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Entrevista: Guillermo Chifflet
by deyanira Wednesday
April 17, 2002 at 11:14 AM
Entrevista realizada el 11 de abril de 2002

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Sobre la comisión de los
tres poderes para temas carcelarios:
La comisión especial que a
propósito de eso se creó a pedido del Dr Guillot, comisión integrada por todos los
poderes, Poder Judicial, viene la Dra. María Sehabiaga, vienen representantes del
Ministerio del Interior, el inspector general Suárez Silva y la sicóloga Fulco, vienen
representantes del Ministerio de Salud Pública, ha estado presente el señor Raveca, que
es el director del Patronato de Encarcelados y Liberados, un hombre que sabe de cárceles,
una autoridad en la materia, y la comisión de Derechos Humanos. En esta comisión se han
tomado medidas que a mi juicio pueden ser muy eficaces, pero con una condición: que esas
medidas se comuniquen públicamente, que se entreguen por escrito a familiares y a
reclusos, o sea que no haya ningún compromiso que no esté perfectamente determinado, y
esto se hará en un par de semanas, quizá en un mes. ¿Por qué? Porque se trata de
analizar los temas de comunicación de los reclusos con la comisión, a dónde pueden
denunciar, etcétera, que se ha resuelto; problemas de salud, que están analizados
exhaustivamente; problemas de salud ambiental, de higiene ambiental y de control de salud
de los enfermos, de quienes tienen afecciones; problemas de información en materia de
asistencia jurídica, etcétera. Porque nos encontramos a veces con reclusos o incluso
familiares que dicen "No tengo abogado", y tienen obligación de tener abogado,
y lo tienen, pero a veces no tienen ni siquiera esa información.
Otros problemas que tenemos que
analizar, como el tema del trabajo, que el próximo jueves se va a analizar exclusivamente
ese tema. Alguna gente dice "¿Por qué no los hacen trabajar?". Los reclusos
reclaman trabajar, porque a nadie le gusta pasarse veinticuatro horas sentado en una
cucheta, y naturalmente en esas condiciones no se perfeccionan para nada, en cambio el
trabajo, todos sabemos las virtudes que tiene, y puede significarle algunos fondos para,
en el momento que pueda salir, tenga algo con qué defenderse, no tenga que salir a pedir
plata, o a vivir de otras personas. Todos esos temas se están analizando. Por escrito se
van a informar públicamente; puede que se haya demorado un poco esto, efectivamente, pero
se está trabajando muy intensamente. Las demoras son porque a veces es imprescindible
tener informaciones muy directas, saber qué médicos pueden colaborar, hasta se ha
pensado en la posibilidad de la colaboración de Médicos Sin Fronteras, hoy tuvimos
respuesta desde Francia al respecto, de Cruz Roja o de médicos voluntarios.
Quiero decir, estos temas sí se
están analizando, pero la realidad de las cárceles, tal como están hoy, sigue siendo
todavía una realidad gravísima, en la cual tiene responsabilidades, sin ninguna duda, el
Estado. ¿En qué sentido? En que no se cumplen allí la Constitución y la ley como dice
el Parlamento Latinoamericano. Hay además un proyecto de ley sobre el Comisionado
parlamentario para el tema carcelario del que yo le hablaba, que aprobó la Cámara de
Diputados y que está a consideración del Senado desde diciembre del año pasado. Supongo
que en las próximas semanas lo analizará. Esto es también muy importante porque el
Comisionado para estos problemas puede significar un avance importante.
Sobre el derecho que ahora
tienen los guardias perimetrales a disparar:
Sí, se analizó muy exhaustivamente
en la comisión. El Ministerio dice que la gente que va a encargarse de esas tareas va a
ser particularmente aleccionada, es decir que no va cualquier guardia a hacer ese cuidado,
sino que va a ser gente especialmente preparada, sabiendo que no tiene derecho a disparar
de entrada, que tiene que dar la alerta, etcétera etcétera. Naturalmente acá se dieron
dos posiciones, quienes no estamos de acuerdo con esa medida y la posición de quienes
están de acuerdo. Eso se enfrenta claramente en la comisión, hay actas al respecto, y
nosotros dijimos que la vida va a demostrar quién tiene razón de los dos. No quedaba
otra, porque desde luego esta es una disposición que ya ha tomado por decreto el Poder
Ejecutivo. Son criterios; a mí me pareció que no era bueno empezar, incluso después de
este problema, con esa medida. Pero están planteadas ambas posiciones y el Ministerio va
a llevar adelante esa.
Sobre las declaraciones del
ministro en cuanto a que las medidas son "para defender los intereses y los derechos
humanos de la inmensa mayoría":
Yo creo que ahí hay una falsa
oposición. Está muy claro. Aquí, cuando nosotros planteamos el tema de la defensa de
los derechos humanos, planteamos la necesidad de defender a toda la sociedad y a los
mismos reclusos. ¿Por qué a la sociedad? Porque si una persona va a una escuela del
delito en lugar de ir a una cárcel que lo rehabilita, cumplidos los veinte años,
supongamos que le tocan veinte años de cárcel, va a salir, y si sale peor, la sociedad
se perjudica. Por otra parte, muchos reclusos reclaman esa rehabilitación y la
posibilidad de reintegrarse al medio familiar y social. De modo que defendemos los
derechos humanos de los reclusos y de la sociedad. No está bien decir que se defiende a
la mayoría, sin ninguna duda señalando que hay otros que defienden a la minoría. No se
trata de eso. Eso es un sofisma de falsa oposición, Vaz Ferreira lo enseñó hace mucho
tiempo.
