De nuestra mayor consideración:
      Nos dirigimos a Ud., porque hasta estas tierras han llegado las noticias de los lamentables acontecimientos que han rodeado la detención y posterior encarcelamiento de Gerardo León Giménez García, Miguel Emiliano Giménez García, Alexander Montero, Alexis Tourné y de un joven menor de edad, bajo la acusación de haber cometido unos actos de rapiña, que en base a las numerosas evidencias, queda sobradamente demostrado que no cometieron. Hemos tenido acceso a informaciones tan repletas de contradicciones y desproporción, que como personas sensibles al respeto de los derechos humanos y contra la injusticia, no nos cabe la menor duda de que dichos jóvenes han sido víctimas de los desmedidos excesos, de la brutalidad y de la más desgarradora de las injusticias.
      En primer lugar, el lunes 27 de septiembre a las 21.30 horas, en las calles Belloni y Al Paso del Andaluz, se llevaron a cabo las detenciones de Gerardo, Alexander, Alexis, Miguel y del menor de edad que les acompañaba, de una forma absurda y totalmente arbitraria, pues se produce sin que exista identificación alguna y sin que se les encuentre nada que los asocie con los asaltos. Posteriormente son conducidos a la Seccional 17ma de Policía, en donde son interrogados y, con brutal prepotencia, golpeados con la clara intención de humillarlos. En esas mismas dependencias, y sin que exista razón o evidencia alguna de su participación en las rapiñas, continúan con las humillaciones, desnudando a varios de ellos y sometiéndolos a ensañamiento ante la presencia del menor de edad al que intentan presionar psicológicamente. Tras todos estos abusos, son encerrados en aislamiento y de nuevo brutalmente golpeados.
      En todo momento los encausados negaron su participación en los hechos que se les imputan, hasta el momento en que, bajo la intensidad de los golpes, la presión de las torturas y las constantes y violentas amenazas, acaban firmando una declaración de culpabilidad para detener la violenta espiral de terror y el constante ensañamiento. A todo ésto es importante añadir, que ninguno de los comerciantes ha reconocido a los encausados como asaltantes. Tampoco le fueron encontradas armas y uno de los comerciantes asaltados mostró asombro y perplejidad ante cómo la policía pudo tener constancia sobre este hecho, pues él no lo llegó a denunciar. Además hay suficientes testimonios que pueden confirmar en que lugar se encontraban los encausados en el momento preciso en que se cometió el asalto.
      Ante todo este cúmulo de despropósitos y de ciego resentimiento, hacemos un llamamiento a la justa razón y le solicitamos que Gerardo, Miguel, Alexander y Alexis, sean puestos de forma inmediata en libertad y sin los cargos que tan absurdamente se les imputan, ya que cada día que pasa, no sólo es un atentado contra su libertad, sino que también, contra su vida.
      Esperando que la ciega e irrazonable pasión que tan brutalmente a rodeado este caso, abandone los espacios de justicia, se despide atentamente,

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