"Las prisiones
son una parte más de la esencia represiva de
todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca
a lxs que aún seguimos en la calle.
No
podemos ver las cárceles como algo aje-no a nuestras
vidas, cuando desde temprana edad hemos sido cond-icionadxs
a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta;
el castigo siempre está presente para lxs que
no quieren pasar por el aro.
En
el trabajo, en la escuela... domesticando y creando
piezas para la gran máquina, piezas que no se
atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.
Hemos
sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es
dificíl desarrollar nuestros propios deseos.
La
rebeldía brota de algunxs, otrxs simple-mente
se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones
con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo.
O viendo sus problemas como algo aislado, único
y personal.
Para
lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño
ahí tienen sus cárceles, reformatori-os,
psiquiatrícos ... creados por los que no quieren
ver peligrar las bases de su falsa paz.
No
podemos ignorar la lucha de lxs compañe-rxs presxs.
Su
lucha es nuestra lucha."
[comunicación
directa]
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