Sobre la organización de
los familiares y los presos:
Bueno, los familiares han tenido
alguna actitud interesante, en el sentido de que incluso pidieron la intervención de la
comisión de Derechos Humanos en alguna oportunidad, ellos mismos hablaron con los
reclusos para desactivar un poco el problema. Creo que sería muy útil facilitar la
visita de los familiares a los reclusos. Primero, porque hay muchas versiones sobre la
situación de cómo están, cómo viven, etcétera, y sin ninguna duda un contacto directo
facilita desactivar todas las tensiones, etcétera. El director general de cárceles ha
entendido que tienen noventa días de sanción porque hay un reglamento que establece
determinadas sanciones; yo creo que eso no es imperativo, que eso no lo obliga, pero eso
es un criterio. Que nosotros no compartimos pero que ellos mantienen. La comisión de
todos los poderes, en la sesión de la semana pasada ya, hizo una solicitud especial
diciendo que, determinando pequeños grupos de familiares, de cuatro o cinco, que vayan a
visitar a sus familiares que están presos, permitiría sin ninguna duda ir solucionando,
superando situaciones graves y sobre todo calmando angustias de quienes pagan en todo caso
culpas sobrevinientes, porque no son de ellos. La madre que tiene un hijo preso y sufre
por estas informaciones que le llegan, y es una pena que le imponemos todos por algo en lo
que ella quizá no tiene culpa. Pero aquí hay dos criterios, esperemos que el Ministerio
flexibilice esa posición porque sería la mejor manera de superar problemas. Porque si
superamos esos problemas, y permitimos que algunos familiares vean con tranquilidad cómo
se está tratando de superar con buena voluntad...
¿Algunos?
Digo algunos cada día, de tal
manera que todos en pocos días, porque hay trescientos o cuatrocientos reclusos en
Libertad, algunos más en el Comcar, y no cuesta nada que cincuenta por día los visiten,
o cinco o diez, eso como quieran. Porque por día pueden visitarlos en distintos turnos,
grupos de cuatro o cinco, y ahí no hay ningún problema, ningún problema de inseguridad.
Al contrario, permitiría que hubiese condiciones para que todos, cada uno desde su
ángulo, aportaran para que se mejore la situación.
Sobre la huelga de hambre de
los familiares:
Los familiares sí, siguen en huelga
de hambre, yo les decía que es importante que cuiden su salud porque si el plazo se
extendiese a noventa días pueden pasar dos cosas, o que sufran más de lo debido y alguno
pierda la vida, o que no queden bien porque durante noventa días nadie resiste,
prácticamente. Si lo resisten va a parecer que no han cumplido con la palabra de huelga
de hambre, ¿no?
¿Usted piensa que esa
huelga de hambre es en vano, entonces?
No, no, yo pienso que tiene su
importancia, es particularmente dramática. No ha tenido prensa, o ha tenido muy poca
prensa, ¿por qué? Porque en la sociedad se crean enseguida esas tendencias que llevan a
pensar que todo aquel que se preocupa de sus familiares que están presos, o de los
derechos humanos de los presos, es algo así como un delincuente que está contra la
mayoría. Esto es lo que se ha dicho, esto es falso, pero es difícil explicarlo a mucha
gente, que en todo caso cree, como algún mando en algún momento, que hay que matarlos a
todos a los reclusos, y aquí no existe la pena de muerte, eso se ha superado hace mucho
tiempo, es imprescindible entender estas cosas, pero a la gente no se le explica y muchas
veces la opinión pública está en contra por desconocimiento.
Sobre las declaraciones del
ministro del Interior y la preocupación en cuanto a si las cárceles deben ser públicas
o privadas, nacionales o importadas, como si allí adentro no hubiera seres humanos.
No lo he escuchado al ministro, sé
que en otras oportunidades ante las comisiones él ha planteado la necesidad de abrir
caminos de rehabilitación, y eso nos permitía tener mayor confianza que en ministros
anteriores, digamos. Pero bueno, si ha cambiado de criterio no lo sé todavía, pero los
hechos dirán si las medidas que toma esta comisión de todos los poderes se entregan por
escrito, y si se cumplen, y en qué medida se cumplen.
Sobre una posible solución
de este problema.
Pienso que se puede solucionar si se
cumple con las decisiones de esta comisión. Pero el cumplimiento depende de las
autoridades. De la misma manera se me ha dicho, no sé, que alguien, alguna autoridad
ministerial ha dicho que entre los familiares "hay anarquistas", o cosas por el
estilo.
Primero, el anarquismo ha tenido aquí figuras muy importantes, yo puedo recordar a Rafael
Barret, puedo recordar aquí a una figura más reciente, a Luce Fabbri, que son ejemplos
de moralidad en el buen sentido, o de ética social y de disposición solidaria y
fraternal hacia las mejores causas, que ojalá tuvieran los partidos tradicionales o todos
los partidos, personalidades de ese estilo. No se puede acusar a alguien de anarquista
diciendo que es, por su ideología, que debe ser condenado, porque el anarquismo en todo
caso ha dado mártires y ha dado figuras muy importantes, incluso sobre las prisiones. En
1898 Pedro Kropotkin, líder anarquista que conoció las prisiones por su actitud social,
escribió un libro que se llama "Las prisiones" que es un ejemplo de lo que se
debería hacer en las cárceles, y sobre todo en prevención, donde dice que las
cárceles, y esto se aplica a las cárceles del Uruguay, son establecimientos de
corrupción y no de corrección. Todos deberíamos leer a muchos anarquistas para ser un
poco mejores.
a propósito de la
ilustración
by deyanira Wednesday
April 17, 2002 at 11:14 AM
En "Cárceles uruguayas, represión y
resistencia", publicación de 1980; ilustración a cargo de Walter Tournier.
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