actualizada el 8.04.03
En enero de 2003,
La Biblio ha abandonado el inmueble de la calle Amparo 21,
dando por finalizados dos años, dos meses y tres días
de actividad intensa e ininterrumpida en el mismo, desde que
fuera okupado el 1 de octubre de
2000. En las líneas que siguen queremos contar someramente
cómo se ha organizado en estos dos años la defensa
de la casa, cómo ha sido el proceso que ha llevado
a este desenlace y qué posibilidades se abren ahora
ante nosotr@s. Lo hacemos utilizando como guía las
preguntas que nos suelen hacer, así que lo que sigue
vendrían a ser una especie de FAQ desarrolladas o FAQ
tostón. Si echas de menos alguna información,
escríbenos.
Por la autoadjudicación de las viviendas sociales
La
corrala de Amparo 21 es propiedad de la Empresa Municipal
de la Vivienda (EMV) y había sido desalojada ocho años
antes supuestamente para proceder a su rehabilitación.
Sin embargo, cuando entramos estaba en estado de total abandono
y la EMV no tenía aún ningún plan de
actuación sobre la misma.
La elección del edificio no fue casual. En la
octavilla que repartimos por el barrio el mismo día
de la okupación explicábamos que al okupar un
edificio destinado a usos sociales no hacemos sino tomar la
palabra que nos corresponde como ciudadan@s y redefinir desde
nuestra cotidianidad lo que debe ser una política social.
La Biblio llevaba por aquel entonces siete meses en el limbo,
desde que fuera desalojada de su última ubicación
en la calle Fray Ceferino González (El Rastro). En
poco tiempo montamos las estanterías con los 4000 libros,
el archivo, la videoteca y poco después empezamos las
clases de castellano. La Biblio ha conocido en Amparo 21 una
actividad considerablemente más intensa de la que tuvo
en sus anteriores ubicaciones.
El proceso judicial contra La Biblio
Al
enterarse de la okupación, la EMV puso la correspondiente
denuncia por usurpación. Meses más tarde, alarmada
sin duda por la lentitud del proceso, puso otra. Finalmente
fueron a parar ambas al Juzgado de Instrucción nº
20.
La Biblio se identificó ante la propiedad, enviando
a la EMV una lista con los nombres y apellidos de las personas
que nos responsabilizábamos de la okupación
(23 en total), con el objeto, por una parte, de que el proceso
judicial se dirigiera contra personas concretas para así
poder personarnos en el mismo y estar al tanto de su marcha
(en Fray Ceferino González 4 creímos hasta el
último momento que no había denuncia contra
nosotr@s; de ahí la importancia que le hemos dado esta
vez al hecho de estar al tanto de los pormenores del proceso)
y por otra para que las personas inculpadas no lo fueran por
el azar de una identificación policial, como ha ocurrido
tantas veces. Por otra parte, no se han recogido más
autoinculpaciones ni declaraciones de apoyo de famos@s (excepto
un artículo de Andrés
Sorel en La Razón) ni de organizaciones.
L@s veintitres autoinculpad@s declaramos ante el juez de lo
penal nº 20 y un avinagrado representante legal de la
EMV el 17 de junio de 2002.
La defensa de La Biblio ha consistido en solicitar el archivo
de la causa por considerar desproporcionada la vía
penal para la usurpación, y más aún teniendo
en cuenta que La Biblio ha informado varias veces a la EMV
de su presencia en la casa sin recibir una negativa expresa
por parte de la EMV (sin recibir nada, de hecho).
El juez dijo
que vale, que muy bien, pero que dura lex sed lex y
que él se lavaba las manos como Pilatos, y nos sugirió
intentar llegar a un acuerdo con la EMV. Prometió también
no dictar un desalojo repentino sino con un plazo razonable
para que nos diera tiempo a sacar las cosas. Y así
ocurrió: el 20 de noviembre el juez resolvió
que el proceso siguiese en la vía penal, dándonos
un plazo de 45 días para abandonar el edificio. Nuestra
abogada presentó un recurso que fue denegado y el 4
de enero se cumplió el plazo del juzgado para el abandono
voluntario del edificio, así que ese mismo día
pusimos la mayor parte del material a buen recaudo para sustraerlo
a la acción de quienes en algún momento vendrían
a desalojarnos, que como tod@s sabemos no son muy amigos de
los libros (ni de l@s niñ@s, a pesar de aquella pegatina
de Juvenalia que decía lo contrario). Fue una de esas
jornadas de carga y descarga tan propias de La Biblio y que
han modelado nuestros cuerpos convirtiéndolos en objeto
de admiración de propios y extraños.
