promovidas por Boreas Eólica; La Carrascosa, Los Castríos, promovidas por Iniciativas Eólicas Castellanas y Los Brezos y Los Tréboles por Preneal. Esta multiplicidad de proyectos no muestra sino la tramitación por separado en diferentes autonomías de una descomunal central eólica que ocupará las montañas cantábricas. Paisaje accesibilidad.

/>/> En el caso de Badaia, hay que resaltar por un lado el valor faunístico de la sierra en cuyos cortados nidifican diversas especies de aves rapaces entre las que destaca la presencia de una pareja de Aguila real (Aquila chrysaetos) que ubica sus nidos a ambos lados del portillo de Techa en Badaia y Arkamo y emplea como territorio de caza las partes altas de la sierra, especialmente ricos en perdices. Las posibilidades de colisión con las aspas de los aerogeneradores son especialmente altas en el caso de esta especie como se ha verificado en Altamon Pass (California) donde varias decenas de águilas reales mueren cada año destrozadas por los aerogeneradores. /

Es también un factor a considerar el hacho de que Badaia limita por el oeste la Llanada Alavesa, con lo que la mencionada central sería muy visible tanto desde la Vitoria como desde las importantes infraestructuras viarias que atraviesan la comarca. Si a esta central se suman las de Elgea, y las previstas en los Montes de Vitoria, que por hallarse en el Condado de Treviño se tramitan por la Junta de Castilla-León, tendremos que la capital alavesa tendrá todo su horizonte limitado por aerogeneradores.

/>/> En el caso de Elgea, central que nunca debió construirse, se plantea nuevamente su visibilidad desde Vitoria. Hay que recordar que el el Estudio de Impacto Ambiental de la mencionada central se afirmaba que la central no sería visible desde la capital alavesa, algo que desgraciadamente se ha confirmado que es falso una vez que se han levantado los aerogeneradores. Igualmente, y dado su carácter supuuestamente pionero y experimental en la CAPV, deberían de hacerse públicos los resultados de sus seguimientos faunísticos, así como los datos relativos a su producción, balances económicos y cómo ha repercutido en la economía local (puestos de trabajo reales en la zona -se afirmaba que la eólica genera 5 veces más empleos que las energías convencionales) y efecto sobre el desarrollo turístico de esta Sierra en comparación con otras equivalentes. Una buena solución hubiese sido la realización por parte de auditores independientes (es decir no vinculados a Eólicas de Euskadi o a sus socios: IBERDROLA o indirectamente el Gobierno Vasco a través del EVE) de una evaluación global de las espectativas y previsiones de esta central y sus resultados y efectos reales. En función de los resultados de este estudio debería considerarse la continuidad en la explotación de la central o bien su desmantelamiento, pero nunca se debería autorizar su ampliación sin un estudio detallado de la fase ya instalada.

/>/> En el caso de Ganekogorta, pese a localizarse próximo a Bilbao, su elevada altitud le ha hecho mantener unos valores naturales sobresalientes, especialmente en su zona de cumbre, con buenas poblaciones de especies de montaña como el escribano montesino (Emberiza cia), el bisbita alpino (Anthus spinoleta) o el verderón serrano (Serinus citrinella). A ellas hay que sumar que es una cresta muy prospectada por las aves carroñeras como el alimoche o el buitre que acuden desde sus nidos o dormideros próximos. Además de sus valores naturales, el monte Ganekogorta es lugar de esparcimiento y de acercamiento al medio natural de gran parte de los bilbainos, que encuentran en este monte el único reducto de naturaleza al que pueden acudir desde su casa a pie, sin necesidad de tomar ningún tipo de transporte. Es además el horizonte que cierra por el sur toda la comarca del Gran Bilbao, punto de observación obligada para todos aquellos que habitan la comarca, cuya cima en invierno, por ejemplo, nos informa en función de que esté nevada o no, de la dureza de la estación. El mantenimiento de estos usos y valores es incompatible con una central eólica que además en el caso de esta montaña requeriría la realización de grandes desmontes e infraestructuras, al ser uno de los mayores desniveles de Euskadi (sube desde el mar hasta los 1000 metros).

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