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PAGO EL GOBIERNO DEL DF PARA AISLAR "ULTRAS" EN LA UNAM

La secretaría particular de la jefatura de Gobierno del Distrito Federal destinó camionetas, celulares y dinero en efectivo para que los activistas del PRD en la UNAM intentaran, al sexto mes de huelga en la universidad, aislar a los sectores más radicales conocidos como "ultras", levantar el paro y minimizar el impacto del conflicto sobre la administración perredista y el partido. "Tenían sus mecanismos para distribuir el apoyo que daban, a través de otros activistas que abandonaron la huelga para integrarse a la secretaría particular", comentó Francisco Porras, activista de la Facultad de Arquitectura. Junto con Bolívar Huerta, de la Facultad de Ciencias, y Fabián Infante, estudiante de Enfermería, también integrantes de la Red de Estudiantes Universitarios, Porras explicó que el principal operador fue el ex líder estudiantil Antonio Santos, quien ocupa la secretaría particular de Rosario Robles. Los grupos financiados fueron la Red de Estudiantes Universitarios y el CEU histórico (Consejo Estudiantil Universitario), sectores que se aliaron desde el estallido de la huelga universitaria y terminaron distanciados. Santos, explicaron, intervino para fortalecer la alianza entre estos grupos en octubre, cuando se pretendía impulsar la llamada ""propuesta de las cinco escuelas", en la cual se aceptaba el ofrecimiento de congreso que hacían las autoridades universitarias. Pero el movimiento estudiantil impugno el planteamiento por considerarlo alterno al Consejo General de Huelga. Los llamados ceuístas ahora están empleados en la secretaría particular del GDF y han sido quienes han acusado a los integrantes de la Red de negociar con el rector Juan Ramón de la Fuente el levantamiento de la huelga, por medio de asambleas masivas. De los activistas de la Red, sólo a José Luis Cruz le ofrecieron una posición en la secretaría particular. El principal dirigente del grupo estudiantil perredista rechazó el empleo para dedicarse a las brigadas del Sol en la delegación Tlalpan, como otros de sus colegas. DESTINÓ RECURSOS EL GDF A LOS MODERADOS PARA ANULAR LA HUELGA AL SEXTO MES DE LA HUELGA, EL EX DIRIGENTE ESTUDIANTIL ANTONIO SANTOS SE PUSO DE ACUERDO CON ACTIVISTAS DE LA RED Y DEL CEU HISTORICO PARA ENTREGARLES CINCO VEHICULOS, 10 CELULARES Y DINERO EN EFECTIVO CON EL FIN DE APOYAR "LA PROPUESTA DE LAS CINCO ESCUELAS", QUE ACEPTABA EL CONGRESO QUE OFRECIA RECTORIA, Y DE ESTA MANERA CONJURAR EL PARO QUE, A LA LARGA, GOLPEABA AL GOBIERNO CAPITALINO Por Delia Angélica Ortiz . La Secretaría Particular del Gobierno del Distrito destinó recursos para que los sectores moderados del Consejo General de Huelga intentaran levantar el paro por el que atravesó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1999, y con ello evitar que un movimiento estudiantil largo golpeara a la administración capitalina y al PRD. Al sexto mes de huelga se destinaron camionetas, vehículos, dinero en efectivo, vales de gasolina, aparatos celulares y tarjetas para celular, según los beneficiarios del apoyo, quienes recibieron estos recursos en las oficinas de Antonio Santos, secretario particular de la jefa de Gobierno, Rosario Robles. Los grupos financiados fueron la Red de Estudiantes Universitarios y el CEU histórico (Consejo Estudiantil Universitario), sectores que se aliaron desde el estallido de la huelga universitaria y terminaron distanciados. Sobre la entrega de recursos, funcionarios de las oficinas involucradas insistieron en que el apoyo fue moral, pues el gobierno capitalino siempre se manifestó por mantener la distancia con el movimiento estudiantil. Sin negar que el conflicto fue calificado como un problema prioritario para el gobierno capitalino, los funcionarios consultados aseguraron quedado que el escenario era el DF hubo presiones del Ejecutivo Federal para que interviniera la fuerza pública local, lo que ponía en riesgo la imagen de la gestión perredista. Dos camionetas pick-up, una color rojo que utilizaban los activistas del CCH Naucalpan, otra blanca para los integrantes de la Red, un Jetta rojo que manejaba el activista Fernando Belauzarán, dirigente del CEU; y un Shadow blanco que normalmente conduciría César Gómez, activista de la Facultad de Ingeniería, fueron los vehículos que se prestaron a los activistas de manera temporal, aunque esas unidades carecían de algún distintivo del gobierno local. La reconstrucción la presentan Francisco Porras, activista de la Red en la Facultad de Arquitectura, junto con otros dos integrantes de su grupo, quienes narraron el modus operandi de Santos con los llamados grupos "moderados" y expulsados del Consejo General de Huelga. Se financió una serie de 10 números de teléfonos celulares que iban del 0442138'3700 al 10. Esas líneas aún son utilizadas incluso por quienes denunciaron que ese apoyo se otorgó en octubre pasado para impulsar el planteamiento conocido como "la propuesta de las cinco escuelas" que aceptaba el Congreso que ofrecía Rectoría como base para reanudar actividades. El 6 de octubre, a las 18:00 horas, en el Sanborns cercano a la estación del Metro Hospital General, fueron convocados Nadia González, Fernando Belauzarán, ambos del CEU, y Bolívar Huerta, acompañado por Fabián