Okupación y Resistencia en la Red (crónica desde el congreso de okupación)
La reflexión sobre los peligros de control social tecnológico, la historia de los movimientos sociales en relación a las tecnologías, los espacios de contrapoder digital y la experimentación colectiva con el software libre se dieron cita en el bloque “Okupación y Resistencia en la Red”, del primer Congreso de Okupación de Euskal Herria. La experiencia de los laboratorios hacker en centros sociales okupados, colectivos mediactivistas y el propio centro de medios del congreso mostraron que la okupación del entorno digital es una realidad en la que se fusionan las luchas sociales con nuevas formas de producción y comunicación autogestionadas.
El bloque de “Okupación y Resistencia en la Red” comenzó mientras la peña terminaba de comer cuando ese sueñecillo de sobremesa okupaba nuestros cuerpos… Pero nos despertaron los horrores del cibercontrol desmenuzados amenamente por Txipi. En efecto, nos rodean todo tipo de dispositivos tecnologicos de control: programas del Pentágono que monitorizan y almacenan toda la información que intercambiamos por la red y fuera de ella (Echelon, Carnivore, …); chips microscópicos (RFID) con los que rastrear nuestros movimientos y compras; los móviles, esos grandes enemigos de la intimidad a través de los que pueden localizanos geográficamente y escuchar nuestras conversaciones. Pero el cibercontrol se ejerce no sólo desde los estados, sino que también las grandes corporaciones tienen mucho interés en conocer y controlar nuestros hábitos de consumo y estilo de vida. Sin embargo, existen herramientas que nos ayudan a proteger la privacidad de nuestras comunicaciones y movimientos. [más información sobre cibercontrol]
A continuación Fiz (hacktivista de Metabolik BioHacklab, el laboratorio hacker del gaztetxe de Udondo, Leioa) nos ha contado cómo encaja la lógica de la okupación de espacios dentro del entorno digital y las diferentes actitudes que desde los movimientos autogestionados existen frente a las tecnologías. La autogestión, la cooperación, la libertad de expresión y organización que vivimos en los Centros Sociales Okupados Autogestionados encuentra su espejo en la red y en toda una historia del activismo digital. El hilo conductor del discurso ha sido la filosofía del software libre que es el fruto de la cooperación de una amplia comunidad de personas que trabajan conjuntamente para crear herramientas de comunicación y autogestión tecnológica.
La verborrea de Xabier (hacktivista de Metabolik) ha resaltado la importancia de la tecnología y del conocimiento como espacio político que empieza a definir los contornos de la incipiente sociedad de la información. La creciente represión y control (jurídico y tecnológico) sobre el flujo de información y el derecho a experimentar líbremente responde a un intento de estructurar un nuevo orden digital que nos someta aún más intensamente. Frente a este modelo de pancapitalismo digital se encuentra el copyleft, una estrategía de la inteligencia colectiva para la producción abierta colaborativa, un modelo de autogestión digital que ha desbordado los límites del sistema. La respuesta defensiva del modelo infocapitalista, ha continuado Makross (del hacklab WH2001 - Cielito Lindo), es la instauración de un sistema de patentes que bajo la máscara de fomentar la innovación bloquea la cooperación social a través del derecho exclusivo de uso de ideas y procesos informáticos. Ante la inminente aprobación de las patentes de software en la unión europea es necesario responder colectivamente para defender la libre circulación de saberes y técnicas sobre las que asentar otros modelos de producción social.
Gustavo (nodo50.org) hizo un repaso de la relación histórica entre movimientos sociales y tecnología: desde el optimismo futurista del movimiento obrero de comienzos de la revolución industrial hasta el anarcoprimitivismo tecnófobo (Zerzan), pasando por la crítica a la técnica como ideología (Habermas) y como dispositivo disciplinario (Foucault), la esperanza en el ciberespacio como último reducto para la creación de zonas temporalmente autónomas (Hakim Bey) o la búsqueda, para el sabotaje estratégico, de engranages clave del sistema productivo. Las contradicciones históricas entre movimientos sociales y tecnologías se superan a través del de la creación de herramientas de uso comunicativo que permiten una organización transversal de las luchas sociales. De hecho empiezan a articularse como movimiento toda una serie de espacios autogestionados de experimentación en CSOAs, como son los laboratorios hacker (hacklabs).
El trabajo, de Eguzki Bideoak (Iruña), de recopilación y difusión de información y material audiovisual del desalojo y represión del Euskal Jai a través de la red es un ejemplo cercano de contrapoder en el espacio digital y de su alianza con luchas sociales como la okupación. La experiencia del área telemática del proyecto El Labo (de Lavapiés) es otro ejemplo de vinculación entre experimentación tecnológica y participación social en procesos de contrainformación y okupación. Finalmente se presentó el hacklab metabolik de leioa con una breve cronología de su intervención en luchas antagonistas y nuevas formas de producción tecnológicas y sociales.