Nuestr@s vecin@s de arriba, por su parte, se adelantaron al
desalojo okupando
una casa en la calle Cabeza, 35 unos días antes.
El desalojo se produjo finalmente a principios de febrero,
sin que nos enterásemos, con la casa vacía de
gente aunque con algunos enseres dentro que damos por perdidos.
Han puesto dentro a dos pobres tipos que se relevan en turnos
de doce horas para cuidar de que no entremos.
El diálogo con la EMV y las instituciones
En marzo de 2002
La Biblio se dirigió por escrito a la EMV explicando
las características del proyecto y pidiendo que se
tomaran decisiones tendentes a la preservación del
mismo. La Grieta, el colectivo de vecin@s de arriba, hizo
lo propio. Ambos escritos incidían en la necesidad
de buscar soluciones originales que fueran más allá
de la simple aplicación de la letra de la ley, dada
la especificidad del barrio de Lavapiés. No obtuvimos
ninguna respuesta. También tomamos la palabra en el
pleno de la Junta Municipal de Centro, con idénticos
resultados y encima el cabreo de haber sido víctimas
de la grosería del concejal presidente, que se dedicó
a charlar animadamente con su compañero de mesa mientras
le hablábamos.
En fin, pasó el tiempo sin que volviéramos a
tener contacto alguno con la EMV y de repente, ironías
del destino, el mismo día que desalojan a nuestr@s
vecin@s de la casa okupada La Fuga nos enteramos de que el
juez ha resuelto que debemos abandonar la casa.
Nos sugieren que quizá deberíamos dirigirnos
a la Oficina del Plan de Rehabilitación de Lavapiés,
ya que es quien, al parecer, gestiona el destino de los edificios
de propiedad municipal del barrio. Y eso hacemos: el 27 de
noviembre nos dirigimos a la oficina del Plan de Rehabilitación
de Lavapiés para presentar de nuevo el proyecto de
La Biblio y solicitar su preservación, bien abortando
el desalojo, bien permutando el edificio que okupamos por
un local adecuado. Se nos respondió que ciertas instancias
tenían sospechas de que existía una connivencia
entre los okupas, la izquierda abertzale y la bronca callejera
, así que no era probable una respuesta positiva. Tres
días después, sin embargo, unas señoras
se presentan en La Biblio para convocarnos a una reunión
con l@s responsables del Plan. La
reunión tuvo lugar el 5 de diciembre. Nos manifestaron
su disposición a abogar ante la EMV para la cesión
de un local a La Biblio, siempre y cuando -dijeron- las actividades
de La Biblio fueran consideradas socialmente interesantes.
El paso siguiente fue la presentación de una memoria
de actividades de La Biblio (puedes verla aquí
en formato RTF). Unos días más tarde volvimos
a tomar la palabra en el Pleno de la Junta Municipal de Centro,
donde pudimos comprobar otra vez la importancia que las instituciones
dan a la participación ciudadana. La respuesta del
concejal presidente fue decirnos que la okupación es
un delito y que a dónde iríamos a parar si la
administración diera locales a toda la gente que dice
tener un proyecto. O sea, lo que esperábamos. Ángel
Lara, de IU, se comprometió sin embargo a hacer gestiones
personales ante la Junta y la EMV para que nos fuera concedido
uno de los muchos locales que la administración mantiene
vacíos en el centro de Madrid. Ahora la piedra está
en su tejado, así que seguiremos contando aquí
y en la ACP
lo que vaya pasando.
Por qué hablar con las instituciones
Los
antecedentes de esta especie de intento de negociación
están en un debate que
tuvimos unos meses antes de okupar Amparo 21. En aquella ocasión,
un amigo de La Biblio nos propuso cedernos un local. Hasta
ese momento La Biblio siempre había estado en sitios
okupados y, es más, hasta que nos instalamos en Fray
Ceferino 4, La Biblio no había sido más que
la biblioteca de un centro social. Lo que discutimos entonces
fue hasta qué punto la okupación era parte constituyente
del proyecto de La Biblio o fruto de las circunstancias. El
debate fue largo y finalmente se llegó a la conclusión
de que un proyecto de estas características, dada la
gran cantidad de material que arrastra, la dificultad de ponerlo
en marcha de nuevo después de cada desalojo y el trabajo
que supone su gestión, se despotencia si no se desarrolla
en un sitio más o menos seguro, es decir, no sometido
constantemente a la paranoia de un desalojo que pueda producirse
en cualquier momento.
