2.
Los rendimientos crecientes
:. Pascal Jollivet
La existencia de rendimientos
crecientes es uno de los términos de la ruptura paradigmática
llegada de las Nuevas Tecnologías de la Información
y de la Comunicación (NTIC), que participan de la afirmación
de una «Nueva Economía».
* Los Rendimientos Crecientes
de Adopción: la imitación-difusión como
fuente del valor. El concepto de Rendimientos Crecientes de
Adopción (RCA) fue forjado por Brian Arthur (1989)(1)
como soporte de su tesis: Una tecnología no se elige porque
es la mejor, sino que deviene la mejor porque se elige. La argumentación
es la siguiente: por el efecto conjugado de las economías
de escala (reducción del coste unitario en función
del volumen de producción), del aprendizaje por la práctica
(mejora de las cualidades por la experiencia) y de las externalidades
de red (cuanto más importante es el nombre de los usuarios
de una NTIC, mayor es la utilidad de la herramienta para cada uno
de ellos), se llega al resultado según el cual, a mayor adopción
de un producto tecnológico (mayor difusión) más
bajan sus costes de producción, y su utilidad aumenta, y
ello de modo más que proporcional. Los rendimientos de adopción
son entonces llamados «crecientes». Una consecuencia económica
mayor es que la eficiencia económica, del lado de los mecanismos
de mercado, no está ya necesariamente asegurada: una tecnología
«sub-óptima» puede imponerse. No obstante, esta argumentación
constituye una visión estrictamente técnica y «economicista»
(focalizada en los precios y en los costes) de las rupturas y mutaciones
que ella aborda. Las NTIC participan de cambios bastante más
profundos, que tocan a la socialización de los procesos de
innovación, es decir, de los procesos de innovación
en general, en los que la figura del usuario como innovador emerge
de manera notable.
* Crítica y superación
de los RCA. El análisis de Arthur, a pesar de los avances
que trae consigo, no puede llegar mucho más lejos, puesto
que permanece cerrado en la dicotomía producción/consumo,
oferta/demanda, en una visión todavía pasiva del acto
de consumo como acto de destrucción. Esta limitación
se expresa poderosamente en la aproximación empobrecedora
tanto del concepto de aprendizaje como del de externalidades. Concerniente
al proceso de aprendizaje, y siguiendo la definición de Arrow
(1962), aprender es, si no pasivo, cuando menos «autómata»:
cuanto más practique el individuo el acto productivo particular
que le es confiado, más mejorará su producción.
Estamos muy cerca de las economías
simples de repetitividad ligadas a la división del trabajo,
ejercidas por Smith en su «fábrica de agujas». Respecto a
la externalidades, Arthur no ve en ellas más que la parte
que aparece: el usuario no es más que un comprador del producto,
un consumidor pasivo que, cuando compra una herramienta dada de
comunicación, se revela automáticamente el aumento
de la utilidad del objeto, inalterado, para todos.
* La utilización es
creativa: los rendimientos crecientes de usos innovadores. La
adopción no es una simple compra. La adopción transforma
tanto al adoptador como al objeto adoptado. La adopción es
modificadora, puesto que es producción creativa de usos modificadores.
El objeto técnico innovador, sea o no NTIC, se transforma
y, con frecuencia, de manera crucial, a través de su difusión,
de sus adopciones, de sus usos activos. La adopción, la utilización,
no es consumo: es producción y, principalmente, producción
de usos innovadores
Así, los rendimientos
crecientes ligados a la adopción son, antes que nada, la
única combinatoria explosiva de las conexiones comunicacionales
posibles en el seno de una red técnica formal hecha de arcos
y puntos. Plagiamos el Wired(2)
para recordar que «la red es la gente que la surfea», los individuos
y comunidades que la practican, que la animan, que la constituyen,
y no tubos interconectados, ni tampoco el contenido informacional
vehiculado. La red es ante todo red humana, y no puede existir sino
a través y por los légamos de vida que se cristalizan
en los artefactos técnicos, del lado de la práctica
de las multitudes de usuarios, productores tanto de sentido como
de vida, e incluso de artefactos técnicos. Así, uno
de los tiempos cruciales de este proceso «legamoso» de innovación
por la utilización es la incorporación, en el objeto
técnico en construción, de usos innovadores desarrollados
a su alrededor por usuarios activos.
A la manera de como cooperan
las comunidades de internautas-informáticos en la producción
de software libre, cada adhesión suplementaria a la red de
un «miembro» usuario-coproductor no solamente aumenta la utilidad
del software utilizado por todos los miembros de la comunidad, según
el proceso «clásico» de RCA, sino, sobre todo, a través
del uso modificador el propio objeto técnico mejora de forma
creciente y acumulativa, en beneficio de todos. Las «externalidades
de red» son, así, de una doble naturaleza: un efecto induce
lo «cuantitativo», lo pasivo, objeto técnico igual, y un
efecto induce lo «cualitativo», de innovación, ligada a la
socialización.
Al no ser la utilización
consumo destructivo, sino producción innovadora; al comprometerse
más individuos en un proceso de adhesión/adopción,
más crece la utilidad del bien en cuestión, y ello
de manera más que proporcional. Los rendimientos de uso innovadores
son -radicalmente- crecientes. Las externalidades de redes,
lejos de ser simple estática combinatoria, son expresión
de las capacidades de innovación del trabajo cooperativo
voluntario, articulado en el seno de redes de usuario/productor,
en fuerte interacción social. Son expresiones de la creatividad
social, en el campo tecnológico.
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1. Arthur
B. (1989) Competing technologies, increasing retums and lock-in
by historical events, Economic Journal, vol. 99, nº 3, pp
116-131
2. Wired
(www.wired.com), mensual creado por N. Negroponte, responsable
del MediaLab en el Massachusets Institute of Technology (M.I.T.),
es, probablemente, la revista norteamericana de la ruptura de
los NTIC, al asociar cultura underground e integración
institucional.
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