Infante, de la Red, a entrevistase con Santos. El recién nombrado secretario particular de la jefatura de gobierno anunció que se entregarían recursos a los activistas e incluso esa noche acudieron a recibir las camionetas, según cuentan Huerta e Infante, el primero estudiante de Ciencias, y el segundo de Enfermería. Para impulsar esa propuesta, los funcionarios del GDF sostuvieron varias reuniones con los activistas que se desarrollaban pasada la media noche, en domicilios particulares. Los encuentros no se concretaron en los planteles universitarios, pues los funcionarios defendían y aún sostienen que se trataba de reuniones entre amigos para intercambiar comentarios sobre la situación de la huelga. La casa de la investigadora en Economía, Elvira Concheiro, ubicada en Coyoacán; el domicilio también en Coyoacán, de Inty Muñoz, dirigente del CEU y funcionario del gobierno capitalino; la de Yuceim Ley, en Copilco, activista de la Facultad de Ingeniería; yla de los suegos de Santos, en San Pedro Mártir, fueron las sedes de los encuentros. En éstos intervinieron Concheiro, quien además es esposa del diputado perredista Pablo Gómez, aunque los asistentes a esas reuniones confirmaron quequien fuera presidente del PRD nacional no se involucró. PLEITO DE GRUPOS El "matrimonio" entre la Red y el CEU se dio desde principios de abril de 1999, cuando concretaron una alianza para integrarse como Coalición Democrática Estudiantil, a pesar de que provenían de dos sectores distintos. La Red había quedado fuera del reparto de posiciones al interior del gobierno capitalino, luego del triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en el Distrito Federal, aunque al interior de la UNAM tenía cuadros en la representación institucional, por lo que mantenían interlocución con Rectoría. Mientras que el CEU estaba en el GDF, principalmente en la Coordinación de Participación Ciudadana y luego con la llegada del ex dirigente estudiantil Antonio Santos a la administración capitalina, los ceuístas se acercaron a la Secretaría Particular cuando Rosario Robles sustituyó a Cárdenas. La nueva jefa de gobierno llamó a Santos como su secretario, posicionó a Oscar Moreno en Participación Ciudadana en sustitución de Carlos Imaz, quien dejó ese cargo para ocupar la presidencia del PRD local. Además nombró a Adolfo Lluvere en la coordinación de giras, cargo que en ocasiones también ocupa Inty Muñoz. Todos, ex dirigentes estudiantiles. Los convocados a la gestión de Robles participaron en aquellas reuniones con los activistas de la unión Red-CEU, aunque quienes acudieron deslindan a la jefa de Gobierno sobre la injerencia de sus colaboradores. El mayor involucramiento se dio después del 7 de junio, fecha en que el incremento de cuotas se transforma en aportaciones voluntarias. Planteamiento que fue negociado con los grupos del PRD al interior del movimiento estudiantil, como aseguran quienes participaron de esa negociación. Sin embargo, la propuesta del 7 de junio fue rechazada por el CGH. Así que el siguiente intento importante por levantar la huelga se dio en octubre, para impulsar la "propuesta de las cinco escuelas", que se propagó con el lema de "Congreso y gratuidad". De hecho, las camionetas que se otorgaron a los grupos perredistas eran para que los activistas tuvieron movilidad en la ciudad y lograran distribuir los carteles que se imprimieron para difundir esta propuesta. Bolivar Huerta asegura que llegaron a pagar 10 mil pesos por trabajos de impresión, dinero que manejaban personajes como Cesar Gómez, identificado como cercano a Santos, y que desde entonces trabajaba en la Secretaría Particular. Entre los activistas que estallaron la huelga y luego se incorporaron al equipo de Santos se suma Olga Martínez, del CCH Naucalpan, quien entregó a Huerta las llaves de la camioneta destinada para la Red. Vladimir Montes, del CEU histórico en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, identificado como cercano a Inty Muñoz, recogía dinero en efectivo en el primer piso del edificio virreinal del GDF, y hay quienes lo acompañaron a comprar alrededor de 40 tarjetas de teléfono que después eran distribuidas entre los activistas. "En diciembre nos dejan solos", se quejó Francisco Porras. Fue el tiempo en que renunció Barnés de Castro como rector, el 12 de noviembre, y asumió el puesto Juan Ramón de la Fuente, cinco días después. "Después de eso ya no hubo reuniones. Quizá una o dos, como la que convocaron el 18 de diciembre para que viéramos el video del ataque a la embajada de Estados Unidos (el día 11) y nos convocaban para que dijéramos a quiénes reconocíamos", comentó Porras, quien prefirió no acudir a esa reunión. El enfrentamiento entre los integrantes de la Red y el CEU se intensificó con la llegada de De la Fuente, pues los primeros apoyaron la propuesta que hizo el nuevo rector para intentar el levantamiento de la huelga por medio de la organización de asambleas masivas en las inmediaciones de los planteles universitarios. Incluso personajes cercanos a la Red, como los investigadores René Drucker y Rosaura Ruiz, se integraron a la comisión de diálogo de Rectoría, igual que la consejera universitaria estudiantil Lissete Ismene Martínez activista de la Red. Los dos primeros actualmente ocupan posiciones en el organigrama de la UNAM.