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29 de marzo del 2000

Padres de los presos políticos de la UNAM COMUNICADO DE PRENSA . Este 27 de marzo, por la mañana, las autoridades convocaron a un supuesto "diálogo" en todas las dependencias de la UNAM, y ese mismo día, por la tarde, la profesora Guadalupe Carrasco, de la Facultad de Ciencias, que viajaba en compañía de su esposo y su hija menor de edad, fue secuestrada con lujo de violencia por mas de una docena de individuos que la golpearon y jalonearon, llevándosela sin mostrarle ninguna orden de aprehensión, dejando a su compañero, salvajemente golpeado. En los noticiarios de la noche dedicaron varios minutos a difundir la supuesta buena voluntad de las autoridades para dialogar buscando la reconciliación y la normalidad, mientras que el secuestro de la profesora pasó prácticamente inadvertido para ellos. Además, también se intentó secuestrar a un estudiante que acaba de obtener su libertad (bajo fianza y aún sujeto a proceso penal como "presunto responsable"), a otros dos más los han estado siguiendo, varios han sido amenazados telefónicamente, e incluso los mismos directores han amenazado con expulsarlos de la UNAM. En todas las escuelas se despidió a personal sindicalizado y a cambio se contrató a personal de confianza y, sobre todo a más vigilantes, policías que ahora portan el uniforme de auxilio UNAM. Además, para completar el cuadro, Enrique Del Val propone que el CU analice la posibilidad de que la PFP se encargue de la seguridad de la UNAM de manera permanente. Como siempre, la autoridad declara una cosa y hace otra, ahora dicen que elllos no tienen nada que ver con el encarcelamiento de la profesora Carrasco, que eso es responsabilidad exclusiva de la PGR. La orden de aprehensión fue girada, efectivamente, por un juez, pero a petición de la autoridad universitaria, que ya había levantado previamente las actas en donde acusaban a la profesora de delitos absurdos y que nunca cometió: despojo, asociación delictuosa, motín, lesiones dolosas, robo específico, daño en propiedad ajena, etc. Es mentira que las órdenes de aprehensión hayan sido canceladas (como afirmó Serrano Migallón, ex abogado general y actual director de la Fac. de Derecho, quien fincó cargos a los estudiantes y actualmente esta acusado de fraude), es mentira también que los estudiante salgan libres gracias a la Rectoría, a excepción de 40, todos están sujetos a proceso y tuvieron que pagar fianzas, algunas de ellas exorbitantes, varios muchachos que apenas salieron en libertad ya tienen nuevamente órdenes de aprehensión, es mentira que se busque la normalidad y reconciliación entre universitarios, la normalidad de las autoridades incluye presos, policía en las escuelas y viola los acuerdos que ellas mismas firmaron. En los hechos, el clima de provocación y enfrentamiento que está creando el rector Juan Ramón de la Fuente, con las detenciones, las órdenes de aprehensión, las amenazas y la militarización que quiere imponer en la Universidad, nos deja claro que todo su discurso de tolerancia, apertura, reconciliación y normalidad es solo una cortina de humo, que emplea para seguir alargando la crisis en la Universidad, con el objetivo de privatizarla. Ante la firmeza del cgh en sus convicciones y la heróica resistencia que a pesar de la represión sufrida mantienen, Juan Ramón de la Fuente y su equipo están perdiendo la cabeza, y en lugar de dar soluciones, están cometiendo graves errores, como la detención de la profesora Carrasco, hechos que en lugar de ayudar, empantanan más la posibilidad de una pronta solución. Los padres de los presos políticos hacemos un llamado al Rector, para que reflexione y asuma la gran responsabilidad que significa el cargo que ostenta, la solución la tiene en sus manos, debe renunciar al terror, a la represion, a la mentira y universitariamente enfrentar la compleja problemática de la UNAM. Exigimos detener las arbitrarias detenciones, cancelar las órdenes de aprehensión y cumplir con el retiro de todos los cargos para lograr la libertad completa de todos los presos políticos víctimas de la aplicación de la fuerza y el abuso del poder, para intentar terminar con el movimiento estudiantil y las justas demandas que defiende.