Es el caso de los espacios en que esperamos autobuses o metros o simplemente paseamos.

Cuidado porque tampoco estamos en la tesis tan sencilla que apueste a que esos espacios son simplemente espacios perdidos: más bien son espacios ganados por otros, por "otra cosa" que no se cansa nunca de hablar, de poner monigotes... el que eso suponga que esos espacios estén definitivamente o no perdidos para el resto depende en buena medida de nosotros, de las tácticas que seamos capaces de aplicar a esos mismos espacios y sus rellenos, de las técnicas con que los tratemos.

En la serie que se recoge aquí hemos abierto esa línea de trabajo de un modo que intentará ser lo más sistemática posible.

Los trabajos recogidos por ahora son casi los preliminares, la necesaria entrada en el medio, lo que ha de seguir seguro que tendrá otro rollo, más aterrizado, más compenetrado con el medio y con las recepciones concretas que de él se hacen.

De hecho algo de eso puede ver el avezado visitante al paso que surfea a través de las tres propuestas recogidas ahí abajo, siendo así que los dos primeros trabajos tiene algo de un despejar el terreno, de lidiar con los tópicos que con más inmediatez salen al paso tan pronto se mete uno en estos berenjenales, sería bueno que esos proyectos fueran vistos desde esa confesión de sencilla pardillez...

La indulgencia debe ir desapareciendo tal y como uno vaya llegando a los trabajos del metro de madrid y más en especial a los realizados en colaboración con los trabajadores y trabajadoras movilizad@s.

Por cierto que a ver para cuando una red de gentes que nos liemos a trabajar sobre estos soportes tan globalizados y uniformes...

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