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Una integración
que te mueres.
Si eres joven, más bien poco reflexivo
y tienes doble nacionalidad el Misterio de Defensa te ofrece
la posibilidad de enrolarte en las FAS y rellenar las filas
que los españoles no acaban de dejar prietas(*).
Si no tienes la doble nacionalidad pero “compartes nuestra
cultura”, igualmente puedes disfrutar de esta opción
de Turismo-Aventura.
Esta iniciativa, según el portavoz popular
de Defensa, Manuel Atencia, no se corresponde con «una
política aislada», sino que forma parte, según
él, de las actuaciones que el Gobierno está desarrollando
en materia de extranjería. A la militarización,
se refiere.
El ministro de Defensa, Federico Trillo, considera como "algo
nuevo y progresista" incorporar hasta un máximo
de un 2% (para que el Ejército no pierda su personalidad)
de inmigrantes extranjeros, principalmente iberoamericanos,
al Ejército Profesional de España, “porque
nos ponemos en la avanzada del problema de los inmigrantes que
desean trabajar y residir en España... Se trata de acercar
la fisonomía de nuestras Fuerzas Armadas a la realidad
social que defienden». Pero no tanto que se confunda con
ella, que tampoco es eso.
De hecho “los servicios de inteligencia
militares han desaconsejado en sus informes la incorporación
de magrebíes por estrictas razones de Defensa Nacional.
Indicaban que no sería lógico reclutar ciudadanos
marroquíes cuando la llamada «amenaza del sur»
sigue vigente en los planes estratégicos o cómo
la práctica de la religión musulmana podría
alterar la vida en los cuarteles.“ (El Mundo 18 de marzo
del 2002, E. Montánchez, Madrid).
(*) Los análisis indicaban que Iberoamérica proporcionaría
estos miles de jóvenes, tanto porque provenían
de una cultura afín, como por la crisis económica
que viven la mayoría de estas naciones, con altas tasas
de desempleo. La realidad ha sido bien distinta. Defensa envió
durante la pasada primavera 20.000 cartas a otros tantos jóvenes.
Un equipo de militares se desplazó a estos países
para impartir charlas informativas acompañadas de folletos
y CD rom. Se contactó personalmente con 2.000 jóvenes.
Alrededor de 600 presentaron la solicitud de ingreso y de ellos
304 aprobaron las pruebas de selección efectuadas en
consulados y casas regionales. De los que llegaron a España
entre junio y septiembre, medio centenar abandonó la
vida militar a las pocas semanas. Argumentaron que las expectativas
creadas no se correspondían con la realidad.
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