CONTRIBUCIÓN AL DEBATE
[Claudio Lavazza]
Much@s de nosotr@s vivimos esta realidad de
dominio capitalista sin darle la debida importancia. Much@s
piensan en el fondo que el asunto les interesa hasta un cierto
punto, piensan que es suficiente hacer unos cuantos panfletos,
escribir algún artículo en revistas del movimiento,
luego distribuirlas y así ponerse en paz consigo mism@
ycon l@s demás. Lo que en la realidad está pasando
respecto a la represión social en general, no se cuant@s
de veras están al tanto.
Más grave es aún la situación
Cárcel y su realidad.
¿Cómo es posible que el Sistema siempre consiga
aislar este mundo a los ojos de l@s que viven afuera?. En
estos últimos 20 años hemos asistido a impresionantes
cambios, sobre todo en el Aparato de Control y sus sistemas
con sus espantosas estructuras Penitenciarias edificadas fuera
de los cascos urbanos, para acentuar aún más
el aislamiento y el olvido de sus huéspedes, nacen
como hongos por todas partes, construcciones carísimas
de 7 a 8000 millones de pesetas y por 1200/1500 plazas, a
más de 4 millones de pesetas por cada pres@. ¿Cuántas
habitaciones decentes se podrían construir para quien
no las tiene, con esta suma de dinero?. Pero la preocupación
del Sistema no es por l@s sin techo. Su problema es como contener
la rabia de l@s excluid@s cada vez más crecientes y
al mismo tiempo hacer negocio sobre su piel. Un doble negocio
que responde de una manera perfecta y lineal a las exigencias
de las leyes de mercado; sólo se trata de crear las
condiciones en la sociedad: explotación, marginación,
drogas, son muchas de las muchas armas utilizadas con inteligencia
y que provocan tres caminos posibles. Quienes aceptan y entran
de lleno en su funcionalidad, quienes no lo aceptan poniéndose
al margen e intentando luchar para cambiar las cosas y las
víctimas. Tres realidades muy distintas las unas de
las otras.
Quien agacha la cabeza y decide por toda su
miserable existencia servir al sistema, tendrá todo
lo que quiere (o casi), siempre que sepa humillarse lo suficiente,
en el mundo laboral asalariado podrá un día
(quizás) subir de rango y pasar a su vez de explotad@
a explotador/a, será parte de los bien pensantes, enfermos
de histeria de la seguridad, tarde o temprano tendrán
bienes que proteger y entrarán en el colectivo de l@s
que "cambiarán el valor universal de la justicia
por el valor de la seguridad", para el/ella la seguridad
será más importante que la justicia y su forma
de pensar y sentir se transformará en la única
forma posible, pensar , aislad@ por un eficiente Sistema de
Desinformación, que si hay delitos es porque hay una
parte de la población que debe ser encerrada y si las
circunstancias lo permiten, exterminada. Para el/ella la cárcel
es necesaria, justa e indiscutible.
Por otro lado están quienes son víctimas
de la situación creada por el Sistema, l@s que deslumbrad@s
por esta sociedad de consumo no han comprendido a tiempo la
dictadura que se ejerce a través de la pequeña
y gran pantalla, que impone sus órdenes, sus éticas,
inculcando desde niñ@s que si no tienes coche o tal
marca de ropa, eres una mierda de tí@ o no mereces
existir, son esas verdades/órdenes, invitaciones al
delito, que tarde o temprano y a razón, empujarán
al excluid@ a desafiar las leyes de l@s ric@s para darse el/ella
también una oportunidad. Si en el intento falla, allí
estará la cárcel y las durezas de sus leyes.
A esa clase de excluid@s no les esta permitido entrar en el
mundo de las Bellezas Artificiales sin agachar la cabeza,
todo el peso de la injusticia se abalanzará sobre el/ella,
condenándolas a larguísimas penas por cosas
menores y de paso alimentará el negocio del Sistema
Penitenciario y a todo el entramado que lo sostiene; bancos,
grupos empresariales y bursátiles... etc. y estos a
su vez financiarán a los Partidos Políticos,
principales promotores de esta particular forma de inversión
de dinero público.
Por último hay l@s
que se han formado una conciencia de clase y han tenido el
tiempo suficiente para realizarla a través del recorrido
de su existencia, l@s que han comprendido la necesidad y urgencia
de reaccionar a un estado de cosas determinada, tanto
l@s llamad@s rebeldes sociales, cuanto l@s que con una conciencia
de clase, viven la misma realidad con un fin establecido de
antemano por l@s poderos@s, tanto l@s un@s como l@s otr@s
son enemig@s de sus intereses e ideologías, al no haberse
adaptado a las exigencias de las circunstancias, así
que ambos son merecedor@s del mismo tratamiento... la cárcel.
Para quien cae en la red vuelve a presentarse la misma oportunidad
(en pequeña escala esta vez) que la vivida en la sociedad
"libre". O sea, el adaptarse y agachar la cabeza,
o rechazar el todo y luchar para no permitirlo. Vuelve a repetirse
el mismo juego con las mismas alternativas que se
presentaban afuera. Aquí hace falta comprender una
cosa que es fundamental para tener entre tod@s una clara visión
de un objetivo común que sepa contrarrestar con eficacia
el funcionamiento del sistema, la cárcel es el lugar
ideal en donde la lucha de clase de l@s excluid@s, tiene la
oportunidad más grande de desarrollarse, al ser un
sitio en donde las injusticias abundan, facilitando así
esa unión tan indispensable entre pres@s. Claro que
para llegar allí, hay que crear las condiciones para
que nuestra unión se concretice, como por ejemplo la
aportación de la solidaridad y presencia de l@s de
afuera es indispensable para conseguir algo en la cárcel.
Hay que darse las oportunidades para no vivir como grupos
tribale acostumbrados a afrontar los problemas que se presentan,
mano a mano, sin coordinación alguna, cada un@ a su
rollo, cada un@ con sus propias enemistades, más propensas
al desacuerdo que a la unión.
Necesitamos de esta unión. Necesitamos
triunfar en esa lucha para demostrarnos a nosotr@s mism@s
que es posible ganar el partido al Sistema, trabajar unid@s
para una sociedad sin cárceles.
Salud y Libertad.
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