Por otra parte, estos intentos de diálogo con la administración
se insertan en la línea abierta hace ya años
en el panorama de la okupación por el Laboratorio
I (del cual fuimos parte) y continuada por el Labo
II, el Labo
III y la casa okupada de mujeres Eskalera
Karakola, tendentes a abrir una brecha en la dinámica
de mera resistencia (más bien resignación) a
la represión que hace de cada okupación una
experiencia singular que debe ser reconstruida una y otra
vez en espacios nuevos a medida que los anteriores son desalojados.
Un local cedido por las instituciones no es condición
indispensable para que el proyecto de La Biblio continúe:
nueve años de historia y cinco okupaciones en nuestro
haber así lo atestiguan. Sin embargo, nos parece importante
aprovechar que se abren grietas en la monolítica administración
del Madrid de la era Manzano y ensayar nuevas formas de consenso
y conflicto una vez que las trilladas dinámicas de
resistencia y autenticidad han demostrado sobradamente
sus limitaciones. Es un experimento que puede ser aprovechado
en más de un sentido por otros colectivos. Y por si
hay alguna duda al respecto, quede claro que no vendemos paz
por estabilidad: a cambio de ese local La Biblio no dará
nada, pues nada debemos dar a cambio de lo que es legítimamente
nuestro: no olvidemos que Hacienda somos todos XDD.
Acciones de protesta
Lamentablemente, apenas las ha habido. El curro de desmantelar
La Biblio ha sido tan intenso que ha consumido casi todo nuestro
tiempo y nuestras fuerzas. Naturalmente, estaremos encantad@s
de que quien -como nosotr@s- lo lamente, nos contacte con
vistas a echarnos una mano en forma de ideas y trabajo.
En junio, cuando supimos que el juez estaba dispuesto a dictar
un desalojo cautelar, escribimos un bando
en castellano, francés e inglés que pegamos
por el barrio y que explicaba qué hacía La Biblio
en el edificio. Por otra parte, el 12 de diciembre un grupo
de personas hizo un pequeño encierro
en las oficinas de la EMV. La Biblio no participó,
pero tuvieron la amabilidad de referirse a nosotr@s en sus
reivindicaciones. Y por último, nuestr@s vecin@s de
La Grieta tuvieron la peregrina idea de retransmitir en directo
con una webcam, al modo de un Gran Hermano precario
(en todos los sentidos), las últimas
horas de presencia humana en La Grieta. Después
han puesto en marcha una bonita campaña que sin referirse
directamente a nuestro desalojo común habla de lo precario
de nuestras vidas. De momento no parece existir ninguna muestra
en la red de la producción en papel para la campaña,
aunque de aparecer en alguna parte, probablemente sea aquí:
www.loslunesalsol.net
Perspectivas
En otras ocasiones, tras un desalojo La Biblio
ha permanecido en letargo durante varios meses, los necesarios
para encontrar un espacio adecuado. En esta ocasión
pretendemos dar continuidad al proyecto en un plazo considerablemente
más corto. De hecho, las clases de castellano siguen
dándose en el local del Hacklab y Deyaví. Tres
son las perspectivas de futuro más inmediato que se
abren ante nosotr@s:
La posibilidad de acceder a un local institucional, a pesar
de las promesas que de tarde en tarde se nos siguen haciendo,
sigue abierta pero es más improbable cuanto más
se acercan las elecciones municipales. A un mes vista, es
difícil que el PP pueda rentabilizar electoralmente
en tan poco tiempo una actuación de estas características,
lo que nos hace temer que al final se quede en nada.
Por otra parte, La Comisión de Juventud de la Federación
Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) nos
ofreció también en su momento la posiblidad
de utilizar un piso que la FRAVM posee en Lavapiés.
Por el momento dicho piso está siendo utilizado en
exclusiva por la asociación de vecin@s La Corrala mientras
duren las obras de rehabilitación del local que dicha
asociación ha tenido tradicionalmente en la calle Cabestreros,
y no parece que la situación vaya a cambiar hasta,
al menos, septiembre.
Por último, la gente que vivía en Amparo
21 compartiendo edificio con La Biblio llevaba ya tiempo ofreciéndonos
el local que posee el edificio que okuparon el pasado mes
de diciembre en la calle Cabeza 35. Pues bien, hemos decidido
aceptar el ofrecimiento y empezar a acondicionar el local
con vistas a un futuro uso, si la situación legal del
edificio lo permite.
Ya iremos contando